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Revista Capital

José Tortosa (Disarp): "Las multinacionales olvidan el trato cercano" 

Por Borja Carrascosa

"La prevención es la mejor solución ante la inflación, no hay que esperar a estar muy mal para actuar"

“Somos el Amazon de los químicos” 

Tecnología, innovación, sostenibilidad y experiencia de cliente. Estos cuatro conceptos marcan el desarrollo empresarial actual, modifican comportamientos y estrategias y modelan la compañía del futuro, independientemente del sector en el que opere. En un entorno de subidas descontroladas de precios de las materias primas, Capital analiza la transformación de la industria química de la mano de José Tortosa, CEO de Disarp, empresa familiar especializada en soluciones de higiene para empresas. 

¿Cómo está afectando la crisis de suministros y la escasez de materias primas a la actividad de la compañía? 

La crisis bélica, el repunte de los precios del combustible y la escasez de algunas materias primas nos han impulsado a crear nuevos sistemas de aplicación de los productos para sustituir las que ya teníamos. Hemos reducido el uso de plásticos y hemos modificado los ingredientes de algunas de nuestras formulas como nuevas referencias para reducir costes y mitigar las limitaciones de suministro. Pero es un hecho que afecta a todos, no solo a unos pocos.  

¿Y la inflación? ¿Perciben un comportamiento distinto en sus clientes? 

Nuestros clientes siguen buscando en Disarp lo mismo que han buscado siempre: servicio y productos de calidad que les ayuden a mantener su zona de trabajo o sector, bajo una tranquilidad y estabilidad con unas condiciones de limpieza y desinfección excepcionales. 

Desde Disarp trabajamos muy duro para que esta inflación les afecte lo mínimo posible a nuestros clientes. Hemos desarrollado productos nuevos con nuevas formulaciones para adaptarlos a estas necesidades de mercado e impactando lo mínimo posible en sus bolsillos. 

¿Cuál cree que puede ser la solución a esta situación? ¿Qué cree que deben hacer los gobernantes?  

Otros gobiernos ya están aplicando medidas para ayudar. EE UU, Alemania no han parado de actuar, en España actúan cuando ya no se puede más. La prevención es la mejor solución, no hay que esperar a que estemos muy mal para actuar

Las previsiones de los analistas indican que la economía se va a desacelerar en la recta final del año, con especial impacto en el sector privado. ¿Qué escenario manejan? 

Las grandes subidas de precios han afectado a las economías de medio mundo durante parte de 2021 y 2022. Ha habido momentos de gran tensión e incertidumbre, con previsiones optimistas de los bancos centrales. La inflación no ha parado de subir en términos mensuales y anuales, con subidas de la energía, falta de mano de obra, problemas de suministro, escasez de ciertos productos… 

Ahora parece que está cambiando, pero seguimos muy lejos de poder llegar hasta donde estábamos en 2020. Todo hace indicar que la marea inflacionista podría haber comenzado a bajar. Vamos hacia una nueva etapa que algunos ya están llamando la “gran desinflación”, debido a los datos esperanzadores de la inflación de EEUU y Canadá, y varios indicadores lo confirman. 

Pero esta gran desinflación no afectará a todos por igual geográficamente. Unos estarán mejor preparados que otros. Con esto no quiero decir que la inflación desaparezca. La desinflación solo supone que los precios aumenten como lo hacían en el 2019 o anteriores años, no como en los últimos meses, que eran exponenciales. 

La inflación, para llegar al 2%, tardará meses o años. Es el objetivo que se han marcado los bancos centrales, pero la realidad es que estos meses teníamos una inflación del 9% y 10% que esperemos que quede como anécdota muy pronto. Se prevé que la inflación global bajará al 5% en el segundo semestre de 2022. Aunque el IPC sigue subiendo más del doble de rápido que antes de la pandemia. 

Estos números no son tan buenos para Europa. Seguiremos con una inflación del 8%, no como en USA, que caerá bruscamente, debido a los precios abusivos del gas natural. En Estados unidos ha caído un 15%-20% los precios y en Europa han subido 143%, según informe de JP Morgan. Por ello se va a crear una gran brecha de inflación entre EEUU y la Eurozona. 

Disarp lleva fabricando productos químicos para la higiene, limpieza y desinfección desde 1985. ¿Cómo afectó la pandemia a la compañía, tanto en funcionamiento como en ingresos? 

