‘El modelo que tenemos hoy implantado en el mundo es claramente insostenible’
Las herramientas digitales en los procesos de gestión empresarial se han acelerado exponencialmente desde la aparición de la Covid-19. Tomás Font, Managing director Wolters Kluwer Tax & Accounting España, comenta para Capital la implantación de soluciones de automatización, cómo hacer frente a esta transformación tecnológica, los nuevos hábitos en el ámbito laboral y expone la sostenibilidad como parte esencial de la innovación.
¿Cree que la transformación digital ha llegado para quedarse o cuando la pandemia pase volveremos a la situación previa?
Esto ha llegado para quedarse. Hemos cambiado desde marzo del 2020. Volveremos probablemente a un punto intermedio de donde estábamos y donde hemos estado este último año y medio. En nuestro caso, estamos planteando un modelo híbrido de vuelta a la oficina, mezclar los dos. Lo que observamos es que muchos han cambiado los modelos sin realmente testarlos, sin ver lo que funciona y lo que no funciona. Ahora estamos 100 % remoto, que, aunque es operativo, el ser humano necesita hablar, verse, relacionarse y discutir en directo. El contacto humano es fundamental.
Como comentas, ha variado la manera de trabajar hacia el teletrabajo. ¿El exceso de teletrabajo piensa que puede terminar siendo perjudicial?
Lo que observamos en nuestros clientes que han tirado de este modelo durante los últimos 18 meses es que el empache digital es importante. Hay aspectos que han ido muy bien y de forma funcional y eficiente, pero hay otros elementos que no se pueden hacer en remoto. Hay que innovar, pero cuando estás todo el día detrás de una pantalla, por bueno que sea, la carga es potente. El equilibrio está en ese punto intermedio en el que tengamos la ocasión de hacer operaciones en digital porque son realmente eficientes, van bien y todo el mundo gana y, en otras, es mejor el cara a cara.
La población joven está más habituada al uso de la tecnología y gestión online. ¿Notan esto a la hora de trabajar con emprendedores jóvenes más que con personas de años de experiencia laboral?
Sí porque unos lo tienen de forma mucho más nativa, pero no es un tema solo de edad. Hay gente madura, profesionalmente hablando, muy abierta al cambio y que realmente es muy innovadora. Lo que pasa es que las generaciones más jóvenes ya no se plantean otra cosa. Es un canal el digital que de por sí es básico, forma parte del modelo de relación que sí o sí tiene que estar, otros pueden complementar bien, pero el digital es uno. Sin embargo, gente que ronda edades más altas pues aquí va por barreras. Hay gente que está muy metida y a otros les cuesta un poco más como es lógico.
Existen empresas como las pymes, que no están preparadas para la nueva digitalización por falta de recursos tecnológicos y económicos. ¿Cómo ayudan a las compañías que se encuentran en este tipo de situaciones?
La transformación digital no es un tema de dinero. Lo que valía el software hace 20 años a lo que vale hoy no tiene color. Se ha popularizado más. Es un tema de marco mental, es abrazar ese cambio y ver lo positivo que tiene. Hacer, implementar, seguir y aprovechar porque es un mar de oportunidades. No digo que sean oportunidades fáciles, pero están con un uso racional de la tecnología. No es un tema económico, sino de ganas, estrategia y aprendizaje. Hay que probar porque uno de los factores clave es la experimentación, midiendo bien el riesgo.
¿Se han encontrado algún caso de empresa que poseía los recursos para la transformación digital, pero no lo sabía manejar por falta de formación e inadaptación?
Totalmente. De hecho, hemos creado una plataforma online para poder dar acceso a cuantos más mejor. Si pierdes el tren de esa evolución, al cabo de 5 años el producto te lo estás perdiendo y es una pena porque lo estás pagando.Pasa con el propio Office, algunos utilizan solo un 20 % del paquete Office y es una herramienta muy amplia. Hay que conocer más para aprovechar más y mejor siempre. Cuando uno conoce más, se hace más productivo. La productividad, no es el primer elemento, pero está en su radar de acción y es un elemento absolutamente fundamental. La formación es clave.
