Día y su primer accionista, Miklhail Fridman, han comunicado a la banca que el próximo año no podrán atender a sus obligaciones financieras derivadas de su deuda de 1.800 millones de euros. Por ello, el grupo de supermercados y el inversor ruso ya han trasladado a sus acreedores la necesidad de aceptar una quita para que la compañía pueda continuar sus operaciones.
El inversor ruso ha declarado que antes de inyectar más fondos en el grupo, es necesario que la banca condone parte de la deuda. Día adeuda dos créditos sindicados por valor de 525 millones de euros y bonos por otros 900 millones de euros.
Según el departamento de Análisis de Bankinter, "la guerra de precios y la pérdida de cuota de mercado en el mercado nacional y la depreciación del real brasileño y del peso argentino, han llevado a DIA a un deterioro de sus resultados. Friedman invirtió 300M€ en DIA en julio de 2017, comprando acciones a un precio de 6,0 €/acción y tomando un 10% del capital del grupo".
Posteriormente, "Día incrementó su participación hasta el 29,9% actual comprando títulos a un precio medio de 4,0€/acción. A fecha de hoy Friedman ha perdido el 90% de su inversión en DIA. El mercado da por descontado que habrá una quita, puesto que los bonos, que expiran en seis meses cotizan con un descuento del 31% sobre su valor nominal. Los bonos que expiran en 2021 y 2023 cotizan entre el 55% y el 49% de su valor nominal", señalan estos expertos.