Está claro que la gente siempre prefiere lo mejor. Faltaría más. Pues eso quiere la revista Capital para sus lectores. Vamos a acercarles lo mejor de lo mejor. Personajes y personalidades que, llenos de prestigio, han dedicado su vida y su profesión a una vocación y han hecho de ellas, de su vida y profesión, un ejemplo admirable para todos.
En dos palabras; vamos a recibir aquí a gente de ALTO NIVEL.
Hoy les acercamos a MIGUEL DELIBES.
Estamos celebrando el centenario del nacimiento de un monstruo de la literatura... y de la vida. Este escritor, cazador, pescador, periodista y amante de la naturaleza, capaz de decir y de escribir que las truchas eran sus amigas, nos hizo pensar en serio de todo aquello que se le ocurrió escribir. Leer sus libros y escuchar sus pensamientos es una verdadera delicia. Transmitía sus sentimientos incluso en la dirección del Norte de Castilla, su periódico-universidad. Allí se formó, entre otros, Francisco Umbral. No es mala representación literaria.
Una huella grande e importante ha dejado este magnífico escritor entre tirios y troyanos, todos han sido y son defensores de su calidad literaria, y, lo que es más importante, de su calidad humana.
Pocas personas pueden presumir de lo mismo. Pero este hombre, tenía su talento y la humildad por banderas. Como lo tienen los grandes. Sin ninguna duda, nos gusta presumir de personajes que, sin hacer ruido, van construyendo algo que siempre será admirado. A eso se le llama ALTO NIVEL. Como el que tiene Miguel Delibes. •••
Este artículo de opinión ha sido escrito por José María Prieto.