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Directivos

Marta Alonso (GES): "Necesitamos más ciencia y más científicos"

Por Redacción Capital

Durante su trayectoria profesional, Marta Alonso, actual gerente general Sudamérica en GES Chile, también ha sido directora de Unión Fenosa Energías Renovables Chile, de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), de Enertis Latinoamérica  y, desde 2013, de GES América del Sur. El concepto de “techo de cristal”, realmente, ¿cómo se traduce en su sector? ¿Hay muchas más mujeres directivas?

Entendemos por techo de cristal las normas no escritas que existen en las Organizaciones, y que dificultan que las mujeres tengan acceso a posiciones de liderazgo. Y al mismo tiempo es una metáfora que marca un tope, que establece un límite a partir del cual cuesta mucho que una mujer alcance una posición de poder. Esto, en el sector Energía se acusa todavía más,  porque la industria energética a lo largo de la historia ha sido considerada como una industria sólo para hombres. Hacia allí apunta el objetivo número 5 de los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de Naciones Unidas.

En el sector de las energías renovables existe a nivel mundial mayor participación de mujeres que en el sector de los combustibles fósiles. El último informe de IRENA Renewable Energy and Jobs Annual Review 2020 destaca que las mujeres ocupan el 32 % del total de los puestos de trabajo en renovables, frente al 21 % de los puestos en sectores relacionados con los combustibles fósiles. Esto demuestra que, a pesar de que continúa habiendo una baja participación de mujeres en el sector Energía, cada vez son más las mujeres que se incorporan al mercado de trabajo a través de nuestro sector.

La región LAC alberga algunos de los mercados de energía renovable más dinámicos del mundo como por ejemplo Chile, donde el Ministerio de Energía ha implementado el programa Energía + Mujer, un Plan Público-Privado para resolver las barreras y brechas de género que permitan incorporar más talento femenino al sector, porque en 2019 representó solo el 23% la fuerza laboral. Actualmente en Chile cada vez son más las mujeres que asumen responsabilidades de Alta Dirección en grandes Corporaciones del sector energético, y en el caso de las renovables el nivel profesional de las mujeres chilenas es muy alto en comparación con otros mercados del mundo.

A esto contribuye en Chile el World Energy Council, WEC Chile a través del WIE (Women in Energy), un programa de liderazgo femenino orientado al sector Energía en el que cada año participan 30 mujeres profesionales del sector, cuyo objetivo es el fortalecimiento en habilidades de liderazgo y establecimiento de redes.

Tenemos que concienciar a las mujeres de que acceder a puestos de Dirección no solo es competir, sino que es ejercer un derecho, y ese derecho comporta hacerse cargo de una responsabilidad para la que es necesario capacitarse. Si no logramos esto, el mundo perderá la posibilidad de avanzar en pilares básicos que la perspectiva de la mujer puede aportar.           

Según el informe Mujer, Empresa y el Derecho, elaborado por el Banco Mundial en 2018, “la productividad de algunas economías podría aumentar hasta en un 25% si se eliminaran las barreras que impiden que las mujeres se desempeñen en ciertos sectores u ocupaciones”. ¿Qué opina sobre el impulso de las carreras STEM en Latinoamérica? ¿Se promueve lo suficiente la igualdad en este aspecto?

Efectivamente. Los empleos del futuro van a ser para profesionales STEM. En 2050 un 75% de los puestos de trabajo serán en este sector, y más del 60% de las niñas y niños que hoy ingresan a la escuela primaria ocuparán empleos que hoy no existen. Necesitamos más Ciencia y más científicos, y también más niñas y más mujeres que comiencen y terminen carreras STEM, porque la baja presencia de mujeres en estas carreras en Latinoamérica y resto del mundo, limita las posibilidades de desarrollo en sectores de vanguardia como es la Energía. Las carreras STEM son la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible.

Existen evidencias de que el Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina y el Caribe crecería un 16% adicional si la brecha de género en el mercado laboral se cerrara completamente. Conocemos desde hace tiempo el vínculo que existe entre igualdad de género, ciencia y desarrollo, y también sabemos que desarrollar talento competitivo con enfoque de género impactaría de forma importante en el PIB per cápita mundial.

