Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, y para conocer en profundidad la realidad empresarial desde el punto de vista del liderazgo femenino, Capital celebra su Semana de la Mujer Directiva y reúne a 9 mujeres de diferentes sectores de la economía española. Hoy hablamos con Patricia Tejado, directora de Servicios Públicos Digitales de Secure e-Solution de GMV.
A nivel general, ¿qué visión tiene de la economía española?
La economía española ha experimentado una serie de desafíos y cambios en los últimos años, algunos de los cuales se han visto agravados por la pandemia de Covid-19. Los Fondos de Recuperación son una oportunidad sin precedentes que, si ejecutamos bien, se pueden convertir en un revulsivo para el impulso y aceleración en todos los términos económicos. No obstante, si atendemos a datos de tendencias y fuentes del sector económico como el FMI, el 2024 no presenta para España una mejora en la inflación. De igual forma, el desempleo y la productividad estancan el PIB per cápita español en relación con el nivel medio de la eurozona.
Comparto la opinión de que la productividad es la base del bienestar y prosperidad de un país, lo que nos permitirá mejorar salarios, así como aumentar recaudación de impuestos y, por ende, mejorar la prestación de servicios sociales. Está claro que esta asignatura pendiente no terminamos de aprobarla, y es clave. Garantizar el crecimiento de la productividad es garantizar el crecimiento de nuestro país.
Tenemos una oportunidad única con los Fondos de Recuperación y el tiempo se acaba. Una buena ejecución de ellos, la agilidad de la administración en la puesta en marcha de las diferentes medidas y el buen uso puede marcar un punto de inflexión en muchas de las industrias nacionales. Sólo hay que saber jugar bien este partido.
En España, un 38% de los puestos directivos están ocupados por mujeres, lo que nos ubica como el segundo país de la UE con un mayor porcentaje de mujeres directivas y el 12º a nivel mundial, según el informe ‘Women in Business 2023’. ¿A qué cree que se debe este buen dato?
Está claro que estamos viviendo un cambio cultural en la aceptación y reconocimiento de las capacidades y habilidades de las mujeres en roles de liderazgo y esto se debe en gran medida a dos cosas, a mi entender. Por un lado, el despliegue de políticas de igualdad que se han venido y se están impulsando desde los diferentes gobiernos de España, que incluyen medidas que fomentan la presencia de mujeres en equipos directivos. Y, por otro lado, desde la propia empresa privada. Desde muchas empresas, como es el caso de GMV, venimos trabajando en la implementación de políticas internas que promueven la diversidad de género en todos los niveles de la organización.
Todas estas medidas que se han incorporado y siguen avanzando, son buenas y necesarias, pero nunca sin el menoscabo de ese reconocimiento de las capacidades que se necesitan en los diferentes puestos para garantizar el éxito de las empresas y convivencia en los equipos de trabajo.
A nivel nacional, ¿qué camino cree que queda por recorrer en este sentido?
A pesar de que el porcentaje de mujeres en puestos directivos ha aumentado, todavía existe una falta de representación equitativa en los niveles más altos de liderazgo y en los consejos de administración de las empresas. Aunque ha habido un cambio cultural positivo en cuanto a la percepción de las mujeres en roles de liderazgo, aún persisten estereotipos de género y prejuicios que pueden limitar las oportunidades de las mujeres en el lugar de trabajo. De igual forma, este camino pendiente de recorrer se ve en las diferencias salariales que aún persisten en ciertos sectores y empresas según muestran encuestas y estudios de confianza. Abordar esta disparidad es fundamental para promover la igualdad de oportunidades y el progreso de las mujeres en sus carreras profesionales.
Patricia Tejado (GMV): "Las empresas son las primeras interesadas en contar con un equipo directivo que garantice el éxito y crecimiento de la empresa y no contar con un simple cumplimiento de cuotas"
Me siento orgullosa de pertenecer a una compañía como GMV en la que se valora el trabajo y capacidad de la persona sin atender a su sexo. En donde las oportunidades de ascenso se brindan por igual a todos. Contar con empresas que promueven una cultura laboral inclusiva, sin discriminación, con apoyo a la implementación de políticas que favorezcan la conciliación entre el trabajo y la vida personal, es fundamental para apoyar el avance profesional de las mujeres.
Teniendo en cuenta su trayectoria profesional. ¿Qué balance haría de los cambios que ha habido en estos años en materia de igualdad?
