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Economía, Empresas

Pedro Orbe (DKV Salud): “La colaboración público-privada ha resultado ser un potente instrumento de progreso para la sanidad en...

Por Enrique Fernández

"Sin sanidad privada, el problema actual de servicio y listas de espera de la pública se multiplicaría"

"Más del 20% de las hospitalizaciones por Covid-19 se trataron en centros privados"

Al cierre de 2022, el sector asegurador español consiguió por fin recuperarse del golpe de la pandemia ingresando 64.673 millones de euros, según datos de ICEA. De estos, los seguros de salud obtuvieron un crecimiento del 7% hasta alcanzar los 10.543 millones de ingresos, siendo la alternativa elegida por empresas y particulares para evitar la saturación actual del sistema público sanitario

Un crecimiento logrado pese a las subidas de los precios que han afectado a los márgenes de beneficios, el aumento de la siniestralidad o la inflación salarial dentro del personal sanitario privado. Para conocer un poco más sobre la situación actual y el futuro del sector asegurador español en este 2023, Capital habla con Pedro Orbe, director general comercial de DKV Salud

La importancia del sector asegurador no ha dejado de crecer en el modelo sanitario español, especialmente desde la pandemia. ¿Qué futuro le espera al modelo de colaboración público-privada de la sanidad española? 

En DKV apostamos por la colaboración público-privada como elemento clave para garantizar la sostenibilidad del sistema de salud. Solo un dato: en 2021 evitamos 12 millones de actos a la sanidad pública. Por no hablar del papel de la sanidad privada durante la pandemia, que ha sido imprescindible para poder atender las necesidades de la ciudadanía y evitar el colapso sanitario.  

Más allá de eso, en las oportunidades de colaboración en las que hemos tomado parte, como Muface o la gestión del área de salud de la Marina Alta (Alicante), se ha puesto en evidencia las ventajas en cuanto a calidad del servicio y las mejoras en infraestructuras sanitarias. 

Creemos que la colaboración público-privada ha resultado ser un potente instrumento de progreso para la sanidad en España, así como para la mejora en la calidad de la atención a los pacientes, aunque queda trabajo por hacer en cuando a la correcta definición, planificación y dotación económica para ofrecer el mejor servicio posible, así como en el establecimiento de los mecanismos de control necesarios para asegurar la correcta prestación. 

Pedro Orbe, director general comercial de DKV Salud.

742.518 pacientes estaban en lista de espera para operarse en el Sistema Nacional de Salud (SNS), según el último informe de listas de espera publicado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de junio de 2022. Estos datos representan un aumento de 12,31% respecto al mismo periodo del año anterior. Cada paciente debe esperar de media 113 días para entrar al quirófano o 79 días para poder ser atendido por un especialista. Unas cifras preocupantes al estar hablando de la salud de las personas. ¿Debería el Gobierno replantear su modelo sanitario permitiendo a la sanidad privada atender a estas listas de espera y así conseguir reducir las mismas? 

Creemos que una de las mejores cosas que tiene España, que le han reportado fama internacional, es su sistema nacional de salud, por su universalidad y la calidad del servicio. Si bien es cierto que hemos asistido a un empeoramiento de las ratios y de esa calidad en los últimos tiempos algo a lo que, sin duda, es urgente buscar soluciones. En la línea de la respuesta anterior, estamos convencidos de que la colaboración público-privada es una buena opción. 

Reducción de listas de espera, atención telemática, incremento de servicios médicos, etc. Con esta carta de presentación ¿Creen que actualmente se valora más la sanidad privada? 

Con total seguridad. De hecho, desde la crisis de la Covid-19 se ha producido un fenómeno que antes no existía y no es otro que la constatación de que la sanidad es una clara preocupación de los españoles. De hecho, en los últimos eurobarómetros aparece en posición tercera, por detrás de la guerra de Ucrania y el desempleo. Por su parte, la confianza en la cobertura universal pública ha descendido al haberse visto con mayor claridad sus limitaciones. Esto ha vuelto los ojos de una parte muy grande de la ciudadanía hacia el aseguramiento y provisión privados, cuyo nivel de servicio y capacidad está siendo permanentemente revisados y actualizados.  

Todo esto ha llevado a un claro aumento del interés por la sanidad privada en general, y por el seguro privado en particular, impulsando un crecimiento muy notable en estos años, habiendo finalizado el 2022 por encima del 7%, dato muy significativo en un entorno económico no muy favorable. Apareciendo, además, nuevos modelos de aseguramiento, cada vez más orientados a las necesidades de los clientes, que tendrán un claro impacto positivo en el crecimiento de los siguientes años.    

Lo que queda claro es que, sin sanidad privada, el problema actual de servicio y listas de espera de la pública se multiplicaría, pasando a ser un tema de mayor preocupación al actual, ya de por sí muy relevante entre los ciudadanos. Sólo un dato para ilustrar esta afirmación: algo más del 20% de las hospitalizaciones por Covid-19 se trataron en centros privados; imagínense lo que hubiese pasado en el país si esos pacientes hubiesen acudido a la red sanitaria pública.  

Y, esa valoración de la sanidad privada y, en concreto, del seguro privado, ¿cómo cree que va a evolucionar en el futuro? ¿Cómo ve el mercado de seguros de salud en un futuro inmediato? 

