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Unión Europea

Europa aprueba la ‘Ley Rider’: ¿jaque mate al sector?

La ‘Ley Rider’ por fin ha llegado a un consenso a nivel europeo. El Consejo y el Parlamento Europeo acordaron este jueves la primera 'Ley Rider' a nivel de la Unión Europea, que aclara el estatus laboral de los trabajadores de plataformas de reparto a domicilio, como Uber Eats, Just Eat, Glovo o Deliveroo, y permitirá corregir el falso trabajo por cuenta propia para garantizar unas mejores condiciones laborales. El acuerdo político, que aún debe ser refrendado por ambas instituciones para que entre en vigor, llega después de que una "mayoría sólida" de gobiernos europeos frenase el acuerdo político que ya se alcanzó en diciembre bajo la presidencia española del Consejo porque presentaron reservas que tenían que ver con que bastase con identificar dos de los cinco criterios de control recogidos en la norma para identificar a una plataforma como "empleador". Para salvar esas discrepancias, el acuerdo logrado bajo la presidencia belga del Consejo ha eliminado los criterios y umbrales para introducir una presunción de relación laboral (en contraposición al trabajo por cuenta propia) que se activa cuando concurren hechos que indican control y dirección, de acuerdo con la legislación nacional y los convenios colectivos vigentes, además de tener en cuenta la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Así, la directiva obliga a los países de la UE a establecer un criterio nacional que sirva para comprobar si existe una relación laboral, con el objetivo de corregir el desequilibrio de poder entre la plataforma y la persona que realiza el trabajo en la plataforma. Al realizar esa comprobación, los Estados miembro facilitarán la corrección del falso trabajo por cuenta propia. Por el contrario, cuando la empresa quiere refutar este hecho, le corresponderá demostrar que la relación contractual no es una relación laboral. Glovo fue multada en enero…
“Debemos ofrecerle al euroescepticismo soluciones para rechazar las posiciones antiliberales, antidemocráticas o de nacionalismo autárquico”  En junio de 2024 se celebrarán elecciones europeas. En la legislatura de 2014-2019, un 25% de los escaños estaban ocupados por gentes nada o poco afectos a la propia Unión Europea. En la legislatura vigente, 2019-2024, los desafectos están en torno al 44% y pueden crecer, a izquierda y derecha, en menos de un año.  La crisis económica de 2007 nos dejó una ola de pesimismo que invadió a toda la sociedad occidental. En España, una gran masa de jóvenes (el 25% de los cuales nunca acabaría la ESO) descubrió que la sociedad no le ofrecía futuro alguno y fue seducida por cantos populistas de sirenas de diversa escama. Para demasiados, la democracia había fracasado, como si fuera algo más que un sistema de asignación del poder mediante el voto ciudadano. Lo mismo ocurría en Europa. ¡Quizá renegaran de la libertad!   Los dos partidos mayoritarios, con independencia de otras culpas, no supieron enfrentarse al nuevo escenario. El PSOE abandonó la socialdemocracia abrazada desde 1979, sólo por el poder. La desideologización cegata del PP alimentó el populismo de derechas. Llegó el 23-J, y los populismos (zurdo o diestro), cada uno con cerca del 10% de la Cámara, y el “poole” nacionalista, con casi otro 10%, hicieron imposible la esperanza. Este escaso 30% es reflejo de una sociedad enferma de pesimismo autodestructivo.   Y, como decorado, la crisis de la Civilización Occidental, alimentada por el ‘todo vale’ de un relativismo facilón que ha sepultado valores ayer incontestables.  Europa, dijo Macron, “no es un supermercado, sino un destino común” que, además, existía antes que las naciones europeas. Europa es una autentica nación de naciones que desde el final de la II Guerra Mundial ha hecho mucho camino en la…
En el último discurso del estado de la Unión, Ursula von der Leyen llama a "completar" la UE con una nueva ampliación, pero no pone fecha para ello En los últimos meses, el posible ingreso de Ucrania en la Unión Europea había cobrado fuerza. El convulso contexto geopolítico y la ayuda mostrada por Occidente al Estado ucraniano parecían incluir una declaración de intenciones más que evidente para que el país eslavo se convirtiera en el miembro número 28, tras la salida del Reino Unido. El propio Zelensky publicitó esta posibilidad en numerosas ruedas de prensa y los políticos de la Unión pusieron en marcha la maquinaria para aceptar al país de Europa del Este. Sin embargo, llegado febrero, la Unión Europea "congeló" esta posibilidad y relegó a Ucrania a una espera indefinida. Por eso, en Capital hemos querido preguntarnos qué hace falta para ser miembro de la Unión y qué líneas rojas no se deben cruzar. Un proceso largo y burocrático A día de hoy, hay ocho candidatos oficiales para formar parte de la Unión Europea. Turquía (2004), Macedonia del Norte (2005), Montenegro (2010), Serbia (2012), Albania (2014) y los últimos en llegar, Bosnia y Herzegovina, Moldavia y Ucrania, los tres en 2022. Como se puede ver en los ejemplos de Turquía o Macedonia del Norte, el proceso es lento y está sujeto a largos trámites burocráticos, lo que puede hacer que la candidatura propuesta desde la Unión o la solicitud de adhesión de un Estado no miembro pueda quedarse suspendido indefinidamente mientras se resuelven los flecos necesarios para su incorporación. Turquía es uno de los países más damnificados por estas trabas institucionales. Los trámites para su adhesión se iniciaron en 2005 y, desde entonces, el presidente Erdogan impulsó múltiples reformas encaminadas especialmente a colocar el Estado turco en sintonía…
