Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, y para conocer en profundidad la realidad empresarial desde el punto de vista del liderazgo femenino, Capital celebra su Semana de la Mujer Directiva y reúne a 9 mujeres de diferentes sectores de la economía española. Hoy hablamos con Marta Aner, directora de Ventas B2C de Endesa.
A nivel general, ¿qué visión tiene de la economía española?
Considero que habrá una ralentización del crecimiento para 2024, esperándose un año de menos a más, si bien es cierto que el empleo seguirá mejorando gracias al sector servicios.
En la parte comercial del sector energético nos impacta la evolución de los precios de la energía, así como la evolución de la demanda de los clientes y, en ambos casos, estamos viendo que el mercado seguirá a la baja en 2024, aunque de menos a más.
En España, un 38% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, lo que nos ubica como el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el 12º a nivel mundial, según el informe ‘Women in Business 2023’. ¿A qué cree que se debe este buen dato?
Se debe a diferentes variables, como cambios culturales, avances en la igualdad de género y políticas empresariales inclusivas. La conciencia sobre la diversidad de género en el liderazgo ha ido en aumento, lo que ha llevado a un mayor reconocimiento del talento y la capacidad de las mujeres en roles directivos. Sin embargo, hay que destacar que la igualdad de género aún puede variar entre diferentes sectores y empresas en España.
A nivel nacional, ¿qué camino cree que queda por recorrer en este sentido?
La concienciación y la educación sobre la importancia de la equidad de género en todos los niveles de la sociedad son cruciales. Todas las oportunidades de estudios y laborales son aptas para todos los géneros y por eso es importante visualizar referentes para los más jóvenes.
Teniendo en cuenta su trayectoria profesional. ¿Qué balance haría de los cambios que ha habido en estos años en materia de igualdad?
En los últimos años ha habido avances significativos en materia de igualdad, con un mayor reconocimiento de la importancia de la diversidad de género en diversas esferas. Se han implementado políticas y medidas para abordar la brecha de género y se ha producido un aumento en la conciencia social.
La concienciación y la educación sobre la importancia de la equidad de género en todos los niveles de la sociedad son cruciales
Sin embargo, aún persisten desafíos como la representación en ciertos sectores y cargos de alta dirección como pueden ser los consejos de administración de las empresas. El balance muestra avances, pero es importante seguir trabajando para lograr la equidad completa y sostenible.
En su sector en concreto, ¿qué peso tiene la igualdad?
En el sector energético la igualdad de género es un tema relevante. Aunque históricamente ha habido una representación desigual con mayor presencia de hombres, en los últimos años ha habido avances significativos.
Empezando por las carreras más técnicas, las STEM, donde claramente se está avanzando en un número creciente de estudiantes chicas, así como en las empresas, que cada vez implantan medidas más concretas.
¿Cree que desde la Administración se lucha para que la igualdad y la conciliación sean una realidad? Es decir, ¿qué parte hay de ‘relato’ y qué parte hay de ‘acción efectiva’?
La promoción de la igualdad de género en la administración implica tanto el componente narrativo como las acciones efectivas. Pero efectivamente son necesarias las acciones concretas, como la adopción de prácticas de contratación inclusivas, programas de mentoría y la creación de entornos laborales que fomenten continuamente esa igualdad.
Asimismo, el 93% de las empresas españolas cuenta con al menos una mujer en la alta dirección (4 puntos por encima de la media europea). ¿Considera esta cifra fruto de la meritocracia o se trata más bien de un cumplimiento de cuotas?
Creo que es una mezcla de ambas, si quieres empieza con medidas más estructurales de todo el conjunto de la sociedad, pero luego, analizando caso a caso, evidentemente es por meritocracia.
Meritocracia entendida no sólo por los estudios, carrera laboral o cargo actual, sino por el valor que puede aportar.
En cuanto a la brecha salarial de género, esta se ha situado en el 18,6% (la más estrecha de los últimos 15 años), según los últimos datos de la EPA, lo que supone que las mujeres deberían cobrar 4.341 euros de media más al año para recibir el mismo salario que los hombres. ¿Cree que será posible cerrar esta brecha? ¿Qué se necesita, a nivel empresarial, para conseguirlo?
Estoy convencida de que llegará el momento en el que dejaremos de nombrar la palabra “brecha” y, para eso, lo fundamental es equiparar la retribución al valor que aporta la persona, con independencia del género.