Chat GPT, entre otras IA, han hecho una aparición estelar en mercado alterando ciertos sectores, ahora toca determinar si viene en son de paz
La inteligencia artificial (IA) ha sido una de las tecnologías más importantes en el desarrollo tecnológico de los últimos años. Desde el nacimiento de los ordenadores, los científicos han buscado formas de imitar el pensamiento humano en una máquina. A lo largo de las últimas décadas, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y hoy en día contamos con programas de IA que son capaces de comprender y procesar información de manera muy similar a como lo haría un ser humano. Uno de los ejemplos más notables es el de Chat GPT.
Chat GPT, la revolución de las palabras
Chat GPT es un programa de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI. Se trata de una red neuronal que utiliza técnicas de aprendizaje automático, con más de 175 millones de parámetros, para procesar grandes cantidades de datos y generar respuestas coherentes y precisas a partir de ellos. Lo que hace que Chat GPT sea diferente de otros programas similares es su capacidad para comprender el lenguaje natural en tiempo real, lo que le permite interactuar con los usuarios de manera mucho más natural y fluida.
Una de las principales ventajas de Chat GPT es su capacidad para procesar grandes cantidades de datos en tiempo real. Esto significa que puede responder a preguntas y proporcionar información instantáneamente, lo que lo hace muy útil para una amplia variedad de aplicaciones, desde la atención al cliente hasta la gestión financiera. Además, Chat GPT también es capaz de aprender y adaptarse a medida que se le proporciona más información, lo que significa que sus respuestas se vuelven cada vez más precisas y útiles con el tiempo.
Ante tanta eficiencia y rapidez, que agiliza bastante el trabajo diario de algunos sectores, la duda de hasta cuándo va a seguir siendo esto gratis está ahí. Pero otras Inteligencias artificiales están haciendo acto de presencia como alternativas.
La máquina no es perfecta
Sin embargo, como con cualquier tecnología, también existen algunas limitaciones y problemas asociados con Chat GPT y otros programas similares de IA. Uno de los mayores desafíos es la falta de transparencia en el proceso de toma de decisiones. Como los programas de inteligencia artificial están diseñados para aprender y adaptarse por sí mismos, es difícil saber exactamente cómo llegan a sus conclusiones. Esto puede ser problemático en situaciones en las que la precisión y la transparencia son cruciales, como en el ámbito legal.
También se ha detectado que esta IA es capaz de generar correos electrónicos con archivos fraudulentos que contengan virus y contaminen o roben datos. Además, la creciente capacidad de los programas de inteligencia artificial para imitar el lenguaje humano también plantea preocupaciones éticas y de privacidad.
Por ejemplo, se ha demostrado que los programas de IA pueden ser utilizados para generar noticias falsas y difundir desinformación. También existe el riesgo de que se utilicen para suplantar la identidad de personas reales, lo que puede tener graves consecuencias para la privacidad y la seguridad.
Controlando a los 'robots'
La regulación de la inteligencia artificial es un tema complejo y en constante evolución. La propuesta más desarrollada hoy en día para regularla proviene de la Unión Europea , que emitió por primera vez su Ley de IA en 2021.
La regulación de la IA es importante porque estos sistemas pueden tener un impacto significativo en la sociedad y en la vida de las personas. Por ejemplo, los algoritmos de aprendizaje automático pueden ser utilizados para tomar decisiones importantes en áreas como la atención médica, la seguridad nacional y el empleo. Si estos sistemas no están regulados adecuadamente, pueden perpetuar sesgos, aumentar la discriminación y tener consecuencias negativas para las personas.
“Prohibir el uso de una tecnología como Chat GPT en un país es potencialmente negativo para la capacidad de innovación y de desarrollo”
Xeridia
En cuanto a ChatGPT, como modelo de lenguaje, no está directamente regulado por ninguna ley o política específica en la actualidad. Sin embargo, OpenAI ha establecido políticas internas para garantizar que el modelo no sea utilizado para actividades ilegales o dañinas. Por ejemplo, se han establecido limitaciones en la cantidad y el tipo de datos que se pueden utilizar para entrenar al modelo, así como en las aplicaciones para las que se puede utilizar el modelo.
Chat GPT va mejorando sobre la marcha con nuevas versiones. Es el caso de GPT-4, que reúne las capacidades de los anteriores y suma novedades como las expuestas en el apartado anterior. Se trata de un modelo de lenguaje multimodal, es decir, que acepta tanto entradas de imágenes como de texto, y que genera escritos a partir de estas.
Los expertos se posicionan
Xeridia es una empresa especializada en el área de desarrollo de software y la consultoría tecnológica. Consideran que elementos de IA como ChatGPT suponen “una herramienta excepcionalmente poderosa que ha demostrado su gran versatilidad en muy poco tempo”.
Hacen una valoración del salto cuantitativo y cualitativo de la Inteligencia Artficial en los últimos años. Por un lado, detallan: “cuantitativo, porque se trata del entrenamiento de modelos de gran tamaño que aprenden sobre un número elevado de materias, lo que permite dar respuestas muy elaboradas en múltiples ámbitos. ChatGPT es capaz de abordar una amplia gama de casuísticas en diferentes ámbitos”.
Y, por otro, explican: “Cualitativo por la capacidad de entender con precisión y con todos sus matices las preguntas que se le platean y por la calidad de las contestaciones que elabora. ChatGPT puede elaborar respuestas de gran valor en la medida que las preguntas estén bien formuladas, y ahí radica la principal dificultad para obtener resultados precisos o útiles. Estas respuestas se realizan en base a los datos que ha utilizado en su aprendizaje, datos que pueden estar desactualizados o en ocasiones ser incorrectos”.
