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Startups

Stone161, innovación para transformar territorios dañados

Por Marta Díaz de Santos

Especializada en la estabilidad del terreno y la restauración de áreas degradadas, esta start-up nacida en la Universidad Complutense de Madrid combina innovación, sostenibilidad y economía circular para transformar territorios afectados por la actividad humana. Su misión, además de mitigar daños, apunta a fomentar un cambio de paradigma en la interacción entre el desarrollo humano y la naturaleza. Liderada por su CEO Eduardo Sánchez, se ha posicionado como un referente en la restauración ambiental sostenible.  

Ante un mundo cada vez más consciente de la necesidad de preservar el medioambiente, Stone161 se ha consolidado como una de las empresas más innovadoras en el desarrollo de soluciones técnicas para abordar los desafíos de estabilidad y contaminación en territorios afectados por actividades humanas. Fundada como una iniciativa de transferencia de conocimiento de la Universidad Complutense de Madrid, Stone161 ha demostrado que la colaboración entre la academia y la industria puede generar un impacto significativo en la transformación territorial y el cuidado del entorno. 

Aunque la formalización de Stone161 como spin-off de la Universidad Complutense de Madrid está en curso, la empresa cuenta con amplia experiencia trabajando con empresas mineras, urbanísticas y administraciones públicas interesadas en la preservación de los ecosistemas. Eduardo Sánchez, CEO de Stone161, explica a Capital que se encuentran en el proceso administrativo final. “Nos hemos constituido para enero de 2025 con el objetivo de seguir centrándonos, sobre todo, en buscar soluciones innovadoras para el control de la erosión, de la pérdida del suelo, en todas sus fases; tanto en el control, como en la prevención, como en la vigilancia. Vamos a ser la primera spin off en el campo de ciencias de la Tierra de la Complutense”, asegura Sánchez. 

El experto confiesa que han establecido diferentes soluciones poniendo en valor lo importante que es “el control de la erosión y la salud de nuestro suelo, sobre todo en aquellos ambientes que estén degradados por la minería, etcétera, enfocado sobre todo a prevenir riesgos. Desgraciadamente, como lo que hemos visto en Valencia”. 

La empresa trabaja diseñando sistemas que imitan procesos naturales, como redes de drenaje hídrico y terrazas en laderas, para controlar el flujo de agua, prevenir la erosión y evitar la contaminación. Estas iniciativas, aplicadas tanto en paisajes mineros como urbanos, se llevan a cabo aprovechando residuos de actividades locales, lo que refuerza un modelo de economía circular.  

Además, han desarrollado un software innovador que permite anticipar episodios de contaminación antes de que ocurran, consolidando un enfoque preventivo que no solo mejora la seguridad y reduce costes de mantenimiento, sino que también crea entornos más integrados visualmente en el paisaje natural. “Para nosotros es muy importante mantener la salud de los suelos y de la erosión. Para ello hemos desarrollado, entre otras cosas, un software de elaboración propia que detecta episodios de contaminación por exceso de sedimento en los ríos”, asegura su CEO. 

Han desarrollado un software que anticipa episodios de contaminación antes de que ocurran

La misión de Stone161 es clara: prevenir y resolver problemas relacionados con el movimiento de tierras, desde deslizamientos hasta la rehabilitación de espacios degradados por la minería o la construcción. Para ello, la empresa ha apostado por enfoques disruptivos y procesos basados en la economía circular, buscando no sólo mitigar los daños, sino transformar los territorios en espacios más resilientes y sostenibles. 

El enfoque de Stone161 no se limita a resolver problemas específicos; también busca cambiar paradigmas. La empresa fomenta una transformación territorial respetuosa con el medio ambiente, promoviendo proyectos que integran la sostenibilidad en todas sus fases, desde el diseño hasta la ejecución. Con esta visión, se posiciona como un actor clave en la lucha contra el cambio climático y un referente en el ámbito de la innovación técnica aplicada al medio ambiente. 

El proceso de transformar investigación científica en una empresa viable ha sido uno de los mayores retos para Stone161. Según Sánchez, esta transición requiere un equipo diverso que no sólo domine aspectos técnicos, sino también áreas como la estrategia de negocio, marketing y comunicación. Este equilibrio entre rigor científico y viabilidad comercial ha sido fundamental para el éxito de la empresa. En este sentido, la Universidad Complutense ha jugado un papel clave, brindando apoyo desde su Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) y facilitando el acceso a programas de mentoría y aceleración empresarial, que han permitido convertir este proyecto en una empresa emergente con gran proyección. 

El proceso de transformar investigación científica en una empresa viable ha sido uno de los mayores retos

De cara al futuro, Stone161 se propone expandir su tecnología más allá del ámbito minero, aplicándola a proyectos urbanos e infraestructuras como carreteras, además de seguir desarrollando herramientas tecnológicas avanzadas para el monitoreo ambiental. La visión de Eduardo Sánchez y su equipo es crear soluciones innovadoras que combinen sostenibilidad, eficiencia y un impacto positivo tanto a nivel ambiental como social. Este equipo multidisciplinar, compuesto por expertos en geomorfología, ingeniería y medioambiente, trabaja con un objetivo común: demostrar que es posible desarrollar actividades humanas sin comprometer los ecosistemas, sino más bien transformándolos de manera positiva y sostenible. 

Triunfa en la I Competición Deep Tech de emprendimiento científico 

Eduardo Sánchez subraya la importancia de haber ganado la primera edición de la Competición Deep Tech -certamen que busca impulsar el emprendimiento basado en ciencia y tecnología avanzada-, un reconocimiento al trabajo en equipo y a la relevancia de las soluciones basadas en la naturaleza como herramientas esenciales para enfrentar el cambio climático.  

La final de esta convocatoria se celebró durante el VIII Congreso Nacional de Científicos Emprendedores, un evento organizado por la Fundación Damián Rodríguez Olivares (Fundación DRO), junto con la Fundación para el Conocimiento madri+d y la Fundación Botín. La competición, concebida para respaldar a start-ups comprometidas con el desarrollo sostenible y social, otorgó a Stone161 un premio de 1.000 euros, además de servicios de asesoría legal y administrativa proporcionados por la Fundación Pons, para ayudar a la start-up a consolidarse y crecer. 

Además de ser galardonada, la empresa tuvo la oportunidad de presentar su proyecto, junto a otras 19 iniciativas, ante un grupo de inversores especializados en el Foro de Inversión organizado en el marco del congreso. Este espacio de interacción busca estrechar lazos entre jóvenes empresas y potenciales financiadores, promoviendo así el crecimiento de proyectos que destacan por su alto valor añadido. 

“Hemos conseguido que este congreso sea un referente nacional, un punto de encuentro para todos aquellos investigadores que quieren convertir sus conocimientos en empresas capaces de crear riqueza y empleo de una manera sostenible, y con un impacto positivo a nivel social y medioambiental”, explica Carlos Cosculluela, director de Fundación DRO. Con iniciativas como esta, el panorama del emprendimiento científico en España sigue creciendo y mostrando su capacidad para generar soluciones innovadoras a problemas sociales y ambientales.  

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