En la última década, en la Región LAC se han implementado diversas políticas y programas dirigidos a promover la participación de las mujeres en los campos de la ciencia y la tecnología. A pesar del desempeño relativamente bueno de los países de América Latina en cuanto a la proporción de investigadoras, las mujeres aún enfrentan numerosos desafíos cuando emprenden una carrera profesional en el campo de la ciencia. En América Latina el 80% de las mujeres ocupan puestos en sectores de baja productividad, debido principalmente a barreras socioeconómicas y estereotipos de género. Solo 3 de cada 10 personas que trabajan en STEM en la Región son mujeres y para ellas existe una brecha salarial del 40%.

¿Cuál cree que ha sido la clave que le ha permitido destacar en un entorno profesional tradicionalmente dominado por hombres?

En mi caso mi condición de mujer no ha sido un obstáculo para creer profesionalmente en este sector, aunque a otras colegas les ha pasado todo lo contrario. Creo que un factor muy importante han sido mis padres por haberme enseñado sobre todo a soñar y a ser valiente, a confiar en mí misma y a caminar por el mundo, y otro mis hijos por haberme acompañado en el camino y haberme apoyado siempre sin condiciones. Recibí una educación igualitaria, sin diferencias entre hermanos y hermanas, tuve la fortuna de tener un padre con una mente privilegiada que supo orientarme, y tengo una madre vanguardista que pensaba hace 50 años lo que piensan hoy las jóvenes de 20. La educación de una niña creo que es determinante para su futuro en la vida, y yo en eso he sido muy afortunada.

En comparación con España, ¿cómo cree que está Latinoamérica en términos de igualdad de género en el ámbito profesional? ¿Qué cree que hace falta?

Los escenarios a nivel mundial en relación con la igualdad de género están determinados por los distintos puntos de partida socioeconómicos. Lo primero que encontramos en la región LAC son fuertes diferencias entre países y grandes brechas entre grupos y poblaciones dentro de cada país. Las mujeres representan algo más de la mitad de la población en América Latina y el Caribe, sin embargo, su contribución a la actividad económica, al crecimiento y al bienestar de la región está muy por debajo de su potencial.

América Latina y el Caribe se ha caracterizada por ser una de las regiones del mundo con mayores niveles de desigualdad de género. Sin embargo, se está avanzando mucho en el diseño de políticas de igualdad que benefician a las mujeres, y que favorecen su participación en el contexto social y económico. Existen planes de igualdad de género en la Región con diferentes tendencias, desde aquellos que se construyen como una pura herramienta de gestión, hasta instrumentos de mayor impacto, aprobados por Gobiernos o incluso soportados por leyes.

España, sin embargo, se ha convertido en uno de los países del mundo que mejor está trabajando en políticas de género. Uno de los últimos informes internacionales que lo sostienen es ​Women in Business 2020, publicado recientemente por Grant Thorton, que coloca a España en los puestos de cabeza del ranking mundial.

Según este documento a nivel mundial la tasa media de mujeres que ostentan cargos de alta dirección en empresas de entre 50 y 500 empleados, cotizadas y no cotizadas, se mantiene en el 29%. En el conjunto de la Unión Europea asciende un punto más, hasta el 30%. Y en el caso de España este porcentaje ha pasado del 30% al 34%, que según el informe ha sido uno de los impulsos más altos de los últimos 16 años. El porcentaje de empresas españolas que no tienen ninguna mujer en puestos gerenciales ha disminuido hasta el 9%, mientras que la media a nivel mundial en este apartado se ha quedado estancada en el 13%.

En ocasiones el acceso a puestos directivos en industrias “masculinizadas” no solo tiene que ver con las dificultades del entorno, sino también con una especie de “freno intrínseco” que las mujeres tienen para dar el salto. Por eso es tan importante enseñar a las mujeres a ejercer liderazgos de impacto capaces de mover agujas en las organizaciones, y enterrar para siempre la idea de que la ambición es algo negativo y solo para hombres; la ambición es el entusiasmo con el que nos miramos en el mundo y aprender a ejercerla desde lo femenino, es una de las cosas más revolucionarias e innovadoras que estamos viendo hoy día en las organizaciones.

La inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad es una de las claves para la sostenibilidad económica en el mundo.