Basta con mirar hacia atrás para visualizar un futuro muy positivo. Y digo esto porque en el peor año de la crisis económico del 2008 el seguro de salud siguió creciendo en facturación. No habiendo ningún año de decrecimiento, siendo un caso prácticamente único entre los distinto sectores económicos.  

Si a este hecho le sumamos esa creciente preocupación por la salud (general), por la sanidad (particular y muy marcada en nuestro país por los factores que vamos comentando), así como la creciente capacidad de todos los actores del mercado para acercar el modelo a más segmentos, personalizando el qué hacemos y el cómo lo hacemos, creemos que el resultado, al menos en el corto plazo de esa ecuación, es muy positivo.  

Lo que también visualizamos, fuera de un crecimiento robusto y sostenible en el tiempo, es un cambio muy claro en el enfoque del seguro, transformándolo en un modelo de participación activa en la salud y el bienestar de los asegurados mucho más profundo (cambiar el paradigma de “tu (asegurado) me solicitas un servicio asistencial, y yo te lo facilito y financio” a “yo (aseguradora) te ofrezco servicios para que te cuides y mejores tu salud y bienestar. Y, cuando lo necesites, te proveo del servicio que me demandes y te lo financio”), convirtiéndonos en ese facilitador y acompañante de nuestros clientes, a lo largo de los años que dure nuestra relación y en cada momento de la misma.  

Por último, vemos que la personalización del modelo será parte muy clara del posible modelo de éxito futuro. Y esto requiere de crear nuevos modelos de aseguramiento en los que la mezcla de coberturas aseguradoras, servicios asistenciales, modelos de relación, etc., puedan individualizarse y entremezclarse con naturalidad y de una manera sostenible.  

En resumen, con muchos retos por delante (con el envejecimiento de la población como el mayor de ellos), pero con mucho optimismo y responsabilidad.  

La subida de los costes energéticos (multiplicándose entre 2 y 5 veces de media) ha sido asumida por los principales grupos hospitalarios según confirma la encuesta realizada por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE). Una subida que no se ha visto prácticamente repercutida en un incremento de las cuotas a los clientes ¿Hasta que punto es sostenible para la compañía este incremento desproporcionado de los costes? ¿Se han visto afectados servicios de la compañía? 

Creo que en la propia pregunta hay un error relevante, y no es otro que sí que ha habido una traslación a cliente de una parte del impacto de costes crecientes, a la vez de una traslación a los costes asistenciales de las cadenas hospitalarias y, por lo tanto, a los gastos que soportamos las aseguradoras por parte de las mismas. 

El problema más bien está en la imagen que estamos proyectando al mercado y a la ciudadanía con la proliferación de campañas promocionales, precios de derribo, etc., que publicamos para captar nuevos clientes. Esto suele llevar a la sensación de que la prima no se actualiza cuando, por desgracia, sí que hay que hacerlo, máxime en entornos inflacionistas tan altos como los de este último año y medio. Pero la prima media del mismo producto/cobertura sí crece, y los costes asistenciales también.  

Por otro lado,  las aseguradoras hemos acometido varias estrategias orientadas a la contención de gastos de gestión (digitalización de procesos, simplificación de los mismos, etc.), así como la puesta en marcha de modelos asistenciales más eficientes (que eliminen “grasa” a la hora de usar los servicios); los más conocidos, lo que tiene que ver con la asistencia remota y digital de nuestros clientes (que evoluciona más lentamente de lo que preveíamos), pero también otros muchos que hacen que esto sea posible (gestión de crónicos, acompañamiento médico, prevención y promoción de la salud, etc.) que, siendo proyectos orientados al largo plazo, van teniendo sus efectos positivos. Haciendo de la sostenibilidad del negocio la parte más clara e irrenunciable de la visión que tenemos de este negocio. 

Y, desde luego, orientando siempre lo que hacemos hacia una mejora permanente de la experiencia de nuestros clientes, mejorando, donde es posible, la calidad de nuestro servicio. Sin esa máxima en la mente de todos, el modelo de aseguramiento privado se vendría abajo, ya que se basa precisamente en complementar al público en sus puntos débiles, entre ellos la alta calidad y personalización del servicio prestado.   

Cada día se valora más la importancia de la salud mental en las personas, sabiendo como diferentes agentes, incluyendo las empresas, tienen un impacto directo sobre la misma. Un impacto cuyo análisis estáis trabajando a partir de la cátedra DKV - IE University. Háblenos un poco más de este trabajo de investigación cuyo desarrollo comenzará este año. 

Esta cátedra se ha creado con el objetivo de generar conocimiento de vanguardia sobre el vínculo e impacto de empresas y organizaciones en la salud y en el bienestar de los empleados. Vamos a impulsar la investigación académica para contribuir a esta mejora en las plantillas, buscando siempre la humanidad más saludable por la que actuamos en DKV. 

La cátedra tendrá, por un lado, la investigación, con la publicación de un informe anual de referencia en la materia y con publicaciones académicas alrededor de la misma temática; por otro, la difusión, con artículos e informes, mesas redondas y el desarrollo de una página web. 

La colaboración también incluirá plantear Retos DKV relacionados con el tema central de la cátedra a los estudiantes de IE University y la oportunidad para estos alumnos de formar parte de la compañía. 

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