Endesa: “Hay cierta oposición local organizada que persigue frenar el desarrollo de la generación renovable, en ocasiones, por desconfianza y falta de conocimiento”
En la encrucijada de la urgencia climática y la búsqueda de un desarrollo económico sostenible, las energías renovables emergen como protagonistas indiscutibles del panorama energético global. En este contexto, su creciente relevancia no solo se traduce en una transición hacia fuentes más limpias y eficientes, sino también en una transformación económica con repercusiones significativas en múltiples sectores.
Las energías renovables, comprendidas por la energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa, no solo representan una alternativa crucial para reducir las emisiones de carbono y mitigar el cambio climático, sino que también ofrecen oportunidades económicas sin precedentes. Con todo, Capital habla con Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2); Juan Bachiller, director general de ABB Motion España, y Manuel Losada, CEO de Isotrol.
El estatus del sector
El sector de las energías renovables vive, hoy por hoy, su momento de oro. Todos hemos sido participes del crecimiento que han tenido durante los últimos años, y más, en un país como el nuestro. Según los datos del último informe de Red Eléctrica de 2023, las energías renovables batieron récord histórico en España y ya representan más de la mitad de la electricidad que se consume en el país, con una cuota del 50,8% del mix nacional en 2023, frente al 42,2% de 2022, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco). Esto demuestra el momento tan interesante que vive el sector actualmente.
Por otro lado, los datos del Observatorio de Energías Renovables del Foro Sella van más allá y recalcan que la generación de energías renovables cubrió el 54,9% de la demanda del sistema eléctrico en España en 2023. En concreto, las renovables alcanzaron un récord de 134.315 GWh (gigavatios hora) inyectados al sistema, un 15,1% más que el año anterior y un 37,2% más que en 2019, según datos de la compañía eléctrica Redeia (anteriormente, Red Eléctrica).
Las fuentes que más impulsaron el crecimiento de la energía verde fueron la solar fotovoltaica, cuyo despliegue le permitió avanzar un 33,8% y marcar un nuevo máximo (37.328 GWh), y la hidroeléctrica, que aumentó un 41,1% gracias a la recuperación de las lluvias en diversas zonas de España.
Y, como indica el director general de ABB Motion España, Juan Bachiller, esto no es solo interesante desde el punto de vista de la generación, sino también desde el punto del sector en sí. “Estamos hablando de que en España tenemos a grandes empresas eléctricas que están liderando el sector y todo ese tejido productivo que hemos sido capaces de desarrollar en España, siendo líderes en energía eólica o solar. Por tanto, estamos en una parte muy importante de crecimiento y consolidación y tenemos grandes perspectivas de futuro”, señala.
Al respecto, el CEO de Isotrol, Manuel Losada, defiende que, en los últimos años, han visto una progresión “brutal”. Como explica, a pesar de que España vivió un parón importante en materia de energías renovables, ahora ha habido un gran acelerón. “Ahora la clave es que sigamos con esa velocidad de crucero que hemos arrancado”, manifiesta.
Juan Bachiller, director general de ABB Motion España: “Debemos aprovechar la oportunidad única que tenemos en España, no hay otra opción”
“La entrada de renovables se ha acelerado en los últimos años, pero aun así queda mucho por hacer hasta llegar a descarbonizar el sector energético en 2050”, señalan fuentes de Endesa. La compañía señala que “la sociedad no es plenamente consciente del riesgo al que nos enfrentamos con el cambio climático, le pesa más el impacto visual y estético de la renovable”.
Además, Endesa identifica tres grandes retos que pueden frenar este crecimiento: “la falta de electrificación (el objetivo ahora es descarbonizar otros consumos fósiles, como el petróleo o el gas natural); una red insuficiente para acoger la nueva generación, electrificación y almacenamiento, y la creciente opinión pública contraria al desarrollo de la renovable y como consecuencia la parálisis de muchos proyectos por la creciente judicialización de las tramitaciones”.