Las distintas instituciones europeas reafirman su interés por mejorar la seguridad e independencia económica, mientras desde la próxima presidencia de España se pone el foco en otros asuntos En el Parlamento Europeo se escucha una multitud de idiomas, si bien el mensaje varía poco. La Sesión Plenaria del Comité Económico y Social Europeo es una muestra de ello, como ha presenciado Capital. De hecho, se puede decir que los discursos de varios de los políticos comunitarios más representativos coinciden en la misma idea: mejorar la competitividad. Hay que recordar que España está a las puertas de ostentar la presidencia de turno del Consejo de la UE, lo que otorga cierto poder de situar asuntos sobre la mesa. Las intervenciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, han llamado la atención por los mensajes tan diferentes que han lanzado, en comparación con el resto de intervinientes. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado su intervención para hablar de que el Viejo Continente necesita impulsar su competitividad. Para la alemana, es algo innegociable que debe hacerse a través de la innovación y que, en última instancia, proporciona oportunidades para los ciudadanos europeos y también certidumbre e independencia para sus empleos. Precisamente, el empleo es otro de los asuntos que ha abordado von der Leyen, quien señala la necesidad de invertir en las habilidades de los trabajadores. No es ni más ni menos que formar a los trabajadores en los sectores clave, de cara a mantener la independencia estratégica de las empresas europeas. Evelyn Regner, vicepresidenta del Parlamento Europeo, añade que, dadas las dificultades que traen los tiempos, las instituciones europeas deben ser fuertes. Con esa base, Regner cree que se puede trabajar para encontrar soluciones…
La mayoría de europeos se muestran preocupados por los altos precios de energía y alimentos, así como por la pobreza y la exclusión social El aumento del coste de la vida es la principal preocupación para el 97% de los españoles, entre los más inquietos de la Unión Europea (UE) por la subida de precios, mientras que un 69% se muestra "insatisfecho" con las medidas puestas en marcha por parte del Gobierno para hacer frente a la escalada de los precios de los alimentos o la energía, según revelan los datos del Eurobarómetro de otoño del Parlamento Europeo publicado este jueves y recogido por Europa Press. El caso de España refleja la misma distribución que en la media europea, preocupada por los altos precios de energía y alimentos (93%), la pobreza y la exclusión social (93%), y el cambio climático y la extensión de la guerra en Ucrania empatadas en tercera plaza (86% en ambos casos). La inquietud respecto al coste de la vida es común en todos los Estados miembro, con los resultados más altos registrados en Grecia (100%), Chipre (99%), e Italia y Portugal (ambos con 98%) y los altos precios, incluidos los de la energía y los alimentos, se dejan sentir a lo largo de todas las categorías sociodemográficas tales como género o edad, así como en todos los contextos educativos y socio-laborales. Insatisfechos con el Gobierno Sin embargo, los ciudadanos no consideran suficientes las acciones tomadas ni a nivel nacional ni europeo, con solo un tercio de los europeos satisfechos con las medidas; datos similares a los registrados en España, donde un 28% aprueba las acciones del Gobierno español y un 32% las adoptadas por la UE. Al examinar la situación financiera de los ciudadanos, la encuesta revela que casi la mitad de la población europea…
Los Estados miembros de la Unión Europea han llegado a un acuerdo este lunes para aplicar un tope de 180 euros al precio de las importaciones de gas a la UE Los países de la UE acuerdan un tope de 180 euros al gas con el apoyo de Alemania, según ha informado la presidencia checa del Consejo, un acuerdo que finalmente ha apoyado Alemania, como recoge Europa Press, pero con la abstención de Países Bajos y Austria, mientras que Hungría se ha opuesto. Los ministros de Energía de los Veintisiete llegaban a este encuentro con el mandato de acordar el mecanismo de corrección del mercado, tras el ultimátum que les dieron el pasado jueves los líderes europeos a fin de contar en 2023 con una herramienta para evitar picos de precios excesivos en el mercado europeo. Según el acuerdo alcanzado, el mecanismo se activará cuando al mismo tiempo se superen los 180 euros en el mercado europeo durante tres días seguidos y haya una diferencia de precio de 35 euros respecto a los mercados internacionales.