Es decir, en Xeridia tienen claro el potencial de esta herramienta, pero advierten de que puede cometer errores o incluso generar información falsa. Por lo que sería un error utilizarla para sustituir a una persona experta en una materia. “Se puede decir que es una herramienta de apoyo muy útil, siempre que se analice el resultado que devuelve, se procese y adapte al problema que se está resolviendo”, aconsejan.
La compañía tecnológica española Plain Concepts, ve una de las características más impresionantes de ChatGPT en su capacidad de generación de texto coherente y la posibilidad de adaptarse a diferentes estilos y tonos. “Además, puede trabajar con un gran volumen de información, lo que permite ahorrar tiempo y esfuerzo en tareas que requieran procesamiento de texto”, destacan.
“Debemos abordar este desafío mediante la implementación de soluciones de IA en entornos privados y seguros”
Plain Concepts
Pero, a pesar de sus ventajas, a Plain Concepts le surgen algunas limitaciones, “como la posibilidad de generar respuestas incorrectas o sesgadas, y la incapacidad de discernir entre información verídica y falsa”, coincidiendo con Xeridia en ese punto. Y añaden, “Además, su capacidad de aprendizaje se ve limitada a la información con la que fue entrenado, lo que significa que puede estar desactualizado en ciertos temas”.
Al margen de la ley
No sabemos a qué velocidad crecerá esta tecnología después del paso adelante que ha supuesto ChatGPT, creando textos, o MidJourney, como generador de imágenes, pero lo que está claro es que, si siguen evolucionando con esta rapidez, los aspectos relacionados con la seguridad pasarán a ser críticos y deberán estar bien regulados.
Una regulación que países como Italia, Francia y ahora España están empezando a plantearse para intentar acotar este tipo de herramientas, en algunos casos llegando a prohibirla como el caso italiano. Lo que reflejan preocupaciones legítimas sobre la privacidad, la protección de datos y el cumplimiento de las regulaciones existentes.
Una cuestión ante la que también opina Xeridia. “Si bien en el pasado se ha cometido el error de no regular o hacerlo demasiado tarde ciertas tecnologías o servicios de Internet, en este caso consideramos que prohibir el uso de una tecnología como ChatGPT en todo un país, es potencialmente negativo para la capacidad de innovación y de desarrollo del país”.
Plain Concepts, por su parte, señala que estos países están tratando de garantizar que se respeten los derechos de los ciudadanos y que las empresas de tecnología actúen de manera responsable y ética en el uso de tecnologías de inteligencia artificial, pero puntualiza: “aunque es importante abordar estas preocupaciones, la prohibición total o las restricciones severas en el uso de ChatGPT podrían tener un impacto negativo en estos países”.
Censurar el uso de nuevas tecnologías representa un freno a la evolución tecnológica, especialmente en un campo en constante crecimiento como es el de la inteligencia artificial. “ChatGPT puede mejorar significativamente el rendimiento de las empresas en múltiples tareas, lo que hace que los países que no tienen acceso a esta tecnología pueden ver mermada su capacidad en términos de competitividad empresarial”, auguran desde Xeridia.
Y es por ello, que empresas como Plain Concepts, comprometidos con las empresas y la protección de la privacidad de sus datos, desarrollan soluciones que respeten y salvaguarden la privacidad y seguridad de la información. “Una de las maneras en que abordamos este desafío es mediante la implementación de soluciones de IA en entornos privados y seguros. Estos entornos están diseñados para garantizar que los datos sensibles y confidenciales de las empresas permanezcan protegidos y bajo su control”, garantizan.
Para Xeridia, la solución es clara: “Buscar alternativas que nos permitan utilizar esta tecnología de manera responsable y ética, tomando las medidas necesarias para garantizar su uso seguro y eficiente, estableciendo protocolos de verificación de información y capacitación para las personas que lo utilicen”.
“Sería más efectivo implementar regulaciones específicas y políticas que aseguren un uso ético y responsable de la Inteligencia Artificial, permitiendo a las empresas y usuarios aprovechar los beneficios de la IA al tiempo que se abordan las preocupaciones sobre la privacidad y la protección de datos”, sugiere Plain Concepts.
La inteligencia artificial continuará evolucionando, mejorando en términos de capacidad y eficiencia, y expandiéndose a nuevos campos de aplicación. A medida que la Inteligencia Artificial se integre en aspectos de la vida cotidiana, como la salud, la educación y la forma en que nos informamos, la sociedad en su conjunto se volverá cada vez más consciente de sus implicaciones éticas, legales y de privacidad.
Por lo que ambas entidades comparten que es fundamental establecer directrices claras, promover prácticas responsables y garantizar que se implementen medidas adecuadas para proteger la privacidad y la información sensible de los usuarios. Y que los reguladores y los desarrolladores de IA deben trabajar juntos para establecer marcos legales sólidos y prácticas responsables que permitan el uso beneficioso de la inteligencia artificial sin comprometer la privacidad y la seguridad de los usuarios.
La creciente capacidad de los programas de inteligencia artificial para generar contenido escrito automáticamente plantea preguntas sobre la viabilidad a largo plazo de estos trabajos. Si bien es cierto que estos programas aún no pueden replicar completamente el talento y la creatividad de un redactor humano, cada vez se acercan más. Esto significa que es posible que, en el futuro cercano, los redactores deban adaptarse y evolucionar para encontrar nuevas formas de agregar valor a sus trabajos y diferenciarse de las máquinas.
Y ahora te planteamos, ¿crees que este artículo lo ha escrito una persona o ChatGPT?