El amianto está relacionado con el desarrollo del cáncer en varias modalidades, según diversos estudios que han tratado el asunto. En muchos lugares han prohibido su uso, algo que en EEUU no han hecho hasta ahora.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) se pronunció este lunes sobre este material en una decisión que se califica de "histórica". Según la EPA, durante tres décadas se ha conocido el peligro de este material y, sin embargo, no se ha actuado desde las administraciones.
"La ciencia es clara. El amianto es un cancerígeno demostrado que tiene un grave impacto en la salud pública. El presidente Joe Biden comprende que ha afectado a generaciones enteras, la vida de incontables personas. Es por eso que la EPA se enorgullece de culminar esta prohibición tan necesaria del uso del amianto", ha explicado el administrador de la EPA, Michael S. Regan.
En concreto la prohibición se refiere a la utilización de fibras de crisolito, la única variedad de amianto que hasta ahora era legal importar o emplear en Estados Unidos y cuyos usos se concentraban en la fabricación de piezas de automóviles como frenos, revestimientos y juntas.
La propia EPA destaca que el uso del amianto lleva años en declive en Estados Unidos, pero reconoce más de 40.000 muertes directamente relacionadas con la exposición a este material. En concreto, se han constatado casos de cáncer de pulmón, mesotelioma, cáncer de ovario o cáncer de laringe.
El mapa de prohibición del amianto incluye a la mayoría de países europeos, a Chile, Argentina, Argelia, Turquía, Australia, Sudáfrica, Egipto o Arabia Saudí. Gigantes económicos como China, India, Canadá o Rusia siguen utilizándolo.