Mi trayectoria profesional se ha desarrollado en una compañía en la que la presidencia la lidera una mujer, muy consciente del valor de las personas, sin establecer distinción alguna. Pero sí es cierto que, haciendo un balance de estos últimos 25 años, se ha evolucionado enormemente en dar más visibilidad a la presencia de las mujeres de perfil técnico y el papel fundamental que hemos venido desarrollando en las diferentes áreas y facetas de la compañía.
El TIC no es un sector en el que se encuentren desagravios salariales, aunque sí que se manifiesta una menor proporción de representación femenina en los foros. Es aquí, en donde se ha hecho más hincapié en estos años, por ejemplo, en dar visibilidad a más mujeres en este sector o impulsar acciones que sirvan de acicate a chicas jóvenes que tienen que decidir el camino por el que dirigir su futuro profesional. Contar con mujeres referentes de la industria, darles visibilidad y mostrar la tecnología desde otras perspectivas es una llamada atractiva al talento femenino.
En su sector en concreto, ¿qué peso tiene la igualdad?
El sector de las tecnologías de la información y comunicación y más en concreto el mundo de la ciberseguridad, cuenta con una presencia fundamentalmente masculina. Si vemos los porcentajes de presencia femenina en las aulas de las escuelas técnicas, siguen siendo muy similares a los que teníamos hace más de 20 años.
Sin embargo, un factor muy positivo y alentador es el esfuerzo que se viene realizando por parte de movimientos que pretenden impulsar el talento femenino hacia carreras técnicas, tales como la iniciativa STEM talent girl. Desde GMV, el número de compañeras involucradas en esta labor de divulgación y difusión es muy relevante y seguiremos trabajando en aras de trasladar a nuestras jóvenes promesas la belleza de la tecnología y las mejoras que trae en la calidad de vida de las personas.
¿Cree que desde la Administración se lucha para que la igualdad y la conciliación sean una realidad? Es decir, ¿qué parte hay de ‘relato’ y qué parte hay de ‘acción efectiva’?
Se han venido dando pasos en esta línea, no paso a discutir si más o menos lentos, pero sí es cierto que se ha avanzado enormemente. Nos encontramos, cada vez más, pliegos desde los que la propia Administración está pidiendo a las empresas el contar con un Plan de Igualdad dentro de las políticas de Recursos Humanos.
De igual forma, hay casos, como en algunos proyectos de ayudas y financiación pública en los que se potencia la participación de mujeres en los equipos de proyecto.
Asimismo, el 93% de las empresas españolas cuenta con al menos una mujer en la alta dirección (4 puntos por encima de la media europea). ¿Considera esta cifra fruto de la meritocracia o se trata más bien de un cumplimiento de cuotas?
Las empresas son las primeras interesadas en contar con un equipo directivo que garantice el éxito y crecimiento de la empresa y no contar con un simple cumplimiento de cuotas. Como mujer, pienso que las oportunidades deben ser las mismas para unos u otras, y valorar por los méritos y capacidades de cada uno. Pero es cierto también, que el camino que sigan ambos para alcanzarlo tiene que estar marcado por el mismo nivel de esfuerzo. El camino para recorrer no puede hacérsele más complicado a la mujer por no contar con un equilibrio de responsabilidades en el ámbito personal y profesional.
En cuanto a la brecha salarial de género, esta se ha situado en el 18,6% (la más estrecha de los últimos 15 años), según los últimos datos de la EPA, lo que supone que las mujeres deberían cobrar 4.341 euros de media más al año para recibir el mismo salario que los hombres. ¿Cree que será posible cerrar esta brecha? ¿Qué se necesita, a nivel empresarial, para conseguirlo?
Confío en las medias e iniciativas que desde años se vienen impulsando y estoy convencida que llegaremos a alcanzar esa equidad. Tenemos que seguir trabajando e impulsando estas y otras medidas, crear una cultura social sólida resulta vital. Y desde las empresas, hay que seguir apostando por la implementación de medidas como se viene haciendo. La adopción de políticas de igualdad salarial, de alguna manera, establece un compromiso por parte de la empresa de una remuneración equitativa por trabajos de igual valor, independientemente del género. La realización de auditorías, son medidas que permiten identificar y corregir disparidades.
Desde GMV, por ejemplo, se está realizando una enorme mejora en la promoción de la diversidad y la inclusión, con una política de igualdad de oportunidades para el desarrollo profesional y la promoción. De igual forma, se viene potenciando desde hace años la formación y sensibilización en toda la organización.
Las empresas deben contar con el compromiso firme de implementar políticas y prácticas que promuevan la igualdad. No sólo por ser justos y éticos, sino porque, además, estarán contribuyendo a un mejor desempeño y una mayor retención del talento en la compañía.