Foro MICE se creó en 2012 como una iniciativa de la Federación OPC España y las asociaciones internacionales MPI, ICCA, SITE y SPAIN DMC. Nace con el objetivo de dar visibilidad a la relevancia de la industria de los congresos, eventos y reuniones para la actividad de diferentes motores económicos.
Matilde Almandoz, presidenta de FED OPC España y de Foro MICE, expone para Capital lo fundamental que es para la recuperación del sector turístico la realización de congresos, además del impulso que necesita el turismo de negocios, tan perjudicado por la pandemia.
¿Cómo ha afectado la pandemia al turismo de negocios?
Ha afectado mucho. El año pasado la bajada de facturación fue del 80%, fue un huracán, un tsunami que nos inundó. Este año 2021 está siendo igual de complicado por la reducida movilidad, aunque los destinos cada vez visibilizan más la importancia del turismo de negocios por el motor económico que supone.
Han aumentado exponencialmente los congresos online, lo que implica menores desplazamientos y viajes. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene un congreso por Internet para el sector turístico?
Toda situación tiene su parte positiva y negativa. Lo más positivo ha sido el impulso que ha dado la tecnología, tanto al formato online como al híbrido. Sin embargo, es cierto, y además me gustaría recordar, que los congresos por vía Internet ya se estaban aplicando antes de que surgiera el coronavirus. Se ha aumentado el número de este tipo de reunión, pero ya se utilizaba previamente. Otro aspecto positivo es que hemos ampliado target y audiencia, Internet es de acceso mundial lo que permite que la conexión y la asistencia a un congreso sea mucho más amplia.
Dicho esto, daños ha habido varios y muy fuertes. Toda la actividad del MICE tienen un componente presencial muy importante, que evidentemente por la situación pandémica se ha reducido. Los usuarios están deseando la presencialidad y se ha hecho notar la importancia de vivir una experiencia. La tecnología te resuelve problemas y trabas que puedan surgir, pero no quita el factor humano. Todos valoramos más las actividades presenciales. Con la pandemia, uno de los efectos es valorar más la necesidad de congresos y reuniones. El MICE es una herramienta de comunicación y marketing a disposición de las empresas que utiliza los recursos del turismo, produce la conjunción de los dos y transmiten conocimientos. Las grandes compañías ahora son más conscientes de la importancia de organizar congresos y eventos.
¿Qué factores convierten a un país en un destino bueno para el turismo de negocios?
Hay varios, pero los esenciales son la accesibilidad y la conectividad, la seguridad y confiabilidad, me gusta esta última especialmente. Como clientes también nosotros de turismo, es fundamental ser confiable. En nuestro sector se mide todo mucho, se mide más por la accesibilidad que por la distancia kilométrica, existen destinos que son muy cercanos en distancia, pero su accesibilidad deja mucho que desear. Y, por supuesto, la profesionalidad de los servicios de la cadena de valor, el alojamiento, la restauración, medios tecnológicos, etc. Eso no se puede perder nunca.
¿Cómo selecciona una empresa un buen OPC (Organizador Profesional de Congresos)?
El cliente selecciona el OPC. Un buen OCP es, sin duda, un buen comunicador. Alguien que, además de saber organizar y gestionar profesionalmente todo, debe trasladar correctamente el relato, porque no deja de ser alguien que tiene algo que comunicar. Lo fundamental en un buen OPC es una buena coherencia y comunicación interna.
En un congreso internacional con personas provenientes de diferentes países, ¿hay que personalizar el proceso con los asistentes?
Lo que aflora mucho y ponemos en valor es la experiencia que no deja de ser algo muy personal, cada uno estamos muy condicionados por la cultura. Sí hay que personalizar, hay que tener en cuenta el perfil para atenderles adecuadamente, darles las herramientas para que vivan la experiencia de forma satisfactoria. Hay varios aspectos en los que fijarse: horarios, circunstancias culturales, dietas, hábitos, etc. La diversidad siempre ha existido y en un congreso no lo podemos ignorar.
Como sede para un congreso turístico, ¿tienen presencia más ciudades españolas, además de Madrid y Barcelona?
España es un gran destino de turismo, en general y de negocios también. Madrid y Barcelona juegan la Champions como a mí me gusta decir. La oportunidad son los destinos medianos, la actividad congresual y la actividad MICE tiene distintos formatos y tamaños. Ciudades como Sevilla, Valencia, Bilbao, tienen mucho que aportar como destino para congresos, Santiago, Santander o Granada van aportando también, cada uno pone su MICE y su target. Como el MICE tiene cuatro letras -Meetings, In- centives, Conventions and Exhibitions/ Events en inglés- tiene mucha actividad que se puede dimensionar, España es un destino de excelencia.
¿Es complicado organizar congresos en España por las diferencias en las restricciones de las distintas comunidades autónomas?
Sí es verdad que puede dar más complejidad, pero como les pasa a los ciudadanos en muchos aspectos. Ha sido una temporada confusa que nos afecta a todos. Una vez que la vacunación avance y tengamos menos temores al contagio, pero siempre ha habido normas diferentes. Eso no va a ser el problema, lo importante es que tengamos las mismas normas de juego de movilidad. Nuestro ámbito es Europa, así que lo esencial es que los diferentes países europeos jueguen con las mismas cartas.
Uno de los objetivos principales de la organización de congresos son los contactos que pueden surgir, ¿es más complicado ahora conseguir esos contactos debido al formato online y a las distancias de seguridad en formato presencial?
Con el formato online exponencialmente hay más contacto por la amplitud que supone Internet, pero no se consigue tanto la proximidad. Para que la proximidad sea más cercana hay que tratar el online de distinta manera ya que existe una ausencia de presencialidad, que es la que aporta memoria. En online tenemos otra forma, nuestra memoria es diferente, yo creo que vamos a ir aprendiendo con el día a día, el punto bueno es que valoramos más la experiencia. La tecnología simplifica la vida, pero la experiencia la enriquece.
