“Más de la mitad de la población mundial utilizará los monederos digitales o wallets en 2025 como métodos de pago”
Tras meses de cuarentena y cambios forzosos en nuestros hábitos de consumo, las empresas han intentado adaptarse con rapidez a las exigencias del nuevo consumidor que va más allá de millennials y centennials. Los hogares se han convertido en espacios digitales, una tendencia que abarca a todos los miembros de la familia.
Ante este escenario e impulsados también por la directiva PSD2, que pretende alinear las necesidades de los consumidores y la tecnología con la regulación de los pagos, en los dos últimos años el mercado ha reaccionado con la creación de nuevos y revolucionarios métodos de pago.
Hay importantes diferencias entre países en la popularidad de los distintos métodos de pago. Mientras que España sigue centrada en la tarjeta de crédito y débito, otros países como Suecia u Holanda prefieren métodos alternativos como las transferencias bancarias directas o los monederos virtuales. Es cuestión de tiempo que estos medios alternativos cobren mayor protagonismo en detrimento de la tarjeta.
De entrada, desde 2020 en España ha habido una tendencia creciente en el uso de los pagos contactless. Este método ha sido adoptado de manera mayoritaria, tanto por consumidores, como por operadores y comerciantes. Tanto es así, que España está a la cabeza de Europa en el uso de esta modalidad. Y se espera que mantenga esta hegemonía.
La pandemia también ha contribuido a acelerar el uso de los pagos mediante monederos digitales (también conocidos como wallets). En 2018, el 18,9 % de la población utilizaba estos wallets. Esta cifra aumentó al 46 % en 2020 y se espera que más de la mitad de la población mundial los utilice en 2025.
Los wallets digitales tienen la misma función básica que los monederos físicos, contener fondos y realizar pagos, pero el formato y el uso es digital. Con esta modalidad, muchos de los intermediarios tradicionales ya no son necesarios a la hora de realizar un pago online, por lo que se pueden ofrecer más opciones de fidelización como puntos, descuentos, recompensas, etc. Y ahorrar en costes.
Otra de las tendencias que veremos este año son las transferencias bancarias directas. Se trata de un método que ofrece ventajas significativas por lo que, si los proveedores son capaces de buscar fórmulas para aumentar su conveniencia, se acabará imponiendo sobre las tarjetas por sus propios méritos.
La llegada de los servicios de iniciación de pagos hace que las transferencias bancarias sean más simples, rápidas, seguras y rentables. En pocas palabras, se realiza una iniciación de pago cuando un cliente permite que un proveedor externo autorizado realice una transferencia bancaria directa desde su cuenta sin necesidad de pasar por una pasarela de pagos tradicional. Para utilizar este tipo de pago, el cliente debe autorizar al proveedor externo para que utilice sus datos bancarios.
La rápida adopción de la directiva PSD2 que rige este método para realizar pagos en línea ya está atrayendo a nuevos actores y tecnologías, desde los llamados GAFA, por sus siglas (Google, Amazon, Facebook, Apple) hasta empresas emergentes del sector fintech. Es un servicio que ampliará su funcionalidad y alcance de aplicación, así que lo que vemos hoy podría ser solo la punta del iceberg.
Otro escenario que cada vez se presenta con mayor fuerza en un mercado cada vez más y más global, es la necesidad de poder realizar pagos transfronterizos con mayor frecuencia. No obstante, este tipo de transacciones suele ser lenta y costosa para clientes y negocios con lo que cada vez es más necesario contar con una opción de pago que nos ofrezca esta posibilidad.
En este sentido, es posible que vuelva a crecer el interés por soluciones de pagos instantáneos a través de APIs, las CBDC (dinero electrónico emitido por algún banco central) u otras criptomonedas para sortear los métodos de pago transfronterizos tan costosos. Los nuevos avances tecnológicos permitirán que tanto las empresas establecidas como las nuevas transformen la industria de los pagos a nivel mundial.