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micromanagement

Del micromanagement a la delegación supervisada

“El líder debe brindar suficiente autonomía al colaborador para que pueda sentirse empoderado”  El micromanagement, también conocido como ‘microgestión’, es un estilo de gestión en el que quien ejerce el liderazgo se involucra excesivamente en el trabajo y en las tareas diarias de sus colaboradores, controlando y supervisando cada pequeño detalle de sus acciones. Este tipo de gestión se caracteriza por una supervisión extremadamente detallada y una falta de confianza en la capacidad de los empleados para tomar decisiones y realizar sus tareas de manera autónoma.  El micromanagement tiene como efecto una supervisión constante por parte de las personas responsables, que no dejan respirar a los miembros del equipo, y esto provoca una gran falta de autonomía en esas personas. Además, es muy normal que ante esta situación de control excesivo se produzca una importante duplicación de los esfuerzos, puesto que los gerentes micromanagers revisarán todo el trabajo que ha sido realizado ya por el equipo. Y esta supervisión constante provocará desmotivación y frustración por parte de los colaboradores, que sentirán cómo no se confía en su juicio.  El micromanagement es peligroso y tiene varios efectos negativos que pueden afectar tanto a los colaboradores como a la organización en general. Por un lado, se van a producir reducciones en la productividad por la pérdida de tiempo y recursos que supone la supervisión excesiva. De igual manera, el desarrollo de las habilidades de los miembros del equipo será limitado, puesto que se les veta la oportunidad de tomar decisiones y de afrontar desafíos.  Los aspectos anteriores generan, además, falta de creatividad e innovación, porque se producirá una desmotivación de las personas que les frenará a la hora de proponer nuevas ideas. Este ambiente de apatía puede conllevar estrés y agotamiento que influye, directamente, en la desconfianza o la baja moral de…