Al amparo de la economía digital, la cartera tradicional se vacía de efectivo para dar paso a innovadores métodos de pagos digitales
En una era donde la tecnología reconfigura nuestros bolsillos, la cartera tradicional pierde peso al compás de la digitalización. Desde el 2020, la pandemia ha acelerado la adopción de los pagos digitales en España, un cambio que no muestra signos de revertirse. Más del 90% de la población bancarizada se ha sumergido en esta ola digital, adoptando nuevos hábitos financieros y dejando atrás el efectivo en favor de opciones más seguras y ágiles.
Los comercios españoles se encuentran en un punto de inflexión, donde deben adaptarse rápidamente a las preferencias de los consumidores, que optan cada vez más por soluciones de pago a través de dispositivos móviles. Actualmente, el 42% de los usuarios en España realiza pagos digitales con su móvil y un tercio de todas las tarjetas en circulación son virtuales, evidenciando la consolidación de la digitalización.
Tendencias de pagos digitales con el móvil
Las carteras digitales, esos espacios virtuales donde el dinero fluye sin contacto, han encontrado en los smartphones su mejor aliado. A medida que los españoles se han habituado a pagar con un toque en el terminal de cobro (42%), otras modalidades como el pago a través de aplicaciones móviles (29%) o los enlaces de pago por SMS ganan adeptos (18%). El código QR, aunque en menor medida (13%), también se suma a esta danza de las finanzas sin papel.
Los datos del XII Informe de Medios de Pago de Minsait Payments, elaborado con la colaboración de AFI, ponen de manifiesto que, aunque la digitalización avanza, aún existe un 43% de españoles que enfrenta obstáculos al querer pagar con su método preferido. Un reto para un país donde el efectivo sigue teniendo su bastión en las pequeñas compras diarias, los gastos compartidos, y transacciones con particulares.
A pesar de la revolución digital, el efectivo sigue jugando un papel crucial en determinados contextos de gasto. Las estadísticas reflejan una competencia reñida entre el uso de efectivo (31%) y tarjetas de débito (34%) en transacciones presenciales. En escenarios como compras de bajo importe o transporte, el efectivo se mantiene firme, siendo usado semanalmente por el 77% de los españoles.
Innovaciones en tarjetas y pagos digitales
Con el 41% de los españoles disponen de cuentas en distintos bancos, las herramientas que permiten centralizar la gestión financiera se vuelven cada vez más relevantes. Los usuarios buscan eliminar comisiones, mejorar las condiciones de financiación y su calificación crediticia. La innovación en el sector financiero no se detiene en las carteras digitales; las tarjetas se perfilan como epicentro de nuevas funciones y servicios:
- Neobancos y banca digital: impulsores del crecimiento en el uso de tarjetas con soluciones personalizadas.
- Comercio electrónico: emisión instantánea de tarjetas virtuales para facilitar pagos a múltiples proveedores.
- Remesas: acceso instantáneo a fondos mediante tarjetas virtuales o de un solo uso.
- Fintech: se han establecido como un competidor formidable para los bancos tradicionales, con un 38% de los españoles operando frecuentemente con ellas. Ofrecen desde aplicaciones de transferencia de dinero hasta servicios de planificación financiera. Aun así, la banca tradicional sigue siendo la opción principal para la mayoría de los españoles, lo que pone de manifiesto la confianza en las instituciones establecidas.
Sin embargo, las tarjetas vinculadas a criptomonedas aún no despiertan expectativas significativas entre los expertos financieros.
El momento Bizum
Una mención especial es para Bizum, ya que se ha establecido como un método preferido para transferencias inmediatas en España, especialmente entre los jóvenes. Este sistema se caracteriza por su rapidez y simplicidad, facilitando una conexión directa entre la banca y los usuarios. Aunque Bizum es seguro y conveniente, los riesgos de fraude existen, y se aconseja seguir buenas prácticas de seguridad como verificar números de teléfono y actualizaciones de software, además de usar contraseñas y autenticación en dos pasos.
La popularidad de Bizum resalta la importancia de la educación financiera para navegar seguros en el ámbito digital. Se prevé que Bizum siga innovando, posiblemente expandiendo servicios como pagos internacionales y, ante este crecimiento, la regulación se adapta para proteger a usuarios y al sistema financiero. Mientras Bizum evoluciona, la seguridad y la educación financiera deben ser prioritarias para garantizar un uso beneficioso y seguro de esta herramienta en la era digital.
Los pagos digitales se perfilan como los protagonistas de la próxima década, pero el efectivo persiste en su rol, sobre todo en transacciones menudas y cotidianas. El reto para España no sólo reside en la adopción de tecnologías como Bizum, sino en encontrar un equilibrio que permita la coexistencia de los pagos digitales con el dinero en efectivo, respetando las preferencias y necesidades de todos los usuarios.
