En 2018 el crecimiento de Singapur se benefició de la solidez del comercio mundial que propició importantes incrementos de sus exportaciones y producción industrial.
Sin embargo, de acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, el principal centro de servicios financieros y de transporte para el sudeste asiático afrontará en 2019 y 2020 la moderación de su expansión económica debido al enfriamiento del comercio mundial y la demanda de importaciones de China.
Los ingresos per cápita y el nivel de desarrollo de Singapur cumplen con los estándares de la OCDE. La estrategia de crecimiento a largo plazo de la ciudad-estado, el desarrollo de industria de alta tecnología, ha comenzado a dar frutos en el sector biomédico. Sin embargo, su economía es vulnerable a la alta dependencia de sus socios comerciales y al foco en sectores específicos como la electrónica y los productos farmacéuticos.
"Debido a su alta dependencia del comercio internacional y a su integración en la cadena de suministro de Asia, Singapur es sensible a los riesgos derivados de una escalada de la disputa comercial chino-estadounidense y al duro aterrizaje de la economía china", dice el informe difundido por la aseguradora de crédito. Sin embargo, los efectos de cualquier elemento desestabilizador deben limitarse debido a la capacidad de recuperación económica de la ciudad-estado.
Singapur sigue siendo uno de los países más fuertes del mundo en términos de riesgo soberano y fundamentos macroeconómicos. Sus amplias reservas de divisas y la gestión de su política monetaria hacen poco probable que su tipo de cambio se vea afectado por los cambios en los patrones de inversión internacional.