¿Qué adaptación hay en el momento de trabajar con una pyme que para un gran despacho?
Lo que sucede es que el gran despacho o la gran corporación tiene unos recursos ya dotados de manera distinta y, normalmente, es más madura. Una pyme depende del fundador que ha montado aquello con una cultura y organización concreta. Esto en una gran corporación es más fácil de identificar, en una pequeña es más indefinida y es una lotería a veces. El fundador puede ser una persona integradora y que monta una cultura muy buena y, en otros casos, es más desorganizado. Los procesos necesitan más tiempo, más masaje, más fases en las que preparar, etc. Una gran corporación tiene todo más sistematizados.
La compañía tiene alcance global ya que opera en más de 180 países en todo el mundo. ¿Qué diferencia encuentran entre clientes de distintos países?
Clarísimamente. Hay una diferencia notable, por ejemplo, en la adopción de negocios cloud. En los países nórdicos el 100 % de los negocios son cloud, mientras que entre España e Italia los niveles de maduración son distintos. Un informe en el que analizar los datos es el informe DESI (Índice de Economía y Sociedad Digital) que compara los países, sus habilidades de los equipos, la conectividad, el uso de los servicios en Internet, etc. Nos da una orientación sobre donde tiene que apretar cada uno. Compartimos la visión lo cual es básico, pero estamos en estadios distintos. La digitalización de las empresas en España es un elemento clave que conlleva a la productividad. La productividad no es para la organización, es para proteger a los equipos.
Wolters Kluwer en su método de trabajo implementan el compromiso social y ambiental. Han desarrollado una estrategia de sostenibilidad para el periodo 2021-2023, ¿en qué consiste esta estrategia?
En esta cuestión tenemos, por ejemplo, elementos muy prácticos como eventos sostenibles. El resto ha sido alinearnos con los objetivos 2030, concretamente con los temas de igualdad y formación que son dos aspectos que se van a ir cambiando año a año. Hace tiempo que somos paridad, no por ley, sino que ya teníamos una organización de 50-50. Nos lo hemos creído y siempre nos ha ido bien en ese sentido. Se consiguen mejores resultados, mejor equilibrio y no creo que una ley tenga que gobernar esto. Pienso que hay modelos y necesitamos a las mejores personas en los mejores puestos, independientemente si son hombres o mujeres.
¿Por qué la sostenibilidad es tan importante que se introduzca en el día a día de las empresas, ¿forma parte de la innovación?
Totalmente. El modelo que tenemos hoy implantado en el mundo es claramente insostenible. No podemos hacer todo de todos, ni podemos comprar todo. Esto es insostenible y obliga a que los negocios pensemos en términos distintos y no desde un tema puramente financiero, sino en el uso de los recursos. Ahora con el auge del teletrabajo en casa, necesitamos que los despachos de trabajo estén acomodados y esto hay que hacerlo sosteniblemente. No vamos a duplicar todo lo que tenemos.
Los procesos de gestión cada vez están más automatizados. ¿Creen que peligran los puestos de trabajo en empresas porque la automatización los sustituirá?
No, porque la historia ha demostrado que con el automatismo se han creado puestos de trabajo. El tema es que esto nos obliga a todos a reformularnos cada día. La Inteligencia Artificial y los robots funcionando dan un salto cualitativo, pero nuestro hecho diferencial como ser humano hace que demos mucho más intelectual, emocional y comunicativamente hablando. Tenemos que poner una fuerza de voluntad enorme en una escena que está cambiando dramáticamente. Yo honestamente no sé por donde irá el futuro, pero tengo claro que oportunidades habrá seguro. Se eliminarán los de menos cualificación, pero está en nuestras manos.