Qué contar del atípico año 2020, en el que ningún analista o economista sabía lo que sucedería a finales de 2019. En Disarp pasamos de crear más de 900 diferentes y referencias a solo fabricar desinfectantes e hidroalcohólicos durante esos meses. Mientras el canal Horeca permanecía cerrado, ampliamos turnos de fabricación y teletrabajamos la parte comercial. Todo ello, dejándonos llevar por unos precios que marcaba el mercado, desorbitados por el alto coste de las materias primas. 

Esta “tormenta” nos sacó a todos de nuestra área de confort, y desde Disarp trabajamos más duro que nunca para poder abastecer a toda la demanda atípica sin dejar a nadie por abastecer. Abarcamos nuevos mercados, como el gran consumo que no nos habíamos planteado abordarlo y dimos la talla durante la tormenta de la pandemia. Con la calma somos más eficientes todavía. 

¿Piensa que antes de la crisis sanitaria había la concienciación suficiente de la higiene y desinfección en algunas empresas y sectores en sus procesos? 

En España se olvidan pronto los sustos. En EEUU, después de la Gripe-A, en 2009, la gente seguía utilizando el gel hidroalcohólico hasta hoy. En España, duró lo que duró la alerta, exceptuando lugares en los que intervenía Sanidad, como pueden ser los geriátricos y los hospitales, en los que ya estaba normalizado. Ahora mismo, en España la gente ya no se pone el gel hidroalcohólico y ves los comercios con las botellas de hace meses por la mitad sin utilizar por el público general. Deberíamos concienciarnos a prevenir y no solo actuar en casos extremos. 

Desde que empezaron su andadura empresarial hace más de 37 años, ¿qué ha cambiado en el sector de la higiene y desinfección, tanto dentro de la compañía como en los clientes a los que ofrecen productos y servicios? 

Nosotros antes fabricábamos productos químicos para su comercialización. Desde hace más de una década vendemos servicios y, como consecuencia de los mismos, los clientes nos compran también los productos químicos. Por ejemplo, realizamos auditorías de mantenimiento o de control a nuestros clientes y otorgamos nuestro certificado SGH, avalado por la prestigiosa consultora internacional SGS, asegurando que el local cumple con todas las normas y usos de desinfección para tener a sus clientes resguardados. 

Tenemos patentes en muchos países de sistemas que sacamos desde nuestro departamento de I+D+i, llevamos multitud de premios nacionales e internacionales. Creamos tendencia y necesidad en el mercado, haciéndonos cada vez más fuertes. 

¿Cuál es la propuesta de valor de Disarp? En otras palabras, ¿qué ofrece la compañía que no ofrezcan sus competidores? 

Puedo asegurar que somos los únicos fabricantes que podemos ofrecer el 100% de los productos en envases no rígidos, pudiendo reducir el impacto medioambiental de los residuos plásticos casi en un 90%. Con todo lo que conlleva un ahorro con empresa gestoras de residuos, todo son ventajas y ahorro envueltos en ecología y sostenibilidad. 

Nuestro nuevo sistema EcoZ® va a revolucionar el mercado profesional y doméstico y va a cambiar la forma de comprar y reciclar envases. Abaratamos el producto y somos muy respetuosos con el medio ambiente, ya que el cliente solo comprará una “bolsa” con el producto y recargará dicha bolsa en la pistola de forma cómoda y sencilla. Así, no pagará el pulverizador cada vez, reducirá el plástico casi al 98% y con fórmulas ecológicas. 

Es un producto atractivo, novedoso, eco-friendly, cómodo y más económico. Hemos ganado muchos premios nacionales e internacionales por dicho sistema y estamos introduciéndolo en el gran consumo para poder llegar a más gente, hay que cuidar entre todos del planeta, no solo es cosa de unos pocos. 

Aparte, desde Disarp seguimos potenciando el espíritu que llevamos desde 1985 de empresa familiar, en la que los dos gerentes estamos a pie de empresa, somos accesibles y no tenemos barreras de comunicación. Nuestra premisa es crear soluciones de higiene y limpieza que se adapten a las necesidades de cada cliente. 

Ofrecemos acompañamientos comerciales para cerrar negocios; formación en fábrica, sus instalaciones u online; un potente software gratuito para la gestión empresarial (ERP); la personalización de productos por clientes; auditorías periódicas para optimizar negocios o la formación de camareras, gobernantes, gerentes y comerciales de todo tipo. 

Estamos presentes en más de 21 sectores diferentes, que, combinándose entre sí, nos permite llegar prácticamente a todos los mercados y tenemos un magazine con novedades y una fuerte presencia en redes sociales (RRSS). Contamos con un canal de atención al cliente directo por Whatsapp, Telegram, intranet, e-mail, y, como no, por teléfono, con novedades de productos y sistemas constantes. 

