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La deuda de la banca española con el BCE cae dos décimas en septiembre

La deuda se redujo un 0,36% en el mes de marzo, hasta situarse en 289.676 millones de euros tras haber permanecido durante cinco meses por encima de los 290.000 millones de euros. La deuda de los bancos españoles con el Banco Central Europeo (BCE), que refleja la apelación bruta de las entidades al instituto emisor a través de las operaciones regulares de financiación, se redujo un 0,36% en el mes de marzo, hasta situarse en 289.676 millones de euros, después de haber permanecido durante cinco meses por encima de los 290.000 millones de euros, según datos recogidos por Europa Press. Además, según los datos del Banco de España consultados por Europa Press, el incremento fue del 12,8% en comparación con el mismo mes del ejercicio precedente. Las entidades españolas iniciaron en marzo de 2020 un recorrido alcista en su apelación al organismo presidido por Christine Lagarde coincidiendo con el estallido de la crisis derivada de la expansión del coronavirus. Este comportamiento se prolongó durante cinco meses consecutivos, rompiéndose la racha en agosto de 2020 (-0,01%), un mes caracterizado por su baja actividad en los mercados, y retornando a los ascensos, pero de forma muy moderada, desde septiembre. Estos ligeros avances se fueron frenando al inicio de 2021, acumulando dos meses sin apenas cambios. No obstante, volvieron a repuntar a partir de marzo, hasta los 268.000 millones, mientras que en abril se disparó por encima de los 290.000 millones de euros, nivel en el que se ha mantenido hasta el pasado mes de septiembre. Por su parte, la apelación bruta del conjunto del Eurosistema al BCE alcanzó los 2,21 billones de euros en septiembre, un 0,07% menos que el mes precedente, pero un 38,07% en la comparativa anual. Así, la apelación de los bancos residentes en España al instituto emisor representó…
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido rebajar el ritmo de compras netas de activos al amparo de su programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP) en comparación con los dos trimestres anteriores. Según ha informado la entidad este jueves en un comunicado recogido por Europa Press, "sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno considera que pueden mantenerse unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores", ha explicado el Consejo de Gobierno del BCE.El resto de instrumentos de política monetaria han quedado intactos. Así, el instituto emisor ha mantenido sin cambios los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo en el 0,25%. El BCE ha subrayado, igual que en la reunión de julio, que mantendrá los tipos en su actual nivel, o más bajo, hasta que la inflación llegue al 2% "mucho antes" del final del horizonte de proyecciones y de forma "duradera" para el resto de la ventana temporal. Las condiciones para subir tipos también incluyen que el progreso de la inflación subyacente sea lo "suficientemente avanzado" para ser "consistente" con que la inflación se estabilice en el 2% a medio plazo. "Esto podría implicar un periodo transitorio en el cual la inflación esté moderadamente por encima del objetivo", ha explicado el organismo. Pese al ritmo de compras reducido del PEPP, se ha mantenido su volumen total de 1,85 billones de euros, a gastar hasta marzo de 2022 aunque sin necesidad…
Según reflejan los datos provisionales del Banco de España, la morosidad de los préstamos concedidos por el total de entidades de crédito a empresas y particulares se redujo en junio al 4,4%, frente al 4,55% de mayo y el 4,67% de un año antes La morosidad de la banca cae en junio al 4,4 % y marca un mínimo desde 2009. Se trata de su nivel mínimo desde abril de 2009, un año en el que la ratio de mora inició su escalada como consecuencia de la crisis financiera. La caída de la morosidad en el mes de junio es consecuencia de un aumento del crédito del sector y de una disminución del volumen de créditos dudosos. Por un lado, el crédito total del sector se incrementó un 1,62 % en el sexto mes del año, hasta situarse en 1,2324 billones de euros. Este dato es un 0,72 % inferior al de junio de 2020. Por su parte, los créditos dudosos cayeron un 1,76 % en el mes de junio, hasta los 54.218 millones de euros, lo que además supone un descenso del 6,47 % respecto a la cifra del mismo mes de 2020. Las cifras incluyen el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 dejaron de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito. Sin incluir el cambio, la morosidad se situaría en el 4,51 %, puesto que el saldo de crédito fue de 1,202 billones de euros en junio, al excluirse el crédito de los EFC. Los datos desglosados por tipo de entidad reflejan que también disminuyó la ratio de dudosos del conjunto de entidades de depósito (bancos, cajas y cooperativas), que pasó del 4,48 % en mayo al 4,34 % en junio. LAS PROVISIONES SE…
