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El BCE, encrucijado: entre contener la inflación y evitar una recesión

El próximo 17 de octubre, el Banco Central Europeo (BCE) celebrará una reunión decisiva en un momento en que la economía de la eurozona enfrenta varios desafíos. La atención de los mercados se centra en la política monetaria del BCE, especialmente en los tipos de interés y las decisiones futuras de la institución bajo la presidencia de Christine Lagarde. Con una inflación aún por encima de los niveles objetivo, pero con claros signos de desaceleración económica en la región, el BCE se encuentra en una encrucijada. En el pasado reciente, el BCE optó por endurecer su política monetaria para frenar una inflación que alcanzó niveles no vistos en décadas. Para ello, ha implementado sucesivas subidas de tipos de interés, lo que ha impactado en el coste de los préstamos para empresas y consumidores, así como en los mercados financieros. Sin embargo, el BCE tomó el camino contrario en junio, cuando llevó a cabo la primera bajada de tipos, en una decisión inusual, en tanto que adelantó a la Reserva Federal, que mantuvo los tipos sin cambios. El dilema actual del BCE radica en encontrar un equilibrio entre controlar la inflación y evitar una recesión profunda en la eurozona. El aumento de los precios ha comenzado a moderarse, y de hecho, en septiembre quedó en el 1,8%, por debajo del objetivo del BCE. Además, varios indicadores económicos, como la producción industrial y la confianza empresarial, apuntan a una posible contracción económica en algunos países clave de la región, como Alemania y Francia. Las perspectivas para la reunión del 17 de octubre De cara a esta próxima reunión, los analistas se dividen en cuanto a lo que podría suceder. Algunos creen que el BCE mantendrá los tipos de interés en su nivel actual, argumentando que las subidas anteriores necesitan más tiempo para…
En mayo, la tasa de inflación en la zona euro alcanzó el 2,6% anual, lo que representa un aumento de dos décimas respecto al incremento de precios observado en abril, según la segunda estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadísticas de la comunidad. Así, la inflación anual en la eurozona experimentó su primer aumento desde diciembre de 2023, situándose en su nivel más alto desde febrero pasado. En el conjunto de la Unión Europea (UE), la inflación anual se situó en el 2,7% en el quinto mes del año, una décima más que en abril. El incremento de la inflación en la región del euro fue impulsado por un aumento del 0,3% en el costo de la energía, después de haberse reducido un 0,6% anual en abril, mientras que los alimentos frescos subieron un 1,8%, seis décimas más. Asimismo, los bienes energéticos no industriales aumentaron un 0,7% en mayo, dos décimas menos que el mes anterior, pero los servicios subieron un 4,1%, frente al 3,7% de abril, alcanzando su mayor nivel desde octubre de 2023. Al excluir el impacto de la energía, la tasa de inflación subió al 2,8%, una décima más que en abril, y al excluir también alimentos, tabaco y alcohol, la tasa subyacente se elevó al 2,9% desde el 2,7%. Entre los Veintisiete, las tasas de inflación anual más bajas se registraron en Letonia (0%), Finlandia (0,4%) e Italia (0,8%), mientras que las más altas se observaron en Rumanía (5,8%), Bélgica (4,9%) y Croacia (4,3%). En comparación con abril, la inflación anual disminuyó en once Estados miembros, se mantuvo sin cambios en dos y aumentó en catorce. En el caso de España, la tasa de inflación armonizada alcanzó el 3,8% en mayo, cuatro décimas más que en abril, ampliando a 1,2 puntos porcentuales la diferencia de precios desfavorable para el…
La subida de los precios está poniendo contra las cuerdas a los mercados tradicionales. Ante la brusquedad de los cambios, las empresas buscan la forma de adaptarse a la complejidad de los nuevos sistemas productivos. El aumento de los costes La situación económica mundial ha incrementado los costes de producción, transporte y venta, saliendo mal paradas desde las compañías de sectores primarios hasta las dedicadas a los servicios. Paliar ese incremento es el objetivo de la gran mayoría de las empresas de nuestro país, que tratan de buscar una solución al tiempo que hacen malabares para evitar despedir a sus empleados. La asesoría financiera Grant Thornton ha elaborado un informe relacionado con este tema. El informe, llamado International Business Report refleja las dificultades a las que se enfrentan las