En la actualidad, España vive inmersa en una carrera de fondo llamada Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030, que ha venido a actualizar el que se propuso en 2020. En sí, el Pniec es una estrategia clave para España en la transición hacia un modelo energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Sus principales objetivos se centran en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el fomento de las energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la modernización del sistema energético español.
Entre los objetivos específicos del Pniec 2023-2030, se observa que el Gobierno ha aumentado el objetivo eólico en un 23%, y, en materia fotovoltaica, mientras que el documento de 2020 fijaba como objetivo alcanzar en esa fecha los 39.181 megas, el ahora aprobado eleva ese dato hasta los 76.387 megavatios, lo que supone casi duplicar el objetivo primero y triplicar la potencia fotovoltaica instalada. En resumen, el objetivo es aumentar el peso de las renovables hasta el 48% del consumo final de energía.
Asimismo, la actualización propone reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 32% en 2030 respecto a 1990, mientras que el plan de 2020 proponía una reducción del 23%. Así, también plantea generar el 81% de la electricidad con energía renovable en 2030, mejorar la eficiencia energética hasta el 44% en términos de energía final y reducir la dependencia energética hasta el 51% en 2030, que en 2019 era del 73%.
Según el borrador del Pniec 2023-2030, se estima que, para alcanzar los objetivos del plan, es necesaria una inversión acumulada de 294.000 millones de euros hasta 2030. En lo que a los impactos macroeconómicos se refiere, el PIB aumentaría un 2,5% en 2030 con respecto al escenario tendencial; mientras que la creación de empleo se situaría entre 66.000 y 71.000 empleos al año.
No obstante, la generación de actividad económica y empleo dependerá también de la capacidad de los sectores para aprovechar las oportunidades existentes y minimizar los riesgos, tal y como sostiene el Miteco.
En cuanto a los impactos sociales, sostienen que serán beneficiosos para todos los hogares, pero relativamente para aquellos con menor renta y, en cuanto a la salud, las emisiones contaminantes atmosféricas se reducirían notablemente. De hecho, el Miteco añade el siguiente dato: “Las muertes prematuras se reducirían un 49% en 2030 con respecto a 2019, pasando de 11.952 muertes prematuras a 6.067”.
Las incógnitas del Pniec 2023-2030
Hay quienes creen que este plan es inalcanzable o que cuenta con numerosos retos, pero, como bien expone el CEO de Isotrol, “la única forma de conseguir realmente que esto acabe siendo una realidad es con un plan ambicioso”.
No obstante, continúa, sí que es cierto que tiene muchas incógnitas. Una de ellas es la que hace referencia a la financiación. Realmente, tal y como detalla el borrador de la actualización del Pniec, se estima la movilización de una inversión de 294.000 millones de euros, de los que un 85% será privada y un 15% será publica, perteneciendo un 11% a los fondos europeos. Y, como explica Losada (Isotrol), “hay que convencer a los inversores”.
La realidad es que España es el octavo país del mundo con mayor atractivo inversor en energías renovables, según la 61 edición del informe Renewable Energy Country Attractiveness Index (Recai), elaborado por EY. También es, tras Alemania, el 2º país de la UE que más inversión ha concentrado en financiación para la nueva construcción de activos para proyectos de energías renovables en el periodo 2017-2021, según Bloomberg Climatescope 2022, y el 7º a nivel mundial.
En 2022, España fue el tercer país en la recepción de proyectos greenfield en el sector de las energías renovables y el 4º país que recibió más proyectos que implican la realización de actividades de I+D, así como el 4º en el ranking de países receptores de proyectos de automoción o relacionados con hidrógeno limpio, según DataInvex4.
Manuel Losada, CEO de Isotrol: “Es fundamental que se termine de regular, porque es lo que nos va a permitir manejar muchísimo mejor los tiempos y hacer más atractiva la inversión”
Por otro lado, la segunda de las incógnitas, según Manuel Losada, es la regulación. Ahora, como sostiene, la regulación ha vuelto a acelerarse y parece que empieza a funcionar, pero “es fundamental que se termine de regular, porque es lo que nos va a permitir manejar muchísimo mejor los tiempos y hacer más atractiva la inversión, para que el inversor vea que los procesos son ágiles y sientan esa tranquilidad”.