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido modificar su estrategia de política monetaria para situar el objetivo de inflación el 2% a medio plazo, frente a la definición actual, que delimita estabilidad de precios como un nivel de inflación de cerca, pero por debajo del 2% Se trata de la primera revisión de la estrategia que el BCE acomete desde 2003. El objetivo de inflación ha sido definido como simétrico, por lo que las desviaciones tanto al alza como a la baja "son indeseables". Se incluirán consideraciones de cambio climático en la estrategia. Sin embargo, el instituto emisor ha explicado que cuando la economía está operando cerca del límite inferior de los tipos de interés nominales se necesitan medidas de política monetaria "contundentes o persistentes" para evitar desviaciones negativas. Esta situación podría implicar un "periodo transitorio" en el que la inflación se sitúe "ligeramente" por encima del objetivo. El Consejo de Gobierno del BCE ha mantenido los tipos de interés como su principal instrumento de política monetaria. El resto de instrumentos (orientaciones a futuro, compras de activos y operaciones de financiación a más largo plazo) seguirán formando parte de la 'caja de herramientas' y se emplearán "según sea necesario". "La nueva estrategia es un pilar sólido que nos guiará en la ejecución de la política monetaria en los próximos años", ha subrayado la presidenta de la autoridad monetaria, Christine Lagarde La monitorización de inflación se seguirá haciendo mediante el índice armonizado de precios al consumo (IACP). No obstante, el BCE considera que la inclusión de costes relacionados con la vivienda en propiedad representaría mejor la inflación. Dado que el proyecto de inclusión llevará varios años, el BCE tendrá en cuenta mediciones de inflación que incorporen estimaciones iniciales del coste de vivienda en propiedad. Para valorar de…
Por Borja Carrascosa, director de Capital. La economía es una imparable sucesión de burbujas. Cuando una se pincha, inmediatamente aparece otra que toma el relevo. Habitualmente, el tipo de activo financiero o material que la soporta es distinto en cada una de ellas. En España, la más común es la inmobiliaria, habitualmente inflada y posteriormente corregida por la ley de la oferta y la demanda. Hasta que llega una crisis como la de 2008 y desmonta en apenas tres años el modelo de crecimiento basado en conceder créditos a quien no los puede pagar. Hay otros muchos ejemplos recientes a nivel global, como el caso de las criptomonedas basadas en la tecnología blockchain. El precio del Bitcoin ha oscilado en una brecha de entre 28.000 y 64.000 dólares desde que comenzó este año, y en verano de 2020 tenía un valor de 10.000 dólares. El sector financiero, que ve competencia en este fenómeno, reclama una regulación. Pero es difícil regular un mercado cuyos hipotéticos reguladores no saben cómo funciona. Las tendencias evolucionan hoy más rápido que nunca, gracias a la tecnología, y se acortan los plazos de los relevos de las burbujas y del sobrecalentamiento de los activos. Pero hay una que resiste impertérrita los ataques del mercado, y es la de la deuda pública en la zona euro. Uno de los principales países beneficiados es España, que sobrevive con un Estado quebrado gracias al “rescate silencioso” del principal aliado de las economías basadas en el gasto público desmesurado: el Banco Central Europeo (BCE). Los tipos de interés de la zona euro llevan más de cinco años en el 0%, desde los tiempos de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE). Concretamente, el organismo otorga liquidez sin coste al sector financiero europeo desde marzo de 2016, aunque le…