Italia ya ha salido y España, Francia y Países Bajos han anunciado también recientemente su intención de abandonar el Tratado de la Energía El pleno del Parlamento Europeo ha reclamado a la Comisión Europea que presente un plan coordinado para la salida de la Unión Europea (UE) y sus Estados miembro después de que Bruselas haya retirado su propuesta de modernización del Tratado de la Carta de la Energía, en vigor desde 1998. La Eurocámara ha adoptado esta resolución en su sesión plenaria de este jueves en Estrasburgo (Francia) por 303 votos a favor, 209 en contra y 63 abstenciones. España, Francia y Países, a punto de abandonarlo Italia ya ha salido del Tratado y España, Francia y Países Bajos han anunciado también recientemente su intención de abandonarlo al considerar que da mayor poder a los inversores energéticos privados para litigar contra los Estados, pero Bruselas defiende que los cambios negociados en el marco del Tratado el pasado junio y que se prevé adoptar en noviembre resolvería esas lagunas. La propuesta de la Comisión Europea fue rechazada por los Estados miembro en la reunión de los representantes nacionales del pasado 18 de noviembre y que forzó la retirada del punto referente a la modernización del Tratado de la Carta de la Energía de la agenda de la conferencia sobre el acuerdo prevista para el 22 de noviembre. La Comisión decidió entonces retirar la negociación sobre la modernizadión del tratado tras constatar la falta de apoyo de países como España o Países Bajos, que se abstuvieron en la votación para dar un mandato a Bruselas. Los siguientes pasos que deberá dar ahora la Comisión Europea irán encaminados a negociar en los próximos meses con los Estados miembro, aunque Bruselas ya advirtió a España y otros países de la UE que anticiparon…
“Hay que diluir la polarización que tiene paralizada a Europa desde hace más de una década y muchas más cosas”  Creo que, sin olvidar excesos, debilidades y errores, la Unión Europea es la única salida de las naciones europeas para estar presentes en el concierto internacional. Sin una UE fuerte, primero confederal y después federal, las viejas naciones comunitarias navegarán sin rumbo como cáscaras de nuez en correntía.  Conviene recordar que la idea de la Europa unida, de la UE, se asienta ideológicamente en la socialdemocracia no marxista, (el PSOE lo abandonó, no por casualidad, en 1979), el liberalismo y el conservadurismo democrático. La UE es nuestro baluarte. ¿Quién cree que no hacen falta baluartes hoy?  Me refiero hoy a partidarios y adversarios de la UE y lo hago con preocupación, porque quizá en las próximas europeas no lleguen al 60% los parlamentarios partidarios de la Europa unida. Repasemos sus cuatro esquinas:  La izquierda marxista Los vigentes populismos que enmascaran la fea cara del comunismo están fuera del marco ideológico de la UE y buscan su destrucción.  Ojo, los populismos europeos de izquierda están fagocitando a la socialdemocracia (el PSOE exige un replanteo). En el exterior, la Rusia de Putin post comunista utiliza formas y maneras comunistas (v.g. la invasión de Ucrania). Putin, comunista y nacionalista, sintoniza no sólo con los populismos de izquierda sino también con los nacionalismos utópicos (v.g. apoyo al secesionismo catalán) y con los autárquicos (v.g. Urban, etc.) porque debilitan la unidad de Europa. El autarquismo europeo no disimula sus simpatías por Putin.  El nacionalismo utópico Me refiero a los regionalismos secesionistas europeos, más o menos latentes, que sueñan con naciones que no surgieron en la larga cocedura de la Historia, gustando de una Europa parque temático de lenguas, dialectos, tradiciones e identidades. Sería una Europa…
