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Revista Capital

José Bayón (Enisa): “Por fin estamos superando aquello de ‘que inventen otros’…” 

Por Redacción Capital

“El emprendimiento es importante, pero no es un fin en sí mismo” 

“También hay que tener espíritu emprendedor en las grandes corporaciones y en las instituciones públicas” 

Emprender se ha convertido en una actividad de riesgo en el contexto actual, marcado por la guerra, la inflación, la amenaza de recesión y la incertidumbre. José Bayón, CEO de ENISA, vuelve a conversar con Capital para detallar el valor del emprendimiento y la labor de la institución como herramienta útil para el desarrollo económico. Y no solo en el ámbito de las startups, también en las grandes corporaciones y en la Administración. 

Hace un año y medio hablábamos con usted sobre innovación, colaboración público-privada, fondos europeos, pandemia... Hoy, el escenario es otro, con una guerra y una crisis marcada por la inflación. ¿Las prioridades han cambiado? 

Este nuevo contexto cambia las prioridades a corto y a medio plazo, pero las mantiene y refuerza a largo plazo. El contexto a corto plazo, evidentemente, tiene que ser salir adelante. Estamos en una situación de guerra. No es una guerra en nuestro territorio, pero nos influye de lleno por ser miembros de la OTAN y de la Unión Europea. En ese aspecto, la prioridad a corto plazo debe ser resolver la crisis energética y de suministros, principalmente, en alimentación, y superar los efectos asociados. 

Para solucionar el problema de la inflación y el ahorro energético es necesaria una verdadera unidad energética dentro de la propia Unión Europea (UE), con acciones coordinadas del Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión (CE), como estamos viendo. Evidentemente, la guerra no la hemos causado ni Europa ni España, pero hay que afrontarla. No vale mirar a otro lado, creo que debemos hacer mucha pedagogía toda la sociedad. Hay que afrontarlo. 

A medio plazo, se aceleran determinadas cuestiones que ya se habían planteado y que la pandemia agilizó. La digitalización y la sostenibilidad son los dos vectores de cambio en la gobernanza global. Esto ya venía de antes de la Covid-19 y con la misma se aceleró, hubo que dar una respuesta común europea. 

Tenemos que buscar mercados alternativos de energía, avanzar más en el desarrollo de renovables y plantear reformas en el mercado eléctrico, como se está haciendo. La aceleración de la transformación energética de la que se venía hablando, en el medio plazo se acelera y en el largo plazo, creo que está claro que se mantiene con esa gestión conjunta, y en nuestro caso europea. 

Las cadenas de suministro son globales, la digitalización es global, los mercados lo son…, pero no así la gobernanza. Y en Europa se mantiene ese objetivo común de tener una integración política energética y económica más fuerte y avanzar en ciencia, así como en investigación, desarrollo industrial y autonomía estratégica. 

En materia energética hay un caso grave que es el de Alemania, donde se están planteando medidas drásticas. Tenemos que ser todos responsables, no podemos cerrar los ojos. 

¿No cree que los ODS de la Agenda 2030 deberían ser reformulados? 

El concepto de la Agenda 2030, fundamentalmente, se basa en dos aspectos. El primero de todos, y el más importante, es el de gobernanza global, es decir, el de asumir que hay una serie de cuestiones que nos afectan a todos los países. Todos los objetivos que están ahí recogidos tras ese concepto de gobernanza global tienen que entenderse ahora con más fuerza.  

La sostenibilidad debe ser económica, ambiental y social. Si no avanzamos en la sostenibilidad ambiental sufriremos, cada vez más, lo que hemos vivido este verano. No recuerdo haber pasado por una sequía y unos incendios tan devastadores como los de este año, pero no solo en España, también en Francia, en Portugal o en Reino Unido. En Madrid va a ser imposible vivir dentro de quince o veinte años sin un aire acondicionado. 

Eso cambia la sociedad, eso es la Agenda 2030 y el objetivo tiene todavía más sentido que antes, aunque como he dicho antes, a corto plazo lo principal es superar las dificultades actuales. 

El 13 % del PIB de España lo sigue aportando el turismo, pero siempre resuena el debate sobre la necesaria industrialización de la economía española… 

El G-7 se conformó como el club de los países más industrializados del mundo, que son en la práctica los más poderosos, porque tienen una industria importante, conocimiento, ciencia, educación… La industria, de alguna manera, es la materialización de todo eso y por ello debe estar en la base de los cambios que se vayan planteando. 

El objetivo del Gobierno y de la Comisión Europea en Europa es seguir aumentando el aporte industrial, y yo creo sinceramente, que en España se está haciendo un esfuerzo muy grande. Del Presupuesto 2021-2023 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) asignado al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR) con 7.100 millones de euros, el 65 % está autorizado a fecha de 30 de mayo, aproximadamente 4.600 millones. 

De estos, hay 3.400 millones destinados al apoyo y fomento de la industria. En este país esto no había sucedido nunca. Esa es la realidad. La transformación económica que estamos viviendo no ha existido en las últimas décadas. España está hablando el mismo lenguaje y al mismo tiempo que Europa, y en algunos aspectos liderando las respuestas. 

Hemos conseguido una fábrica de baterías de Volkswagen en Sagunto y en Extremadura se desarrollará otra de baterías de litio. Hemos planteado un Plan Estratégico de Microchips, pese a lo complicado que es. Tenemos el mejor Centro de Supercomputación de Europa en Barcelona… Son algunos ejemplos de muchos avances que van a marcar nuestro futuro. 

