La deuda consolidada de empresas y hogares en España alcanzó un total de 1,706 billones de euros a finales de 2024, lo que representa un incremento del 1,6% con respecto al año anterior, según las Cuentas Financieras de la Economía Española publicadas por el Banco de España. En proporción al Producto Interno Bruto (PIB), esta deuda se redujo al 107,2%, un descenso significativo desde el 112,1%% registrado un año atrás, marcando una baja de cinco puntos porcentuales.
Detalles sobre la deuda de empresas y hogares
Analizando los datos en detalle, la deuda de las empresas se incrementó en 2024 a 1,01 billones de euros, frente a los 989.500 millones de euros en 2023. En términos del PIB, esta ratio disminuyó del 66% al 63,5%%, alcanzando su mínimo desde 2001. Cabe mencionar que si se incluye la deuda interempresarial, la ratio en diciembre de 2024 sería del 83,2%, comparado con el 87,2%% del año anterior.
Por otro lado, la deuda de los hogares también mostró un crecimiento, aumentando de 690.700 millones de euros en 2023 a 695.600 millones de euros en 2024. No obstante, en términos relativos al PIB, esta deuda se redujo al 43,7%%, en comparación con el 46,1%% de finales de 2023, estableciendo un valor mínimo desde el primer trimestre del 2000. La evolución de la deuda consolidada puede atribuirse principalmente a los positivos valores de las operaciones netas acumuladas, que en 2024 ascendieron a 25.200 millones de euros, representando el 1,6%% del PIB.
Riqueza financiera de los hogares
En cuanto a la riqueza financiera de los hogares, los activos totales alcanzaron 3,13 billones de euros en el cuarto trimestre de 2024, un 7,5%% más que el año anterior. Este crecimiento refleja una revalorización de 124.400 millones de euros y una adquisición neta de activos de 89.700 millones de euros. En total, la riqueza financiera bruta de los hogares creció en 217.300 millones de euros en el último año, acercándose al 200%% del PIB, con una ratio del 196,8%%, debido a que el aumento de los activos financieros superó al del PIB.
La revalorización de activos se concentró en gran medida en las participaciones en el capital y los fondos de inversión
La composición de los activos financieros revela que el 35,2%% del total corresponde a efectivo y depósitos, seguido por participaciones en el capital con 31%%, participaciones en fondos de inversión con 16,4%% y seguros y fondos de pensiones con 12,2%%. Las participaciones en fondos de inversión fueron las que más incrementaron su peso en los activos, mientras que el efectivo y los depósitos vieron una reducción en su proporción, a pesar de las operaciones netas positivas en depósitos a plazo.
