La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de agosto fue del –0,5%, una décima por encima de la registrada el mes anterior, según los datos confirmados publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esta manera, la inflación general suma cinco meses en terreno negativo, después de mantenerse en equilibrio en marzo.
Los grupos que destacan por su influencia en el aumento de la tasa anual fueron la vivienda, cuya tasa se incrementó más de un punto y se situó en el –2,7%, por la subida de los precios de la electricidad; hoteles, cafés y restaurantes, que aumentó su variación dos décimas, hasta el 0,5%, por la subida de los precios del alojamiento, y el transporte, con una variación del –4,4%, por el incremento de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal este mes. Además, en sentido contrario, destaca el transporte aéreo de pasajeros.
Por su parte, el grupo con mayor influencia negativa en la evolución del IPC en agosto fue el ocio y la cultura, que presentó una tasa del –2,1%, un punto menor que la del mes anterior, debida a que los precios de los paquetes turísticos aumentaron más en 2019 que este mes.
La variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó dos décimas, hasta el 0,4%, con lo que se sitúa nueve décimas por encima de la del IPC general.
En comparación con el mes de julio, el IPC general no registró variación.
En un análisis de los efectos del Covid-19, los bienes estudiados incluyen productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal.
La tasa anual de estos bienes se situó en el 1,7% en agosto, una décima menos que el mes anterior. Destacaron las frutas frescas, cuyos precios bajaron este mes menos que en agosto de 2019, y la leche, queso y huevos, que descendieron sus precios este mes frente a la subida del año pasado.
En cuanto a los servicios analizados para medir el impacto del Covid-19, este grupo engloba servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios.
Los precios de estos servicios aumentaron ocho décimas, hasta el –2,1% en agosto, debido al aumento de los precios de la electricidad, frente al descenso registrado en 2019.
Por comunidades autónomas, la tasa anual del IPC aumentó en 10 regiones en agosto respecto a julio, se mantuvo en cuatro y disminuyó en tres.
Canarias, Cantabria e Islas Baleares fueron las comunidades donde disminuyó la tasa anual, con un descenso de dos décimas en las dos primeras y de una décima en la última.
El mayor incremento se produjo en Comunidad Foral de Navarra, con una subida de cuatro décimas.
Por otra parte, el IPC Armonizado (IPCA) mostró una tasa anual del -0,6%, una décima por encima de la registrada el mes anterior.
Medido a impuestos constantes, el IPC se situó en el –0,5%, la misma que la registrada por el IPC general. El IPC armonizado a impuestos constantes presentó una tasa anual del –0,6%, la misma que la del IPCA.