Los bancos españoles se mantuvieron en el cuarto trimestre de 2020 en el último puesto de toda la Unión Europea en lo que respecta a la ratio de capital CET1 y entre aquellos con menor rentabilidad. Según los datos consolidados publicados por el Banco Central Europeo (BCE), entre octubre y diciembre del año pasado, las entidades españolas ofrecieron un retorno sobre capital (RoE, por sus siglas en inglés) del -3,6%, frente al -2,3% de los tres meses anteriores y lejos del 6,8% del año anterior. De este modo, la rentabilidad de la banca española se situó por debajo de la media del 1,9% de la zona euro, así como del conjunto de la UE, con un 2,3%. Solamente los bancos griegos, con una rentabilidad del -7,8%, y los irlandeses, con un -6,3%, registraron un peor dato de rentabilidad que los españoles. En el lado opuesto, los bancos rumanos fueron los más rentables de la UE, con un retorno sobre capital del 12,4%, por delante de las entidades de Eslovenia, con un RoE del 11,3%. Por otro lado, como viene siendo habitual en los últimos trimestres, la banca española ha figurado de nuevo en última posición en cuanto a la ratio de capital CET1, al situarse en un promedio del 13,2%, ligeramente por encima del 12,8% del tercer trimestre. En el conjunto de la zona euro, la rato CET1 despidió 2020 en un promedio del 15,6%, cuatro décimas por encima del nivel del tercer trimestre, mientras que en la UE fue del 15,8%, frente al 15,5% de los tres meses anteriores. En cuanto a la ratio de préstamos fallidos (NPL, por sus siglas en inglés), el conjunto de la UE registró una proporción del 2,6%, igual que la media de la zona euro. Los mayores niveles de activos dudosos se registraron…
El Banco Central Europeo (BCE) ha comunicado a CaixaBank la actualización del Proceso de Revisión y Evaluación Supervisora (Pres) tras la fusión con Bankia que sustituye los requisitos mínimos prudenciales de capital establecidos hasta la fecha. Según ha comunicado CaixaBank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este miércoles, las exigencias de capital específicas (Pilar 2R) se han incrementado en 15 puntos básicos, situándose en el 1,65%. De esta forma, los requerimientos mínimos del índice de solvencia CET1 para la entidad fusionada se sitúan en el 8,19%, que incluye los requerimientos mínimos regulatorios Pilar 1 del 4,5%, el requerimiento de Pilar 2 R1 (0,93%), el colchón de conservación de capital (2,5%), el colchón Otra Entidad de Importancia Sistémica (0,25%) y el colchón anticíclico (0,01%). Asimismo, sobre la base de los requerimientos mínimos regulatorios del Pilar 1 "aplicables al capital de nivel 1 (6%) y al capital total (8%)", las exigencias alcanzan el 10% y el 12,41%, respectivamente. CaixaBank obtuvo en el primer trimestre del año un beneficio atribuido, sin incorporar extraordinarios asociados a la fusión con Bankia, de 514 millones de euros, frente a los 90 millones del año anterior. Los datos de la entidad La entidad bancaria supera todos los requerimientos mínimos actualizados según los números presentados a finales del primer trimestres. En el caso del índice de solvencia CET1, cuyos límites para la entidad fusionada se sitúan en el 8,19%, CaixaBank cuenta con un CET1 del 14,12%. El Tier 1 de la entidad se sitúa en el 16,15%, frente al requisito mínimo del 10%, y el capital total es del 18,95%, frente al límite del 12,41%.
Durante los próximos meses, el Banco Central Europeo (BCE) tomará una decisión formal sobre la introducción del euro digital. Como fecha más temprana, podría producirse en 2026, según ha señalado el ejecutivo italiano de la institución, Fabio Panetta. "Esa sería la fecha más temprana", ha indicado Panetta en una entrevista con el diario japonés 'Nikkei', donde ha advertido de que esta "no es una carrera". "Comenzamos nuestra discusión con un horizonte de cinco años en mente. Es probable que cinco años sea el tiempo mínimo necesario para la introducción de un euro digital", ha apuntado. El ejecutivo italiano del BCE ha defendido que la introducción de un euro digital ayudaría a mantener abierta la competencia y estimularía la innovación al tiempo que fortalecería la autonomía y la resiliencia financiera de Europa. En este sentido, Panetta ha señalado la importancia de evitar que el mercado europeo de pagos minoristas esté dominado "por un puñado de agentes no europeos" que podrían ser relativamente inmunes al escrutinio y la supervisión de las autoridades del Viejo Continente. De hecho, ha recordado que un pequeño número de empresas no europeas ya dominan algunas partes del mercado de pagos minoristas, como tarjetas de crédito y pagos en línea, advirtiendo de que en el futuro, el papel de las grandes empresas tecnológicas podría llegar a ser muy significativo en los servicios financieros, lo que podría plantear riesgos para la privacidad, la competencia y la autonomía tecnológica. "En ausencia de una solución europea de pagos digitales, nuestra soberanía monetaria y financiera estaría en última instancia en juego", ha avisado.