Por fin estamos superando aquello de “que inventen otros…”. España ya se encuentra en el ‘Top 10’ de países para invertir, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), ocupando la sexta posición. Tenemos que inventar y esto enlaza muy bien también con el emprendimiento. Debemos apostar por una industria buena y competitiva, llevamos tres años aumentando a ritmo de entre el 50 y el 60 % la inversión en I+D+i. Es imposible que un país que quiere estar en vanguardia tuviera los datos que tenía. 

¿Qué planes tiene Enisa para contribuir al desarrollo económico del país y en qué sectores se debe actuar? 

Creo que a día de hoy ya somos la institución pública de referencia en materia de emprendimiento. Somos un instrumento público de apoyo al emprendimiento y a la innovación en los pequeños negocios, en las pymes y abordamos todos los sectores. Pero también contamos con líneas específicas para reforzar en un momento dado una actividad, como la línea AgroInnpulso, dotada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca (MAPA), con la intención de aprovechar el altísimo potencial del sector. 

Disponemos de mucha tecnología y mucha innovación y otra línea que tenemos y que es fundamental es la que hemos lanzado con la vicepresidencia económica, concedida, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización. Se trata de la línea Emprendedoras Digitales y nace con un mensaje clarísimo: “No es solo una cuestión de igualdad -que ya sería suficiente-, es además una cuestión de que necesitamos aprovechar el potencial de toda la sociedad para emprender y, por supuesto, el del 50 % de la misma que son las mujeres”.

No es una línea que impulsa el emprendimiento de las mujeres, es una línea para una sociedad mejor y más competitiva. También tenemos que reconocer clarísimamente la aportación y todo el trabajo del sector del capital privado, impulsado desde su propia Asociación, SpainCap, hasta los propios fondos inversores. Aplaudimos esta apuesta decidida por el conocimiento, por la innovación y por el emprendimiento, mirando más allá de sectores más clásicos que hemos visto ya que se agotaban. 

¿Qué busca la Ley de Startups en el panorama emprendedor español? 

La Ley de Startups forma parte de un paquete de tres leyes que están dentro del PRTR del Gobierno orientadas a favorecer el desarrollo empresarial. No todo el PRTR es inversión, sino que también hay importantes reformas que se han impulsado, en este caso desde Economía y que están muy enfocadas a apoyar el emprendimiento y las pymes. La primera es la Ley Crea y Crece para establecimiento de empresas, reducir trámites y costes. La segunda es la Ley Concursal, y la tercera es la Ley de Startups. La Ley, por su nombre oficial, que es de fomento del ecosistema de las empresas emergentes. 

Esta Ley se aprobará este último trimestre del año y es importante porque, primero, reconoce lo que es una startup: empresa de alto valor tecnológico o de conocimiento, con un rápido crecimiento. Y a partir de ahí se les concede un tratamiento fiscal específico en varios aspectos, como, por ejemplo, la reducción del Impuesto sobre Sociedades o el tratamiento de las Stock Options, etc., y establece medidas para favorecer en su conjunto el fomento de las mismas. 

Y en este aspecto me gustaría reflexionar un poco sobre este concepto de ecosistema, porque es muy importante integrar lo que llaman la vieja y la nueva economía en este debate. Creo que hay que combinarlos porque los ecosistemas emprendedores funcionan. 

Como decía antes, hay que contar con el capital privado, que casi siempre viene con una base industrial fuerte. Las grandes corporaciones y las industrias se abren a la innovación abierta para ser más rápidas y competitivas. La combinación de las startups con esa ‘vieja economía’ en mi opinión, es una de las claves para conseguir un modelo económico más moderno y competitivo, que es, en definitiva, el objeto que persigue el Gobierno con todas estas medidas. 

Y me gustaría destacar un aspecto importante, y es que hemos escuchado al sector. Desde el primer borrador se han aceptado sugerencias y se han modificado aspectos que nos han trasladado y que, sin duda, han mejorado esta futura Ley. 

Aparte de esto, Enisa también tiene otro papel fundamental por encargo del Alto Comisionado para España Nación Emprendedora, que es el desarrollo de la marca España Nación Emprendedora. Esto fomenta el posicionamiento de España fuera de nuestro país, pero también impulsa el valor del emprendimiento dentro de nuestro territorio. 

El emprendimiento es importante, pero no es un fin en sí mismo. El fin en sí mismo es tener un modelo económico equilibrado, sano y que nos permita generar riqueza y una mejor calidad de vida para la sociedad española. 

¿Cuál es la huella que quiere dejar usted como CEO en la empresa, en el ecosistema emprendedor y en desarrollo económico de España? 

Quiero que el ecosistema emprendedor perciba lo útil que puede ser Enisa y le saque todo el partido posible. Creo que a día de hoy esto se percibe, pero debemos seguir avanzando. El Mincotur, y en concreto, la ministra Reyes Maroto, me propuso como CEO con este objetivo y en ello tengo puesto todo el empeño. Esto supone también una transformación y adaptación interna de Enisa. 

Buscamos que el emprendimiento innovador sea un gran acicate para tener un modelo económico y social mejor en nuestro país. Y me gustaría consolidar a Enisa como el instrumento claro de referencia en el emprendimiento a través del fortalecimiento de nuestros préstamos participativos, por un lado, y del impulso a las políticas relacionadas con ello por otro. Hemos elevado casi en un 40 % el presupuesto y estamos trabajando con el Fondo Europeo de Inversión (FEI) para respaldar todo lo posible nuestros préstamos fallidos. 

Además de gestionar la Ley de Startups y la marca ENE, también buscamos extender el modelo y hacer una pedagogía positiva de lo que es el emprendimiento en la sociedad española. Su utilidad es fundamental. Además, más allá del emprendimiento que crea nuevas empresas, también hay que tener espíritu emprendedor en las grandes corporaciones y en las instituciones públicas. 

Fotografías: Santi Burgos

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