compañías de todo el mundo ante la situación actual, al tiempo que señala las preocupaciones de las empresas y las posibles soluciones a sus problemas. El IPC llegó a escalar en julio de 2022 hasta el 10,8%, pero progresivamente ha descendido mes a mes hasta situarse en marzo de 2024 en el 3,2%, lo que supone un ligero aumento desde febrero. Además, la tasa anual de la inflación subyacente también ha ido descendiendo, hasta situarse actualmente en el 3,3%. Si analizamos los efectos que este incremento de los precios ha tenido en las compañías españolas, en su mayoría han sido negativos. Los costes de producción se han incrementado, la obtención de materias primas y, como consecuencia, la mayor parte de los sectores ha tenido que elevar los precios de sus productos o servicios, lo que aumentaba a su vez aún más la propia inflación. El Banco Central Europeo trabajó en políticas monetarias de enfriamiento de la economía, a través de la subida de tipos de interés, lo que, junto a las…
Ya se ha estado viendo estas últimas semanas con los resultados de las empresas cotizadas: las sospechas se disparan cuando los beneficios suben. Ocurre lo mismo en el caso de Mercadona, cuyas ganancias se han disparado un 40%, desde los 718 millones de 2022 hasta los 1.009 millones de euros del año pasado. Para la compañía es un triunfo, tal y como lo explicó ayer el propio presidente, Juan Roig, pero supone poner sobre sí la lupa de los muchos detractores que tiene la compañía. La inflación alimentaria tiene mucho que ver con esto, pues los precios de los alimentos sufrieron una encarecimiento medio del 11,7%. No obstante, en ese caso hablaríamos de un incremento de la facturación que, sin embargo, ha pasado de los 31.041 millones de euros hasta los 35.527 millones, es decir un 15% más. Siguiendo esos datos, podemos ver que los ingresos de Mercadona aumentaron, pero menos de lo que lo hicieron los precios. De hecho, según recoge en LinkedIn el especialista en el sector José Antonio Latre, los precios en Mercadona se incrementaron alrededor de un 10%, incluso por debajo de la inflación alimentaria media. En ese sentido, podemos observar otros factores como causas de ese incremento de los beneficios. Hay uno muy llamativo, como que Mercadona reduce el número de tiendas en España: mientras que en 2022 tenía 1.637, en 2023 quedó con 1.632. En ese sentido, la compañía observa que se encuentra cerca del máximo de tiendas que puede tener en nuestro país si quiere seguir siendo rentable. Sin embargo, en Portugal aumentó en diez el número de supermercados, hasta alcanzar los 49. De hecho, es el país vecino donde la compañía pretende seguir creciendo. Tanto es así, que las ventas se duplicaron, hasta los 1.400 millones de euros, lo que representa uno…
Los hogares españoles han recurrido, en mayor medida que en la UE, al crédito y a incrementos en su oferta laboral --buscando un segundo trabajo o trabajando más horas-- como vías para amortiguar el impacto del incremento de los precios sobre el consumo, especialmente en el caso de las familias con colchones de liquidez reducidos. El artículo del Banco de España titulado 'La reacción de los hogares ante el repunte de los precios en España y en la UEM' refleja que, ante el reciente episodio inflacionista, las familias han empleado diferentes estrategias para adaptar sus decisiones de consumo, ahorro y oferta laboral al repunte en los precios. Las estrategias más utilizadas para hacer frente al repunte de los precios fueron la búsqueda de mejores alternativas de compra (por ejemplo, ofertas), y la reducción de los niveles de ahorro y de gasto, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea (UEM). En el caso de España, los hogares han recurrido, más que otros países de la zona euro, a pedir préstamos y a trabajar más, bien mediante la búsqueda de un segundo trabajo o haciendo horas extra, especialmente en el caso de los hogares con colchones de liquidez reducidos. En particular, la proporción de individuos que indican haber recurrido a préstamos para hacer frente a la evolución de los precios es 2,3 puntos porcentuales mayor en España que en la UEM, hasta un total del 11% de las familias españolas, en consonancia con la evolución más dinámica del crédito al consumo que se ha observado recientemente en el país. Asimismo, el estudio apunta a que el porcentaje de los que señalan haber aumentado la oferta laboral para adaptarse a la evolución de los precios es también algo superior en España (1,2 puntos) que en la…
