Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, y para conocer en profundidad la realidad empresarial desde el punto de vista del liderazgo femenino, Capital celebra su Semana de la Mujer Directiva y reúne a 9 mujeres de diferentes sectores de la economía española. Hoy hablamos con María Garrón, directora general de DT Global Europa.
A nivel general, ¿qué visión tiene de la economía española?
Durante las últimas décadas la economía española ha experimentado un crecimiento y una diversificación significativos, especialmente en sectores como el turismo, la tecnología y las energías renovables, que han impulsado nuestro desarrollo económico. Sin embargo, todavía persisten grandes desafíos como el desempleo, la deuda pública y la necesidad de mejorar la competitividad en ciertos sectores.
En general, España sigue siendo una economía importante en Europa, pero se enfrenta a grandes retos para mantener y fortalecer su crecimiento a largo plazo.
En España, un 38% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, lo que nos ubica como el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el 12º a nivel mundial, según el informe ‘Women in Business 2023’. ¿A qué cree que se debe este buen dato?
Puede atribuirse a varios factores, como las políticas gubernamentales, el mayor acceso a la capacitación y especialización profesional para las mujeres, así como cambios culturales. Además, las empresas están reconociendo cada vez más el valor añadido de contar con equipos directivos diversos en la toma de decisiones, lo que impulsa la búsqueda activa de mujeres talentosas para roles directivos.
A nivel nacional, ¿qué camino cree que queda por recorrer en este sentido?
Lamentablemente hay aun sectores que podríamos considerar más masculinos o en los que las mujeres no han tenido tanta relevancia. Me refiero a campos como la tecnología, la ingeniería y la construcción donde las mujeres más jóvenes empiezan a hacerse un hueco, pero aún quedan años hasta que ocupen puestos de dirección.
María Garrón (DT Global Europa): "En mis primeros años de carrera tuve que sacrificar aspectos familiares o lidiar con comités de dirección donde yo era la única mujer"
Teniendo en cuenta su trayectoria profesional. ¿Qué balance haría de los cambios que ha habido en estos años en materia de igualdad?
En mi opinión, el cambio más significativo ha sido el de la brecha salarial y el acceso a la toma de decisiones en los puestos de dirección. En mis primeros años de carrera tuve que sacrificar aspectos familiares – como disfrutar de unas bajas de maternidad de solo 40 días – o lidiar con comités de dirección donde yo era la única mujer. Hoy en día, las bajas de maternidad pueden ser compartidas y se ven cada vez más mujeres en puestos de alta dirección.
En su sector en concreto, ¿qué peso tiene la igualdad?
En los puestos de gestión y dirección de proyectos no solo hay igualdad de género, sino incluso una mayor presencia de mujeres realizando estas funciones. Sin embargo, cuando se trata del trabajo en el terreno, los Gobiernos e Instituciones de los países beneficiarios siguen prefiriendo el liderazgo masculino.
¿Cree que desde la Administración se lucha para que la igualdad y la conciliación sean una realidad? Es decir, ¿qué parte hay de ‘relato’ y qué parte hay de ‘acción efectiva’?
La voluntad de llevar a cabo cambios es clara, pero no siempre va en la dirección correcta. Deben ser las empresas las que lideren esas políticas de igualdad y conciliación adaptándose a la realidad de sus mercados.
Asimismo, el 93% de las empresas españolas cuenta con al menos una mujer en la alta dirección (4 puntos por encima de la media europea). ¿Considera esta cifra fruto de la meritocracia o se trata más bien de un cumplimiento de cuotas?
Lamentablemente creo que hay un poco de todo. La imposición de cuotas a través de la discriminación positiva no es siempre la mejor opción desde la perspectiva empresarial. Habría que trabajar por un sistema en el que la meritocracia lleve a esa igualdad de género.
En cuanto a la brecha salarial de género, esta se ha situado en el 18,6% (la más estrecha de los últimos 15 años), según los últimos datos de la EPA, lo que supone que las mujeres deberían cobrar 4.341 euros de media más al año para recibir el mismo salario que los hombres. ¿Cree que será posible cerrar esta brecha? ¿Qué se necesita, a nivel empresarial, para conseguirlo?
Cerrar la brecha salarial de género es un objetivo alcanzable, pero requiere un compromiso firme a nivel empresarial, gubernamental y social. Además, es fundamental abordar los sesgos de género en el lugar de trabajo y promover una cultura organizacional inclusiva que valore y reconozca el talento, independientemente del género.