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Economía

2021: el año de la recuperación bursátil parcial que deja a los inversores estas enseñanzas

Por Redacción Capital

José María Luna (Luna Sevilla Asesores Patrimoniales) y Joaquín Robles (XTB) resumen a Capital cómo se ha comportado el mercado este año y cuáles serán las claves de inversión del próximo 2022

Diciembre es un mes para tradicionalmente hacer balance, reconstruir 2021 y explorar qué opciones presenta el siguiente en todos los aspectos y en todas las materias. Y la economía no es una excepción. Porque, después de un tiempo convulso como el vivido en 2020, las expectativas sobre cómo se comportaría el mercado fueron muchas y variadas. Pero, ¿se han cumplido todas? ¿Cómo se espera que evolucione en el llamado “año de la recuperación”? 

Echando la vista atrás, Joaquín Robles, analista de XTB, recuerda a Capital que “el comportamiento del Ibex 35 no es el más ilustrativo de cómo se han comportado los mercados financieros a nivel global, porque en la mayor parte de bolsas no sólo se ha vuelto a niveles prepandemia, sino que se han alcanzado máximos históricos”. Sin embargo, añade, “en el Ibex no ha sido así. Aunque ha habido recuperación, no se han vuelto ni siquiera a superar los niveles prepandemia”. 

Para este especialista bursátil, la causa es clara: “Esto tiene que ver con la composición del Ibex 35, porque los valores están muy expuestos a determinados sectores que no se han visto tan favorecidos por los estímulos”. El ejemplo más evidente se encuentra en los valores bancarios, los cuales “son más dependientes de cómo se pueda producir el endurecimiento monetario previsto, pese a que el BCE está siendo el menos claro en su discurso”. 

La subida de tipos se retrasa 

Más si cabe después de que la presidenta del organismo monetario comunitario, Christine Lagarde, anunciase este reciente noviembre que la subida de tipos tendrá que esperar hasta después de que sus homónimos estadounidenses y británicos den un paso al frente. 

“Es muy poco probable que se den las condiciones para subir los tipos de interés el próximo año”, reconoció Lagarde, quien se mostró firme en el objetivo de que la fuerte inflación cosechada en la zona euro en octubre, del 4,1% y la más elevada desde julio de 2008, terminará por remitir y se establecerá en el “2% a medio plazo”.

“La economía española a principio de año era una cenicienta que podía haberlo hecho mejor, pero no lo ha hecho”

José María Luna, socio de Luna Sevilla Asesores

Unas declaraciones ante las que Joaquín Robles se muestra escéptico: “No se sabe lo que va a pasar después de marzo. Todo lo que sea endurecimiento monetario, a la banca le va a venir bien porque va a tratar de incrementar los beneficios en un periodo en el que ha tratado de optimizar sus costes vía reducción de personal y ha tratado de profundizar en la digitalización para ganar eficiencia y competitividad”. 

A esto, añade Robles, hay que sumar la situación de los valores turísticos. “Empezaron el año muy disparados con la reapertura, pero este último trimestre muchas aerolíneas a nivel europeo, pese a que han ido recortando las pérdidas, como Meliá o Amadeus, han visto cómo la cifra de contagios ha vuelto a poner el foco en este sector y han ido perdiendo todo el terreno ganado en los meses anteriores”.

Por último, éste cita el energético, otro de los grandes pesos pesados del parqué español, al cual “las dudas regulatorias le han influido y, aunque la subida de precios parecía que podía beneficiar sus cuentas, no ha tenido un buen comportamiento”. Por eso considera que, en términos generales, la evolución dependerá no tanto de factores internos de determinadas compañías o sectores, sino de cifras macro. 

Unas palabras compartidas por José María Luna, socio de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales, quien cree que en el último curso los “valores de pequeña y mediana capitalización” son los que “más se hayan beneficiado en algún momento, por el rumbo que han tomado las inversiones en infraestructuras o en sostenibilidad. Y añade: “Nuestro mercado sigue adolecido en general, no refleja lo que ocurre en la economía real. Por eso está donde está. Al principio del año era una cenicienta que podía haberlo hecho mejor, pero resulta que no lo ha hecho”. 

La comparativa con el resto de países de nuestro entorno tampoco ayuda. “En Europa hemos visto cómo los sectores industriales se han beneficiado de una recuperación de la economía especialmente en la primera parte del año, como en el caso de Francia, Suiza, los países nórdicos o Reino Unido”, destaca Luna, que apunta que “en España, salvo contadas excepciones, no tiene tanta representatividad de la reactivación de la actividad económica como en Europa”. Por eso para este experto el caso nacional es claro: “España tiene una cierta orfandad que no se da en otros mercados”

La corta memoria del mercado 

A esto hay que añadir la memoria a corto plazo que, para el analista de XTB, Joaquín Robles, tiene tanto el mercado español como el conjunto de los índices. “Tenemos una memoria muy corta, en el sentido de que, hace un año y medio, teníamos una pandemia con el mundo paralizado y la recuperación ha sido igual de rápida que la caída. Y parece que ya no nos acordamos prácticamente de los efectos negativos. A esto hay que sumar la dependencia que tienen los mercados de los precios de la energía y de las materias primas”. 

El ejemplo más claro, señala, “lo hemos visto con los precios del gas natural y del petróleo”, los cuales se encuentran inflados hasta tal punto de que en el segundo caso duplicar cifras de precio por barril con respecto al año anterior, “y por la alta demanda de semiconductores y materias primas”.

