El fabricante de vehículos eléctricos Tesla se ha visto obligada otra vez a detener la construcción de su factoría ubicada en las cercanías de Berlín, debido a que la compañía estadounidense no pagó un depósito de 100 millones de euros a la Agencia Estatal del Medio Ambiente de Brandemburgo para cubrir los costes de derribar la planta en caso de que el proyecto no recibiese la aprobación final.
Según publica el periódico alemán 'Tagesspiegel', Tesla tuvo que volver a paralizar la tala de árboles y la instalación de maquinaria de su futuro taller de pintura hasta que la Administración reciba los fondos solicitados.
Mientras esto no ocurra, los dos permisos parciales de los que disponía Tesla para la construcción están paralizados. El fabricante tiene hasta el 4 de enero para hacer efectiva esta transferencia, a pesar de que la empresa debería haber pagado los 100 millones antes del 17 de diciembre.
Esta paralización de las obras se une a las ya ocurridas en los últimos meses. Fue hace apenas una semana cuando Tesla pudo reanudar la tala de árboles en el terreno donde construirá sus instalaciones alemanas después de que la justicia alemana lo permitiese tras denegar la solicitud de un grupo ecologista, que aseguraba que no se estaba haciendo lo suficiente para proteger las especies de lagartos y serpientes locales.
La megafactoría de Tesla en Alemana tenía previsto entrar en funcionamiento el año que viene, con el objetivo de producir hasta 500.000 vehículos al año.