Argentina es ahora mismo el país con una mayor inflación en todo el planeta. Y, sin embargo, los culpables de haber generado ese desastre monetario, los ideólogos del peronismo kirchnerista, siguen obstinados no sólo en no reconocer sus errores (que hasta cierto punto es una resistencia muy humana) sino en perseverar en los mismos.  Sin ir demasiado lejos, la diputada kirchnerista Julia Strada abogó en la televisión por financiar el déficit público del Gobierno mediante la creación de nuevos pesos: si durante la pandemia se pudo hacer sin ninguna consecuencia negativa, ¿por qué no podrían volver a hacerlo hoy?  De entrada, es mentira que Argentina no haya experimentado ningún tipo de problema por haber financiado sus enormes déficits públicos de los últimos años a través de la emisión de dinero: la altísima inflación actual es justamente una consecuencia de ese despropósito de política monetario-fiscal… tal como el propio ministro de Economía peronista, Sergio Massa, llegó a admitir en el año 2022. Pero, por si acaso no se entendiera por qué emitir dinero para financiar el endeudamiento del gobierno tiende a generar inflación, intentemos explicarlo.  Primero, un gobierno incurre en déficit cuando gasta más de lo que ingresa en impuestos. Expresado en términos de PIB, imaginemos que el Estado se apropia tributariamente en especie del 20% del PIB, pero, sin embargo, quiere disponer del 50% del PIB: la diferencia entre el PIB que reclama como propio (impuestos) y aquél del que quiere disponer (gasto) es el déficit público, esto es, el déficit serían en este caso 30 puntos de PIB.  En principio, el déficit debería financiarse con emisión de deuda: si de momento hacemos abstracción del dinero, debería suceder que los dueños de esos 30 puntos de PIB de déficit accedan a vendérselo al Estado a cambio de cobrarlos más adelante…
“Los responsables de la gestión presupuestaria de la Administración deben preguntarse por qué el Estado español tiene que pedirle al mercado un crédito de más de 70.000 millones ‘extra’ cada año”  El aumento de los precios tiene un efecto directo en el bolsillo y en el ahorro de los ciudadanos, así como en la cuenta de resultados de muchas empresas, que tienen que gastar más para comprar lo mismo o menos. Pero su impacto no es negativo para el Estado, sino todo lo contrario. Realmente, la inflación es una perfecta aliada que mejora la estadística macroeconómica y reduce, por extensión, todas las ratios macroeconómicas que reflejan los desequilibrios de nuestro país.  El impacto de la subida de precios sobre la economía española en 2023 se cifra en casi 81.000 millones de euros en términos de PIB, según se desprende de las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto representa aproximadamente el 70% de los 115.700 millones adicionales que fue capaz de generar España el año pasado. Nuestro país, en términos reales, creció un 2,5%, mientras que el deflactor del PIB -la inflación- sumó otro 6% al nominal hasta elevar por encima de 1,46 billones de euros la ‘riqueza’ generada el año pasado.  Llevado al terreno de la estadística, esto tiene un impacto directo y positivo en las variables macroeconómicas españolas. Esos 1,46 billones de euros, ‘vitaminados’ con el efecto de la inflación y el gasto público, explican por qué el Gobierno presume de haber “reducido” la deuda, cuando la realidad es bien distinta. El endeudamiento conjunto del Estado, las comunidades, las corporaciones locales y el resto de organismos de la Administración aumenta año tras año, sin parar, desde 2008.  La deuda pública superó en 2023 los 1,57 billones de euros, según el Banco de España, 72.000 millones más que…
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha sacado a consulta pública un plan para transponer una directiva europea que supone el ajuste de los criterios de tamaño monetario de las empresas -o grupos de tamaño micro, pequeño, mediano y grande- ante el alza de la inflación, según han confirmado fuentes gubernamentales a Europa Press. Tal y como explica la Comisión Europea, dada la importante inflación que se ha registrado durante 2021 y 2022, se considera que deben revisarse los criterios de tamaño monetario de una empresa, para ajustar en mayor medida las cuantías de los umbrales a la realidad actual, dada la inflación acumulada de los últimos años, según adelanta el diario 'El País'. La propia directiva considera que, habiéndose dado una inflación acumulada de 24,3% en la zona del euro y del 27,2% en toda la UE (entre