Enésima reclamación laboral de los agentes de movilidad de Madrid al Ayuntamiento de Manuela Carmena, esta vez a cuenta de los uniformes. Tal y como denuncia el Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad (SPAM) el Ayuntamiento de Madrid no les facilita el "vestuario adecuado" para las trabajadoras embarazadas y motoristas del colectivo, mientras "despilfarra grandes cantidades de dinero en gastos innecesarios de material y cambios de uniformidad".
El colectivo emitió un comunicado en el que censuró que el Ayuntamiento invierta en “compras superfluas, como el cambio de color de los uniformes”, en lugar de “dotar de prendas de protección para los motoristas y pantalones premamá para las agentes embarazas”, un vestuario que, dicen, se tienen que costear con sus propios medios.
También consideró un “despropósito” el “parcheo” que la Administración local está realizando con el color del uniforme de los agentes de movilización y dijo ignorar si la intención del Ayuntamiento es “crear un uniforme que ridiculice al Cuerpo y, por ende, a sus trabajadores, o, simplemente, es una muestra más de la indiferencia de éste por la imagen y la salud laboral de estos profesionales”.
Manifestó su “disconformidad” con la elección de los asesores para el Ayuntamiento de Madrid, en materia de seguridad y salud laboral, por ser “delegados de uno de los sindicatos afines a esta corporación” y por “no ejercer su trabajo con la responsabilidad necesaria”.
Por ello, rechazó la conducta del Consistorio con sus profesionales, “que no desean vestir ‘de colorines’ por un capricho político, solicitando que sí se invierta el dinero oportuno en equipos de protección para motoristas, ropa para las agentes embarazadas, mejora de la calidad del vestuario”.
También consideró un “despropósito” el “parcheo” que la Administración local está realizando con el color del uniforme de los agentes de movilización y dijo ignorar si la intención del Ayuntamiento es “crear un uniforme que ridiculice al Cuerpo y, por ende, a sus trabajadores, o, simplemente, es una muestra más de la indiferencia de éste por la imagen y la salud laboral de estos profesionales”.
Manifestó su “disconformidad” con la elección de los asesores para el Ayuntamiento de Madrid, en materia de seguridad y salud laboral, por ser “delegados de uno de los sindicatos afines a esta corporación” y por “no ejercer su trabajo con la responsabilidad necesaria”.
Por ello, rechazó la conducta del Consistorio con sus profesionales, “que no desean vestir ‘de colorines’ por un capricho político, solicitando que sí se invierta el dinero oportuno en equipos de protección para motoristas, ropa para las agentes embarazadas, mejora de la calidad del vestuario”.