Algo en lo que también coincide el director general de ABB Motion España, quien argumenta que uno de los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad el sector es la estabilidad: “Necesitamos cierta estabilidad, tanto en la parte de la apuesta política, como en la de la regulación, así como que haya ciertas agilidades desde el punto de vista administrativo”.
En una línea similar se expresan desde Endesa, y afirman que “es imprescindible posibilitar e incentivar la electrificación lo antes posible y actualizar la retribución de la red de distribución, de forma que ponga en marcha las inversiones necesarias para la adecuación de las redes”.
En tercer lugar, el tema de las baterías y el almacenamiento. “Si no tienes una forma de almacenar toda la energía que genera tu país, la posibilidad de independencia energética se va a ver muy condicionada”, confiesa Manuel Losada (Isotrol). Tal y como recalca Juan Bachiller (ABB), lo que ocurre es que, de manera puntual, existe una generación de renovables muy alta en España y hace falta ser capaces de almacenar esa energía que tenemos.
Así, añade Losada (Isotrol), esto no solo afectaría a la capacidad de independencia energética de España, sino que también conlleva un impacto económico, porque hablamos de la participación en el mercado eléctrico.
“Avanzar en materia de almacenamiento va a hacer que tengas puedas empezar a importar y exportar y utilizar muchísimo mejor la explotación de esa energía que se genera, así como la participación en los mercados, que es lo que hará que tengamos una mayor competitividad e independencia como país”, concluye.
Y, por último, pero no menos importante, reforzar la red. “Una de las cosas que tenemos que afrontar como país es la integración de toda la energía renovable intermitente (la procedente, principalmente, de la eólica y solar) que tenemos en la red, por lo que hay que reforzar parte de la instalación existente y la distribución”, sostiene Bachiller (ABB).
El potencial de España
A pesar de que España tenga frente a sí estos retos, es innegable que “estamos viviendo un momento muy dulce con respecto a las renovables”, comenta el CEO de Isotrol. “Tenemos una maravilla de país desde el punto de vista eólico y solar y, si encima, le ponemos el componente del almacenamiento, España será una gran potencia en energía renovable”, a lo que añade que esto impactará directamente en el empleo y en la mejora de la competitividad en la industria, lo que puede hacer que nos situemos a la cabeza de Europa.
Como continúa explicando el director general de ABB Motion España, Juan Bachiller, España es claramente uno de los países líderes en energía renovable. Por un lado, lo que está claro es que disponemos del recurso, por nuestra ubicación geográfica, por el tema de la parte solar y por nuestra disposición, en la que la abundancia de viento hace que tengamos esa gran capacidad.
Además de ello, por otro lado, también se ha visto “un compromiso por la parte de las Administraciones de apostar por las energías sostenibles y también existe un compromiso en cuanto al consumo”. En resumen, estamos combinando todo este potencial y no podemos olvidar que también tenemos el talento. “Tenemos una capacidad de generar y de desarrollar personas con talento, con conocimiento en el sector energético de las renovables y la conjunción de todos estos elementos nos sitúa como el candidato sólido para liderar el sector”, señala.
La duda radica en si seremos o no capaces, como país, de aprovechar ese potencial. La realidad es que España fue uno de los primeros en llegar a la revolución de las renovables. Así lo entiende Manuel Losada (Isotrol), quien entiende que tenemos todos los mimbres para que esto ocurra, pero únicamente hace falta que se cumplan los retos anteriormente mencionados.
Es decir, “lo que hace falta es que tengamos esa ‘alineación’ entre el interés de las administraciones, de las empresas y de los ciudadanos. Debemos aprovechar la oportunidad única que tenemos en España, no hay otra opción”, defiende Juan Bachiller (ABB).
Fuentes de Endesa aseguran que “hay cierta oposición local organizada que persigue frenar el desarrollo de la generación renovable”, e ilustra esta situación con La paralización del desarrollo renovable por parte del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, un auténtico drama no sólo en la lucha contra el cambio climático sino también en el desarrollo económico de Galicia”.