enero de 2013 y marzo de 2023), el umbral establecido debe aumentarse en un 25%. Resulta lógica esta modificación, ya que dada la inflación acumulada, muchas empresas han sobrepasado los umbrales señalados inicialmente, lo cual conlleva una gran carga administrativa en cuanto a la documentación contable exigida legalmente. Según han aclarado a Europa Press desde el Ministerio que dirige Carlos Cuerpo, el plazo máximo para la transposición de la directiva es el 24 de diciembre de 2024. La transposición de la directiva se completará, además, mediante el Anteproyecto de ley por el que se regula el marco de información corporativa sobre cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza. La Directiva delegada modifica únicamente los umbrales para considerar empresas de un tamaño u otro, para que esto afecte a sus requisitos de presentación de información en el ámbito de la contabilidad. Es decir, establece unos umbrales (cifras de balance total y volumen de negocios neto) superiores a los establecidos en la Directiva…
El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 0,1% en enero respecto al mes anterior y elevó tres décimas su tasa interanual, hasta el 3,4%, impulsado por el repunte de los precios de la electricidad, según los datos definitivos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por Europa Press, que confirman los avanzados a finales del mes pasado. El precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas avanzó en enero un 7,4% interanual, una décima más que en diciembre, mientras que el grupo de vivienda disparó 7,4 puntos su tasa anual, hasta el 1,5%, por la subida de los precios de la electricidad, en contraste con la bajada que experimentaron en enero de 2023. Por contra, el transporte recortó su tasa interanual cuatro puntos, hasta el -0,1%, como consecuencia del abaratamiento de los carburantes para vehículos personales, mientras que el grupo de comunicaciones situó su tasa interanual en el 0,5%, lo que supone 2,6 puntos menos que en diciembre, debido a que la subida de los precios de los servicios de telefonía fue menor en enero de este año que en 2023. El de enero es el primer dato que ofrece el INE con la actualización de las nuevas ponderaciones de las rúbricas que componen el índice. En la nueva estructura, los grupos que ganan más peso son ocio y cultura, hoteles y restaurantes, transporte y comunicaciones, y los que más pierden son vivienda, menaje y alimentos. Con el avance del IPC interanual en el arranque del año, la inflación vuelve a registrar ascensos tras dos meses consecutivos de caídas y se sitúa en su nivel más alto desde el pasado mes de octubre, cuando alcanzó el 3,5%. La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) bajó dos décimas en enero, hasta…
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha apuntado que "hay más riesgos de repunte" en la inflación de que se reduzca durante el próximo ejercicio. Lo ha dicho este miércoles en un encuentro organizado por la Cámara de Sabadell (Barcelona) para presentar las perspectivas económicas de 2024, junto al presidente de la corporación, Ramon Alberich. Oliu ha descartado el riesgo de que haya "inflaciones cero o negativas, afortunadamente", y ha explicado que este repunte se puede dar por los efectos de segunda ronda de los salarios. Ha recordado que los salarios subirán un 4% de media durante este año y que es necesario ver "cómo afecta a la inflación" este incremento. El presidente del banco ha subrayado que "hay factores internos que aún no han llegado a los datos" y ha señalado el precio de los alimentos, la sequía y la situación geoestratégica como principales factores que pueden incrementar los precios. Bajadas de tipos Oliu ha explicado que las previsiones de la entidad pasan por que se produzcan tres bajadas de tipos de interés durante este año, una menos de las que descuenta el mercado. Ha apuntado que los tipos de interés a largo plazo "ya están en tasas alrededor del 3% y el 3,5%" y ha dicho que no se prevén grandes variaciones a medio plazo. En este sentido, los tipos a corto plazo --los que "afectan a los usuarios"-- se irán adaptando a este porcentaje con el tiempo. Rentabilidad El presidente de la entidad ha señalado que el principal reto del sector bancario español es mantener la rentabilidad a pesar de la bajada prevista de los tipos de interés. "Las perspectivas que tenemos son que los resultados de 2024, a pesar de las bajadas de tipos, serán superiores a los de 2023", ha asegurado. Ha defendido la…