La deuda de los bancos españoles con el Banco Central Europeo (BCE), que representa la apelación bruta de las entidades al instituto emisor mediante las operaciones regulares de financiación, aumentó un 7,94% durante el mes de abril, alcanzando la cifra de hasta 290.074 millones de euros. Según los datos del Banco de España consultados por Europa Press, el incremento fue del 73,15% respecto al mismo mes del año 2020. Las entidades españolas iniciaron en marzo de 2020 un recorrido alcista en su apelación al organismo presidido por Christine Lagarde coincidiendo con el estallido de la crisis derivada de la expansión del coronavirus, un comportamiento que se prolongó durante cinco meses consecutivos, rompiéndose la racha en agosto, un mes caracterizado por su baja actividad en los mercados. Desde septiembre retornaron los ascensos, pero de forma muy moderada, y al inicio de 2021 se fueron frenando. No obstante, en marzo volvieron a subir un 2,7% y en abril el incremento ha sido de casi el 8%. Por su parte, la apelación bruta del conjunto del Eurosistema al BCE alcanzó los 2,1 billones de euros en abril, un 12,4% más que el mes precedente y hasta un 135% en la comparativa anual. Así, la apelación de los bancos residentes en España al instituto emisor representó en abril el 13,76% del total del Eurosistema, frente al 14,32% de marzo. Programa de compra de activos Por otro lado, el volumen agregado de activos adquiridos en España en el marco de los distintos programas de compra de activos implementados desde 2009 por el BCE sumaba 504.970 millones de euros en abril, un 1,83% más que en marzo y un 41,83% por encima del mismo mes de un año antes. En el conjunto del Eurosistema, el importe agregado de las compras de activos alcanzó en el cuarto…
Por Alba Puerro. Tener a un predecesor que ha hecho del “todo lo que sea necesario” su leitmotiv, y que ha implementado toda una batería de medidas anticrisis, enfocadas a inundar el mercado de dinero e incentivar que fluya el crédito (que no pare la “fiesta”), no te lo pone nada fácil. Christine Lagarde tenía todas las papeletas para decepcionar al mercado, a los inversores, a la banca… porque se había quedado sin margen de maniobra. Heredó un regalo envenenado. Mario Draghi tenía una postura muy clara de política monetaria y la llevó hasta el final. Aprobó numerosos paquetes de estímulos con miles de millones de euros para compra de deuda, acciones y activos, y bajó los tipos de interés hasta dejarlos en terreno negativo (el BCE va a prestar a los bancos al 0 % durante tres años y la facilidad de depósito de la institución es del -0,50 %, es decir, les cobra dinero por depositar su capital). Esta medida terminó por levantar ampollas en el núcleo duro del BCE. En este entorno del BCE con cada vez más posturas enfrentadas y sensación de falta de unidad, tomó el relevo Lagar[1]de. En su primera intervención ya quiso dejar claro que rechazaba seguir la estela de Draghi, cambiando el discurso de “lo que sea necesario” al “no estoy aquí para borrar primas de riesgo”. El resto del mundo ya tenía más o menos claro que ahora tocaba un mandato “hawkish”, pero no sabían hasta qué punto iban a ser duras sus medidas. Y llegó la crisis de la Covid-19 Sólo unos meses después de la toma de posesión de Lagarde, Jens Weidmann empezó a recular y pidió disculpas a Draghi por sus acusaciones al mismo por, entre otras cosas, estar poniendo en peligro la estabilidad financiera con su plan…