En resumen, Disarp es una empresa familiar con los mismos valores que en sus cimientos, cercana a sus clientes y que mira por su bienestar y las necesidades que a estos les surgen. Les acompañamos de la mano en todo momento. 

Recalcan en varias ocasiones que son una empresa de origen familiar. ¿Ser una empresa familiar cree que le ha dado a Disarp una ventaja competitiva frente a las multinacionales? 

Sin duda, sí. Las empresas multinacionales prefieren adquirir empresas ya consolidadas para penetrar en mercados como es el de España, en lugar de empezar desde cero y estar varios años intentando hacer cuota de mercado. Los inconvenientes para los distribuidores es que pasan de ser una cuenta con cara y ojos, a ser un número. Pasan de tener el teléfono del gerente o altos cargos del fabricante a tener el teléfono de la centralita de la compañía y seguir los nuevos protocolos, que son diferentes a los trabajados durante tantos años. 

Se pierde en estas multinacionales el trato cercano. Esto es algo que en Disarp no estamos dispuestos a que suceda, es un distintivo que muy pocas empresas del sector tienen ya. En estos tiempos que corren, con la presencia cada vez más de robots y pantallas y el trato tan frío que éstas dan, hace falta ese trato de cercanía y confianza que solo pueden dar las personas. 

Trabajan en más de 29 países por todo el mundo, ¿hay un proceso de adaptación para dirigirse al cliente internacional? ¿Qué previsiones de expansión tienen? 

Disarp ha desplegado una red comercial diseñada para recibir clientes pertenecientes a un amplio abanico de sectores. En los últimos años nos hemos expandido y llegado a muchas partes del planeta con nuestros productos bajo el lema “Green Over Green”: cuidar del planeta para hacer un mundo mejor.  

Nuestra capacidad productiva es 10 veces superior a la de hace unos años. Con ello podemos abarcar mercados que antes no pensábamos o sectores donde la demanda elevada no estaba en nuestra planificación. 

Ahora, con esta elevada capacidad productiva no tenemos miedo de embarcarnos en nuevos retos de expansión. Grandes compañías vienen a auditarnos para ver si estamos capacitados y superamos con creces sus expectativas.  

En el primer semestre de 2022 hemos crecido un 40% en facturación debido a la penetración en nuevos mercados, y las previsiones son muy favorables ya que tenemos muchos proyectos esperando a reactivarse de septiembre a noviembre de 2022. 

Tienen un sistema de limpieza patentado, beneficioso para el planeta. Una empresa que no es sostenible, hoy, ¿está destinada al fracaso? 

Nosotros no somos quien para decir si una empresa está destinada al fracaso o no, pero sin duda sabemos que es muy importante adaptarse no solo a las necesidades de mercado, sino al futuro. Y el futuro nos pide ayuda con el planeta, tenemos que cuidarlo y respetarlo como se merece. 

Y por eso invertimos tanto dinero, trabajo y esfuerzo en la creación de nuevos productos que ahorran en plásticos hasta un 95%, como con nuestro sistema EcoZ. También desarrollamos sistemas y productos que reducen al cero la gestión de residuos y disponemos de un gran abanico de productos que cuentan con el certificado EU Ecolabel, que han sido fabricados siguiendo unos criterios muy específicos para cumplir con esta normativa. 

¿Invertir en sostenibilidad genera siempre un retorno positivo para la empresa? 

Invertir en sostenibilidad no es solo una inversión para la empresa, sino, lo más importante, es una inversión para el planeta. Vamos por el buen camino y todos nuestros procesos siguen el lema “Green Over green”, que impusimos hace ya unos años en Disarp, de cuidar el verde sobre el verde. 

Queremos cuidar del planeta contribuyendo a dejar un futuro mejor y transmitir este lema a nuestros distribuidores a nivel nacional e internacional, es el retorno más positivo que podríamos tener. Saber que hemos aportado nuestro granito de arena para ayudar y hacer del planeta un mundo mejor en soluciones de limpieza e higiene. 

Bajo su experiencia como CEO, ¿cuál considera que es el modelo de gestión óptimo?  

La estrategia que llevamos desde hace una década ha sido automatizar los procesos productivos y almacenaje. Actualmente, desde mi móvil puedo ver en tiempo real lo que se produce y las estimaciones de los pedidos que me van a realizar de aquí a los próximos 20 días. Esto me permite anticipar las compras de materias primas, ver en tiempo real los pedidos que entran y cómo se preparan, con el compromiso de enviarlos el mismo día que llegan. 

Queríamos ser, y somos, el Amazon de los químicos, tenerlo todo bien controlado y dar el mejor servicio a nuestros clientes de forma rápida y eficaz. Acompañado de los servicios que ofrecemos. 