El registro de lobbies en la UE, un paso hacia la transparencia Ana Belén Oliver González, profesora de Comunicación de la Universidad Camilo José Cela El lobby es una actividad opaca por su propia naturaleza, que, aunque necesaria para el ejercicio de la democracia y los derechos, está mediada por el manejo de información –en ocasiones, de forma privilegiada– que reduce la maniobrabilidad democrática de actores que, de por sí, no han sido electos para el cargo que ocupan, siendo más susceptibles a presiones. Por ello, la Unión Europea (UE) viene desarrollando importantes avances para reducir tales presiones en sus órganos comunitarios, intentando identificar las acciones comunicativas y las políticas persuasivas que influyen en las instituciones comunitarias y Estados Miembros por parte de los grupos de lobbies. En la actualidad hay miles de grupos de lobbies registrados en Bruselas, de distintos tipos y diversas procedencias. Encontramos desde grupos empresariales sectoriales hasta defensores del medioambiente o fundaciones extranjeras, pasando por la paradiplomacia de los 27 Estados Miembros, orientada a promover intereses en común. Este caleidoscopio de intereses y presiones de grupos específicos propicia la visibilidad de los procesos de transparencia y regulación, impulsada por diversos sectores para legalizar el trabajo ejercido por los lobbies, dando como resultado que en 2008 se inicie un registro en Bruselas sobre estos grupos. Su puesta en práctica se desarrolla a partir de 2011 en los tres principales órganos comunitarios susceptibles de lobby: la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo. El registro de lobbies de la UE es voluntario, no establece sanciones para aquellos lobbies que decidan no hacerlo. Este es un factor determinante en la política de transparencia y ética en el proceso de toma de decisiones. La Comisión lidera la iniciativa comunicacional comunitaria y el Parlamento asienta todo el arco político…
La Unión Europea distribuirá alrededor de la mitad de los 1,2 billones de euros en España, Italia, Francia y Polonia España es el segundo país más beneficiado en términos absolutos de los fondos de la Unión Europea (UE) 2021-27, dotados de 1,2 billones de euros, de los que recibirá 177.000 millones, es decir, en torno al 15% de su PIB de 2021, según un análisis realizado por el director de calificaciones soberanas y del sector público de Scope Ratings, Alvise Lennkh-Yunus, recogido por Europa Press. De esta manera, España, Italia, Francia y Polonia recibirán alrededor de la mitad de los 1,2 billones de euros redistribuidos por la Unión Europea a los gobiernos nacionales en el periodo 2021-27 a través de los fondos de recuperación, cohesión y agricultura, que representan el 8,5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE-27. En líneas generales, la unión desembolsará alrededor de 1,2 billones de euros durante 2021-27 a través de sus fondos de cohesión, dotados de 387.000 millones de euros; los fondos de política agrícola, con 261.000 millones; los recursos del anterior presupuesto 2014-20, con un valor de 255.000 millones que pueden desembolsarse hasta 2023, y 332.000 millones de euros del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE del Plan Próxima Generación (NGEU). Sin embargo, Alvise Lennkh-Yunus, ha apuntado que no todos los Estados miembros de la UE se beneficiarán de forma equitativa de estos instrumentos de financiación. Así, Italia es el mayor beneficiario en términos absolutos, con 185.000 millones de euros, sin contar los 123.000 millones de euros de préstamos de la UE, seguida de España (177.000 millones), Polonia (165.000 millones), Francia (123.000 millones), Rumanía (81.000 millones) y Alemania (77.000 millones). De esta manera, España recibirá en torno al 15% de su PIB de 2021 durante 2021-2027, mientras que Italia recibirá el…