Banco Santander explica cómo esta fórmula de financiación, en la que varios inversores apoyan con capital una idea, puede contribuir a impulsar un negocio
Empresas de nueva creación, innovadoras, tecnológicas, con un modelo de negocio escalable y gran potencial de crecimiento. Son las conocidas como startups. El escenario económico actual fomenta que cada día se creen nuevas compañías dispuestas a ofrecer productos y servicios de última tecnología para satisfacer las necesidades del mercado. Según datos de InformaDB, en España hay alrededor de 23.000 y se estima que conjunto del ecosistema español de startups sigue creciendo y representa ya un valor de 93.000 millones de euros.
Entre sus rasgos más característicos destaca el ambiente joven, moderno y tecnológico, además de la capacidad para crecer y generar ingresos de forma rápida. Y muchas de ellas, algunas de gran éxito, se han apoyado en las llamadas rondas de financiación para sacar adelante sus proyectos o ascender un nuevo escalón, demostrando que un buen proceso de captación de capital es clave.
Banco Santander explica, a través de su portal Santander Impulsa Empresa, las claves para afrontar una ronda de financiación, en la que un conjunto de inversores aporta fondos para la realización de un proyecto empresarial. Las expectativas de rentabilidad, el potencial disruptor de la propuesta o los beneficios indirectos a futuro son algunos de los principales atractivos que animan a estos inversores a formar parte de un proyecto, generalmente a cambio de una porción del capital.
Según el banco, el primer paso para comenzar es establecer un esquema de prioridades en función del momento en el que se encuentra el proyecto: qué se necesita, en qué medida y qué se está dispuesto a cambiar. Por ejemplo, ¿liquidez para abrir la tienda o ampliar la oferta de venta, o quizá para desarrollar una revolucionaria tecnología? Posteriormente, se deben cuantificar esas necesidades y cifrar el capital mínimo que hay que recibir para que la idea sea realizable; y establecer la estructura y condiciones del retorno que recibirán los inversores a cambio de su mecenazgo, lo que podría traducirse en participaciones en la sociedad, intervención en las decisiones corporativas o derecho preferente de uso del producto final, entre otras opciones.
En medio de este proceso, una etapa importante es el elevator pitch, que es el mensaje que envía el emprendedor a los potenciales inversionistas para conseguir capital, donde se sintetizan las ventajas del proyecto y las oportunidades que presenta. También es fundamental presentar un plan de negocio sólido. Después de elegir el tipo de ronda de financiación que más se ajuste al proyecto y a sus circunstancias particulares, comienza la fase de captación de capital, que durará de seis a nueve meses. En el caso de que culmine con la entrada de nuevos socios, será necesario modificar la estructura de capital de la empresa.
Existen diferentes tipos de rondas según la fase de desarrollo en que se encuentre el proyecto. La más básica es la ronda semilla, orientada a los primeros pasos de la startup. En este caso, los inversores forman parte del entorno inmediato de los emprendedores, conocido como FFF (Family, Friends & Fools o los business angels, dispuestos a asumir un riesgo alto si ven posibilidades de grandes ganancias.
El siguiente nivel corresponde a las rondas de serie A, en las que la empresa busca crecer, con lo que las inyecciones de capital son más altas. Mientras que las rondas de financiación de serie B se activan cuando la compañía ha alcanzado la rentabilidad y necesita recursos financieros más elevados para cumplir nuevos objetivos y transformar su modelo de negocio. Finalmente, las rondas Serie C y posteriores se realizan cuando el proyecto ya tiene una dimensión comercial consolidada y una marca potente, por lo que está preparado para captaciones muy importantes y el capital obtenido se usa para metas más ambiciosas: adquisiciones, ampliaciones de capital, internacionalización o salidas a bolsa.
Cabe resaltar que las empresas también cuentan con otras alternativas adicionales a las rondas de financiación. Por ejemplo, la financiación bancaria, una vía tradicional que puede ser un gran aliado en etapas iniciales o para potenciar el crecimiento. Banco Santander cuenta con varias soluciones de financiación para que las empresas puedan disponer de recursos para crecer, siempre adaptada a las necesidades particulares. Además, dispone de equipos especializados según el segmento en el que se desarrolle.
También se puede acceder a las ayudas y subvenciones del sector público en sus distintos niveles: europeo, nacional o local, y con diversos enfoques. En estos casos, es necesario cumplir los requisitos que se solicitan en función de la ayuda solicitada. Santander Impulsa Empresa cuenta con un espacio con información sobre los fondos europeos Next Generation EU, y otras ayudas de carácter nacional, autonómico y local. En este portal se pueden encontrar artículos interesantes, como, por ejemplo, las dudas resueltas de las preguntas más frecuentes de los fondos de recuperación europeos sobre sus trámites, para qué proyectos están pensados o cómo son los mecanismos de devolución, entre otras cuestiones.
