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energía

Teresa Ribera, sobre las críticas de Brufau a la política climática del Gobierno: "Lo tomaba por un hombre moderno"

La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, salió al paso este miércoles de las críticas vertidas por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, sobre la política climática del Gobierno señalando que "lo tomaba por un hombre moderno que entendía los tiempos y los desafíos de una empresa energética que tiene por delante unos cuantos interrogantes importantes" al estar vinculada al petróleo y al gas.
La Sala III del Tribunal Supremo ha confirmado que Repsol es responsable de una sanción de 22.590.000 euros impuesta el 2 de julio de 2016 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la compañía por conductas colusorias consistentes en acuerdos de coordinación e intercambios de información estratégica en materia de precios en el sector de los combustibles en España cometidas por una filial. El tribunal estima así un recurso de la Abogacía del Estado y revoca la sentencia de la Audiencia Nacional que anuló la multa por considerar que no podía considerarse autora de la infracción a Repsol como empresa matriz cuando los hechos sancionados fueron cometidos materialmente por Repsol Comercial de Productos Petrolíferos. La Audiencia Nacional consideró vulnerado el principio de personalidad de la pena cuando la CNMC, en la resolución sancionadora, declaró a Repsol S.A., como sociedad matriz, autora y responsable de los acuerdos colusorios realizados materialmente por la filial, lo que supuso que la CNMC aplicara una responsabilidad objetiva. Sin embargo, el Supremo establece que “es conforme con los principios de personalidad y culpabilidad, comprendidos en los artículos 24 y 25 de la Constitución, sancionar a una sociedad matriz en concepto de autora de comportamientos colusorios constitutivos de infracciones de competencia materializados por una sociedad filial respecto de la que tienen un control del 100% o próximo a ese porcentaje (99,78%) cuando aquella sociedad ha suplantado y sustituye la voluntad de ésta, desplegando dicha actuación como una unidad de negocio, ello al amparo del artículo 61.1 y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia”. En aplicación de esa doctrina, la Sala estima el recurso de la Abogacía del Estado y repone la multa a Repsol como sociedad matriz. Este mismo asunto tiene otra causa abierta en la audiencia Nacional puesto…
Si dispone de 500 euros y no quiere tenerlos inactivos en el banco, está de suerte y ahora tal vez pueda invertirlos en renovables. Esta la apuesta de Fundeen, una startup procedente de Ávila, que acaba de obtener el 100% de la financiación de su primer proyecto, una instalación fotovoltaica en Málaga, en menos de 24 horas. El pasado enero, Fundeen obtuvo la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tras un largo proceso de casi 15 meses, convirtiendo a sus fundadores, los hermanos Nacho y Adrián Bautista, en los directivos más jóvenes de la historia de España en conseguirla. Fue un paso de gigante para una startup joven como Fundeen. "El crowdfunding de inversión es un negocio regulado en España y está supervisado por la CNMV, como cualquier otro producto de inversión que se pueda contratar en una entidad financiera", explica su consejero delegado, Nacho Bautista. Esta aprobación "aporta profesionalidad a nuestro servicio y confianza a nuestros inversores, que son para los que nos dejamos la piel en cada proyecto que evaluamos". La startup nació en 2017, tras recibir el galardón del programa de emprendimiento Santander Yuzz de la UAX, que les dio la oportunidad de viajar a Silicon Valley. La idea surge, como cuenta Nacho, con la convicción de que "nuestra generación tiene la responsabilidad de generar su propio impacto positivo en el medio ambiente, algo que se puede conseguir apoyando el desarrollo de tecnologías limpias. Es por eso por lo que Fundeen pretende democratizar la inversión en proyectos de energía renovable y hacerlo accesible a todos y cada uno de nosotros", apunta Bautista. Inversiones desde 500 euros, para construir un mundo renovable Fundeen busca "que todos los particulares puedan, si quieren, participar en el sector de las energías renovables, que, además de ser rentable, tiene un carácter…
Cada ser humano es una máquina energética, que en reposo disipa algo más de 100 vatios (de energía térmica) de los cuales unos 30 se generan en el cerebro. 100 vatios son lo que consume una bombilla de incandescencia clásica, que ya deberían haber desaparecido de nuestro entorno, sustituidas por LED. Pero esa actualización se resiste, en gran parte por desconocimiento del público en general, y en otra gran parte por desconocimiento de los responsables políticos, decididos a esperar a que la curva de aprendizaje la paguen otros. Pero como España es el país de los pendulazos, de tanto en tanto esos responsables deciden irresponsabilidades como la del gobierno Zapatero con la política de promoción de las renovables desplegada por el ministro Montilla en 2007, que propició dos cosas: que la mitad de la potencia fotovoltaica instalada en el mundo en 2008 fuera instalada en España (que pagó así la expansión del silicio policristalino chino); y que en España cerrara casi la totalidad de la industria fotovoltaica propia. En otras palabras: que el 30% de nuestra energía natural que se lleva el cerebro, no resulta muy eficiente a estos efectos; que son socioeconómicamente muy importantes. Si contamos lo que en media consume de energía “artificial” un homo sapiens sapiens actual, resulta que es, en media, casi 20 veces la energía de su alimentación. Y como somos 6.700 millones de individuos, el monto total del consumo energético se eleva a casi 14 TW (teravatios, o billones de vatios); lo cual representa un gran negocio mundial, donde el papel de España es prácticamente insignificante. Nuestro sector energético tiene mucho de provinciano, y como todo provincianismo, tendencia a discusiones de patio de vecinos. No hace muchos años, un ministro del ramo empleó insultos poco velados contra la cúpula eléctrica del país por una…
José María Martínez-Val es catedrático de la ETSII-UPM y presidente de la sección de Ingeniería de la Real Academia de Doctores de España Cada ser humano es una máquina energética, que en reposo disipa algo más de 100 vatios (de energía térmica) de los cuales unos 30 se generan en el cerebro. 100 vatios son lo que consume una bombilla de incandescencia clásica, que ya deberían haber desaparecido de nuestro entorno, sustituidas por LED. Pero esa actualización se resiste, en gran parte por desconocimiento del público en general, y en otra gran parte por desconocimiento de los responsables políticos, decididos a esperar a que la curva de aprendizaje la paguen otros. Pero como España es el país de los pendulazos, de tanto en tanto esos responsables deciden irresponsabilidades como la del gobierno Zapatero con la política de promoción de las renovables desplegada por el ministro Montilla en 2007, que propició dos cosas: que la mitad de la potencia fotovoltaica instalada en el mundo en 2008 fuera instalada en España (que pagó así la expansión del silicio policristalino chino); y que en España cerrara casi la totalidad de la industria fotovoltaica propia. En otras palabras: que el 30% de nuestra energía natural que se lleva el cerebro, no resulta muy eficiente a estos efectos; que son socioeconómicamente muy importantes. Si contamos lo que en media consume de energía “artificial” un homo sapiens sapiens actual, resulta que es, en media, casi 20 veces la energía de su alimentación. Y como somos 6.700 millones de individuos, el monto total del consumo energético se eleva a casi 14 TW (teravatios, o billones de vatios); lo cual representa un gran negocio mundial, donde el papel de España es prácticamente insignificante. Nuestro sector energético tiene mucho de provinciano, y como todo provincianismo, tendencia a discusiones de…