La candidata del Partido Popular Europeo, Roberta Metsola, ha sido confirmada este martes como nueva presidenta del Europarlamento, la tercera mujer que ocupa el puesto
La candidata del Partido Popular Europeo, la maltesa Roberta Metsola, ha sido elegida este martes nueva presidenta del Parlamento Europeo para los dos años y medio que restan de legislatura, tras cerrar un acuerdo con Socialistas y Liberales europeos y que la sitúan como sustituta del recientemente fallecido David Sassoli.
El grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) confirmó su apoyo en la tarde del lunes con un breve mensaje en redes sociales anunciando el pacto con el PPE y los Liberales (Renew Europe) para "garantizar una mayoría estable hasta las elecciones de 2024".
Un acuerdo incluye garantías de que habrá una "fuerte representación institucional" de la familia socialdemócrata y un documento de trabajo que recoge las prioridades del grupo, entre ellas la defensa del Estado de Derecho, los derechos de las mujeres y compromisos en materia de las reglas sociales y la dimensión social.
De este modo, Metsola se convierte desde este martes en la tercera mujer en asumir la jefatura de la Eurocámara, un papel para el que en cuatro décadas sólo dos mujeres, las francesas Simone Veil y Nicole Fontaine, lograron ser elegidas por el resto de eurodiputados.
La política maltesa promovió su candidatura después de que el líder del PPE en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber, se autodescartara como alternativa a Sassoli y que este último, que en un principio barajó competir por la reelección, el pasado diciembre anunciara que finalmente tampoco presentaría su candidatura.
La votación para elegir a un nuevo presidente del Parlamento Europeo a mitad de legislatura responde a las normas de la institución y estaba prevista ya antes de la repentina muerte del socialista italiano hace apenas una semana. Tradicionalmente, los principales grupos han alternado a sus respectivos candidatos en la presidencia de la Eurocámara.
La candidatura de Metsola
Metsola, de 42 años de edad, respaldada por el principal partido en la Eurocámara hizo también valer el hecho de ser una candidata joven, mujer y representante de un país pequeño, situado además en el sur de Europa, como contrapeso a los perfiles del resto de altos cargos en la UE.
Con el apoyo de los socialistas y liberales europeos, Metsola se impone a las candidaturas presentadas por la Izquierda europea, con la española Sira Rego (IU) como candidata; por los conservadores y reformistas europeos, con el polaco Kosma Zlotowski y por Los Verdes, con la sueca Alice Kuhnke.