En los vehículos siempre hay ciertas partes que, por su utilidad para dar mayor visibilidad, facilitar el rodaje o ser imprescindibles por seguridad, son más importantes que otras. Es por esto que se hace necesario realizar una conducción óptima con el fin de preservar tales partes de los vehículos, y las piezas de recambios de coche oportunas por si fallan.
Por norma general, se puede hablar de que los faros, los frenos, la correa de distribución y los neumáticos son las partes que más hay que cuidar en un coche. Pero existen a su vez otras zonas del vehículo que hay que procurar cuidar en carretera y además revisarlas cada cierto tiempo para evitar imprevistos.
Los líquidos de un coche son una parte fundamental en el funcionamiento
Y más allá que en el funcionamiento, los líquidos derivan su trabajo en el mantenimiento de los vehículos. El líquido de frenos, el anticongelante y por no hablar del aceite para lubricar el motor, son también recambios coche que deben llevarse a cabo cada cierto tiempo para que el vehículo funcione de la mejor manera posible.
Si estamos en un paraje con bajas temperaturas, la ayuda del líquido anticongelante es esencial para que el aceite en el motor no esté demasiado frío para realizar su trabajo. El aceite, por su parte, debe lubricar el motor para que todas las piezas internas realicen bien su labor y tengan la viscosidad idónea, y por tanto el anticongelante ayuda a que el motor consiga la temperatura perfecta para iniciar la marcha.
El líquido de frenos también es esencial y es el principal aspecto en la seguridad del vehículo, por lo que su recambio está más que aprobado cuando hay que pasar revisión.
La iluminación, una de las claves en seguridad
Que un coche pueda iluminar correctamente en carretera es algo imprescindible en tema de seguridad. Cuando la iluminación por la autopista o cualquier vía convencional es baja, o incluso nula por la no inclusión de farolas, las luces del vehículo deben hacer su trabajo. En los últimos tiempos se están poniendo de moda los faros de LED, los cuales emiten una luz más blanca y potente que los convencionales de xenón.
Los recambios en los faros se suelen dar porque uno de ellos deja de funcionar, o porque la luz ya no es tan potente como lo era al principio. Su precio, dependiendo de si es para faros delanteros o traseros, suele rondar los 80 o 100 euros.
Otro de los recambios más comunes en temas de seguridad son los neumáticos, los cuales suelen tener cierta autonomía hasta que no pueden rodar más. Interesa siempre hacerse con ruedas que garanticen el mejor agarre, pero también hay que tener en cuenta que cuanto mayor es el diámetro, mayor suele ser el precio del recambio.
La cadena ya ha sustituido a la correa de distribución
La antigua correa de distribución ha sido sustituida, casi de forma definitiva, por la cadena de distribución. La razón es que la correa constituía uno de los recambios más comunes, y más caros, de un coche; mientras que la cadena de distribución solo se cambia a los 250 mil kilómetros y por precaución.
Este es uno de los avances que menos ruidos hacen, pero que más agradece nuestro bolsillo, en temas de recambios de coche.
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