En un contexto global de desaceleración del crecimiento, España sigue manteniendo unas previsiones muy por encima de la Unión Europea. La buena evolución del empleo, y su impacto sobre la demanda interna, es uno de los indicadores clave sobre los que pivotan esas expectativas.
El 16% de las empresas españolas, un punto más que el año anterior, prevé registrar crecimientos de plantilla frente a un limitado 1,2% que prevé un retroceso. El dato procede de uno de los trabajos de campo más amplios y exhaustivos que analiza el tejido empresarial español: las cerca de 470.000 entrevistas que realizó Iberinform en 2018, para enriquecer la calidad de su información, a los equipos gestores de las empresas españolas.
El dato positivo contrasta, sin embargo, con el 43% de empresas que prevé registrar crecimientos en su facturación. El entorno de crecimiento de las ventas tiene un impacto positivo, pero no equivalente, en la creación de empleo. Dicho de otro modo: de cada tres empresas que espera crecer en ventas, solo una creará nuevo empleo. Tras años de ajuste para ganar competitividad, las empresas se muestran muy prudentes a la hora de trasladar los incrementos en la facturación a un aumento de plantilla.
Entre las empresas dedicadas a la agricultura y la ganadería, un 23% espera crecimientos a corto plazo. El segundo sector con mayor dinamismo del empleo es la construcción, donde este porcentaje alcanza el 21%.
En todas las Comunidades Autónomas el porcentaje de empresas que prevén incrementos de plantilla supera con creces al de las que trabajan con escenarios de caída, pero las diferencias son significativas. Los porcentajes más elevados de empresas que trabajan con escenarios de crecimiento de plantilla se dan en Baleares (26%), Canarias (21%) y Andalucía (19%). Los porcentajes caen sensiblemente en Navarra (9,0%) y La Rioja (10%).