Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Airbus

Teresa Busto, la mujer que rompió estereotipos en el sector aeroespacial: “Nadie quiere ser lo que no existe”

Teresa Busto, quien fuese responsable de la factoría de Illescas de Airbus, detalla a Capital cómo se hizo un hueco en el sector aeroespacial hasta el punto de convertirse en referente. Mujer ingeniera. Estas dos palabras, que hasta hace pocos años parecían repelerse al situarse unidas en un mismo enunciado, se intuyen cada vez más aceptadas, asumidas y sobre todo visibles. No obstante, cuando Teresa Busto comenzó su trayectoria profesional, la realidad era bien distinta. Ahora, cuatro décadas más tarde, no duda en echar la vista atrás con una sonrisa y un objetivo cumplido: ser un referente en su sector. Aunque, curiosamente, el aeroespacial no fuese su primera opción. “Jamás hubiese pensado comenzar en el sector aeroespacial, porque a mí lo que me gustaban eran los motores, los coches, y por eso estudié Ingeniería Industrial”, confiesa Busto en conversación con Capital, quien reconoce que “la vida te lleva por caminos donde no te puedes imaginar”. El suyo, a la factoría de Airbus en Illescas. “Un día pasé por ahí y vi aterrizar un avión. Antes era muy difícil verlos tan cerquita, y ver esa mole, conocer cómo se hacían, me motivó mucho a indagar e intenté entrar en la empresa”. Una época, hace 35 años, en la que, recuerda, “el sector estaba todavía muy militarizado por la dictadura”. “Era muy difícil acceder a él, pero llamé muchísimas veces, fui muy persistente y al final logré que me hicieran una entrevista”, revela. En ella tuvo que contestar tres cuestiones: “¿Sabes de material compuesto y fibra de carbono? ¿De máquinas? ¿Del sector aeroespacial?”. La respuesta de Busto fue una: “No”. Sin embargo, “les dije que tenía pasión, motivación y que movía montañas”. Y lo logró. Después de pasar los test pertinentes entró en una compañía en la que la masculinización era tal…
Instaló su primera máquina en un gallinero de 25m2 en Miranda de Ebro (Burgos) y comenzó a mecanizar piezas después de su jornada laboral como asalariado en otra empresa del entorno. Así de simple es el comienzo de Aciturri, empresa fundada por Ginés Clemente en 1977, y que cuarenta y dos años después factura 303 millones de euros, gana 30 y tiene 1.445 empleados gracias a su intenso trabajo y a su habilidad para moverse. Tras una primera etapa fabricando componentes mecanizados para otros sectores, Clemente se enfrentó a su primer proyecto para el sector aeronáutico en 1984. La empresa continúo creciendo entrada en tecnologías de fabricación metálica, y en 2002 asumió su primera participación como socio a riesgo en un proyecto aeronáutico para la fabricación de componentes de la zona 2 de la Belly Fairing (panza del avión) del A380. La familia Clemente apostó seis años más tarde por la incorporación de la tecnología para la fabricación en materiales compuestos a través de la adquisición de grupo Aries Complex. La firma completó el círculo de tecnologías en 2010 con la incorporación de AEROSUR, firma andaluza especializada en el montaje de estructuras aeronáuticas. Desde entonces la compañía ha continuado incorporando proyectos en segmento de aeroestructura, ha consolidado su posición como suministrador de primer nivel (Tier 1) para los grandes constructores aeronáuticos (Airbus, Boeing y Embraer) y ha creado en 2016 Aciturri Aeroengines, división para potenciar el área de negocio de componentes de motor aeronáutico. Hoy Aciturri está presente en todos los programas de referencia en el negocio de la aerostructura (A350XWB, A320, B787, B737…) y entrega componentes para una nueva generación de motores aeronáuticos a los principales fabricantes: Rolls Royce, Safran o General Electric. Sus ventas se han multiplicado por diez en la última década. La compañía cuenta en la…
El anuncio de dejar de fabricar el A380, el avión más grande del mundo, adoptada recientemente por el gigante europeo Airbus y hecha pública hace dos días, va a poner en jaque a los responsables de los principales sindicatos españoles, ante la presumible pérdida de 3.500 puestos de trabajo. Sin embargo, para el secretario general de la sección sindical de CC.OO. en Airbus y presidente del Comité Intercentros de la compañía, Antonio Martín Jurado, considera que la decisión del fabricante europeo de abandonar la producción del avión gigante A380 en 2021 puede saldarse sin que se destruya empleo en España, país que tiene el 10% de la carga de trabajo de este modelo. Así se expresó Martín en declaraciones a Servimedia, donde rechazó dar una cifra de trabajadores que se pueden ver afectados por dicha decisión, aunque recordó que Airbus ha situado el impacto en una horquilla de entre 3.000 y 3.500 trabajadores. Teniendo en cuenta el 10% de carga de trabajo de las fábricas españolas, dicho impacto sería de entre 300 y 350 empleos. Además, explicó que la producción en España del A380, el avión comercial más grande del mundo, tiene lugar en las factorías de Getafe, Illescas, Puerto Real y Puerto de Santamaría, donde se fabrica la cola además de otros componentes de la aeronave.