“Tenemos una memoria muy corta. hace un año y medio una pandemia paralizó al mundo y la recuperación ha sido igual de rápida que la caída. Y no nos acordamos prácticamente de los efectos negativos”  

Joaquín Robles, analista de XTB

Aunque cuando se le pregunta precisamente por esta crisis que mantiene en jaque a los mercados mundiales, Robles dubita. “Nosotros tenemos un planteamiento diferente al que se está dando de los cuellos de botella y de la falta de materias primas. Nosotros lanzamos una pregunta: ¿de verdad hay tanta escasez de semiconductores o lo que estamos es delante de una sobredemanda?”. 

Para Robles, la clave se encuentra precisamente en la “sobredemanda” y cree que “a mediados de 2022, cuando se vaya recortando la demanda, también se volverá a los niveles previos y desaparecerán los cuellos de botella”. Una opinión que contrasta con José María Luna, quien cree que, por ejemplo, “la falta de mano de obra cualificada, como en el caso de la construcción, y el encarecimiento en el precio de materias primas como el acero, la madera o los cables para llevar la corriente de luz ha hecho que los márgenes de cara al futuro se reduzcan para muchas compañías y esto se está dejando notar en los datos de inflación y de deuda pública”. 

Los datos macroeconómicos no ayudan 

De hecho, la deuda pública ha crecido alrededor de un 9,5% en el último año y ha alcanzado en septiembre los 1,43 billones de euros, lo que representa el 122,1% del PIB. Unos números que para el Ejecutivo son temporales, ya que se cerrarán este diciembre en el 119,5% del PIB. El problema es que este dato macro está sujeto a otros tantos, y ninguno se presenta con positivismo. 

El caso más demostrado se encuentra en el propio crecimiento de la economía española, que en el primer semestre del año creció medio punto en vez del 2,4% estimado. A esto hay que sumar las diferentes correcciones que se han ido sucediendo desde la vuelta del verano.  

En primer lugar, el Gobierno, que rebajó su previsión de crecimiento para la economía española al 6,5%, es decir, siete décimas menos que las anunciadas previamente. A esto hay que sumar el recorte también de medio punto del FMI hasta el 5,7% para este 2021 o la estimación de la Comisión Europea del 4,6% para este año. En el lado opuesto, destaca el Banco de España, que aún mantiene una visión más positiva de la economía al cifrar el crecimiento del PIB en el 6,3% este 2021 –el objetivo estimado inicialmente, aunque sujeto a posible revisión–, pese a considerar que habrá un retroceso hasta el 5,9% en 2022. 

“El mercado había descontado que, independientemente de todos los problemas que tiene, el de las restricciones económicas lo había superado, y volver a enfrentarse a una paralización parcial de la actividad sería muy negativo también para los niveles de inflación, de la desaceleración del crecimiento o la retirada de estímulos”, recuerda Robles, que cataloga como “ambiciosos” los objetivos planteados por el Ejecutivo. “Va a ser muy difícil concluir diciembre con las previsiones”. 

En el largo plazo, mirada al exterior 

Por esto, a la hora de invertir, analistas como José María Luna solicitan una apertura de los horizontes fuera del Ibex 35. Especialmente en el largo plazo. “Hay que mirar más allá, a otro tipo de valores”, sentencia este analista, quien considera que “no tener en la cartera valores de Reino Unido es no aprovecharse de las relaciones comerciales que el país tiene con el resto del mundo, incluido el precio de las materias primas”. 

“Ocurre lo mismo con la sostenibilidad. Si hay algo que ha quedado claro en Glasgow es que Europa va a ser la punta de lanza de la sostenibilidad a nivel global. Todas aquellas empresas con buen gobierno en campos medioambientales y a nivel de sostenibilidad, de países como Suecia, Noruega, Finlandia o Dinamarca tienen un gran potencial”, recalca éste. Por eso, para Luna, “es muy importante seguir contando con este tipo de países cuyas divisas, en muchos momentos de tensión económica, actúan como valor refugio”. “Sería un error sólo estar pensando en España”, argumenta.  

Y añade: “Yo escogería una cartera con una posición muy importante en Reino Unido o tener otra con España y Portugal”. Al fin y al cabo, sentencia, “realidades como las de Portugal son los milagros consecuentes de muchas acciones y hay que saber reconocerlas”. 

Joaquín Robles, por su parte, argumenta que tener una mayor exposición al lado del Atlántico es la acción correcta: “De momento hay que seguir apostando por la renta variable norteamericana, que en la última década es la que más se ha comportado y la que puede tener un mayor potencial de crecimiento”.  

“También, para fondos, temas relacionados con blockchain y criptomonedas pueden ser una buena opción”, destaca Robles, quien, pese a ello, admite tener “ciertas dudas sobre cómo se van a comportar las criptos porque se habla mucho de la posibilidad de que sus inversores no se deshagan de sus acciones y esto nos permite pensar en una posibilidad más a largo plazo, pero es un activo muy volátil en el que hay que invertir con cuidado”. Por eso, sentencia, “vemos más la inversión temática en las empresas relacionadas con el blockchain o con intermediarios que se dediquen a ellas”.  

Por último, concluye, “infraestructuras ligadas al agua o vehículos eléctricos ligados a baterías son oportunidades que nos puede dejar el mercado, sin dejar de lado las que vienen siendo más globales que están en boca de todos”.  

En este punto, ¿concluyó la euforia con los emergentes de cierres pasados? Robles lo confirma: “Lo cierto es que es complicado ahora mismo, porque todos ellos viven situaciones convulsas y vamos a ver cómo les afecta la fuerte apreciación del dólar a muchos de ellos, porque al tener la economía tan dolarizada y teniendo en cuenta las dudas procedentes de China, se puede generar mucha preocupación”. Por eso habrá que estar atentos.  

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