“El término CEO se ha desvirtuado. No da órdenes, toma decisiones” 

José Tortosa, CEO de Disarp

¿Qué claves definen a un buen CEO? 

Este año me han otorgado el Premio CEO del Año empresa familiar 2022. El premio en sí no es lo importante, lo bonito ha sido estar rodeado de tantos CEOs. Y la palmadita en la espalda delante de todos ellos reconforta. El término CEO se ha desvirtuado en muchas tarjetas de visita, pero realmente el CEO es el que toma las decisiones de la estrategia de la empresa. No da órdenes, sino que dirige y toma las decisiones adecuadas para el bien global de la compañía con los mejores resultados. 

Un CEO sin su equipo no es nadie, es un empresario. Para ser un buen CEO has de tener a la gente en el bolsillo, transmitir seguridad y agilidad con el equipo, ser respetado y sincero. 

Un buen CEO debe liderar la gestión e innovación, estar en las redes sociales y crear una marca personal, así será más buscado para coloquios, tertulias o seminarios, impulsando directamente la compañía que representa. 

Echando la vista atrás, ¿qué se lleva de estos años en el mundo empresarial? ¿Aún hay objetivos por cumplir? 

Una vez pasado, me he dado cuenta de que haber tomado una buena decisión en el momento adecuado ha sido un cambio de rumbo total para la empresa. Hay que tomar decisiones contundentes cuando se necesitan y no esperar a ver si cambia el viento, porque mientras esperas, te adelantan otros. 

En casi 38 años que tiene la compañía, hemos pasado por problemas internos de salidas de altos cargos, hemos pasado por varias crisis externas, problemas de materias primas, problemas de identidad… Pero siempre se han subsanado de la mejor forma posible, porque una estrategia buena en el pasado no quiere decir que sea buena ahora, ni una estrategia formulada hoy puede ser válida para el futuro por los cambios en el entorno empresarial. Por ello cada estrategia la tratamos como única.  

La estrategia que nos hizo cambiar considerablemente de rumbo fue la instalación de un ERP en 2004, sacar a toda la empresa de su área de confort para trabajar en equipo todos juntos. Después, un CRM en la nube (cloud) y ahí nos catapultó todas las sinergias de equipo. Todo ello, potenciado con la automatización de la producción y logística.  

¿Le quedan objetivos por cumplir?  

Tenemos dos objetivos, principalmente. El primero es la mayor expansión de la compañía, sobre todo en USA, donde ya disponemos de patentes. Y el segundo objetivo, es que todo el mundo utilice el sistema EcoZ para el cuidado del planeta. Somos ecológicos y ahorramos casi el 98% del plástico de los envases a un precio mejor que el actual por los mismos productos. Estamos volcándonos al 100% en este tipo de sistemas, son el futuro de todos. 

¿Cuál quiere que sea su “huella” en la empresa?  

Mi huella, sin duda, es la innovación constante. Ir por delante del resto de competidores, es fundamental. Hace décadas copiábamos a los grandes, ahora nos imitan muchos, pero ya vamos por delante. Por ello, ahora sacamos los sistemas con patentes y en exclusiva.  

Somos los únicos fabricantes que disponemos de revista del sector propia y los que empezamos a crear formación de productos online para nuestros usuarios. Además, somos únicos fabricantes de productos químicos que también fabrican sus sistemas de dosificación. Otros los compran a terceros.  

Mi hermano Ángel controla, como decimos, “de bordillo para dentro”: Recursos Humanos; fábrica; compras; la parte financiera… Yo me dedico “de bordillo para fuera”: Marketing; dirección estratégica, dirección comercial, ventas… Somos un tándem único, aunque Ángel no salga tanto en los medios ni a nivel público. La huella en la empresa es de cuatro pies, dos suyos y dos míos, que continúan el legado que empezó nuestro padre y fundador. Él continúa viniendo cada día a supervisar como va todo, con sus 71 años… 

Nuestra huella ha sido pasar de una empresa, como se conocía, familiar, a trabajar como una multinacional. Disarp forma parte del Holding Familiar T&T (Tortosa y Tortosa). 

¿Y en la sociedad? 

Es muy ambicioso. Queremos cambiar el hábito de todas las personas para que dejen el uso de los envases rígidos de productos y pasen a utilizar envases flexibles, tal y como estamos promulgando a nivel profesional desde 2019, con grandes logros. Ahora vamos a dar el salto al gran consumo para llegar a todos los hogares con este tipo de envases. El planeta es una cosa de todos y debemos velar por él. 

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