En cuanto a su empresa. ¿A qué objetivos de la Agenda 2030 se adhiere principalmente GES como empresa?

GES es proveedor independiente de servicios de Ingeniería y Construcción en el ámbito internacional en la construcción de proyectos de energía renovable. Somos una Compañía que pertenece al Grupo Industrial CL, un holding internacional con capital netamente español que cuenta con participación en 15 empresas distribuidas a través de sectores clave como Industria, Energías Renovables, Química o Consumo, y que combina la competitividad con la sostenibilidad, la economía circular y la Agenda 2030 de Naciones Unidas. En GES somos 700 operando en los principales mercados del mundo desde hace casi tres décadas. Hemos construido el 5% de todos los MW eólicos que hoy existen en el mundo y estamos presentes en los principales mercados renovables.

Contribuimos a que nuestros clientes alcancen sus compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, principalmente aquellos relacionados con los efectos del cambio climático, y lo hacemos poniendo el foco en los principales mercados que nuestros clientes eligen para crecer en sus inversiones renovables. En este momento de transformación energética a nivel mundial, construimos los proyectos eólicos y solares de las empresas de energía renovable más importantes del mundo, con foco en Chile y resto de la región LAC y también en Europa.

GES promueve además una cultura interna que trata de evitar algunos sesgos que siguen presentes en las actividades de Ingeniería y Construcción a nivel mundial, garantizando un reclutamientos que respete la igualdad de oportunidades, e incentivando que cada vez más mujeres formen parte de nuestro sector. Es un orgullo ser parte de una organización donde son muchas las mujeres que desempeñan sus funciones al frente de áreas de mucho peso.

¿Qué impacto ha generado la crisis del coronavirus en el funcionamiento de GES?

La Covid-19 ha impactado en alguno de nuestros mercados retrasando la construcción de algunos proyectos, sin embargo, en aquellos ámbitos geográficos en los que tenemos presencia permanente, como Latinoamérica y Europa, hemos mantenido la actividad prácticamente al ritmo previsto.

Al inicio de la pandemia se vieron muy afectadas las cadenas de suministro, lo cual en algunos casos derivó en una redistribución de la fuerza laboral y una reconfiguración de metodología de trabajo. En GES hemos estado desde el principio de la pandemia trabajando para dar respuestas a la continuidad de nuestros contratos de construcción y en eso hemos sido exitosos; ahora nos orientamos hacia los desafíos de medio plazo provocados por esta crisis mundial, y trabajamos ya en reinventarnos, para posicionar a nuestra organización en la “próxima normalidad”.

La Covid-19 ha acelerado el proceso de digitalización en las Organizaciones. Uno de los grandes descubrimientos en GES ha sido la implementación del Home Office, que ha sacado a relucir las mejores capacidades y los mejores talentos de las personas. Esta realidad nos ha enseñado a todos que la adaptación y el conocimiento de las tecnologías de la información son el requisito esencial en la era digital en la que nos encontramos.

¿Buscan diversificar su presencia internacional? ¿Qué países consideran más atractivos para los segmentos eólico y fotovoltaico?

Nuestro foco ahora está en Europa y la Región LAC, es en estos mercados donde nuestros clientes están creciendo. Consolidamos cada vez más nuestra presencia en las tres unidades de negocio de construcción, instalación y O&M tanto en la tecnología eólica como solar. Durante la última década hemos desarrollado una actividad intensa EN Uruguay, Perú, Argentina, México, Guatemala y Chile y hoy nos enfocamos principalmente en Mexico y Chile.

En Chile construimos actualmente 4 grandes proyectos, dos eólicos y dos solares y 3 de ellos en el desierto de Atacama. Casi 500 MW, que sumados a los ya construidos por GES en años anteriores hacen un total de casi 1.300 MW, lo cual es una cifra muy importante en este mercado. Nuestra posición local es sólida y estable y esperamos poder seguir creciendo en los próximos años.

¿Qué particularidades presenta Chile en cuestiones de energías renovables a nivel mundial?

El mundo mira con buenos ojos desde hace tiempo la gestión que hace Chile en materia energética, así como la evolución de su liderazgo regional en el desarrollo de la industria renovable. Es un país muy rico en recursos renovables, con una economía muy abierta a la inversión extranjera, donde además existe una tremenda brecha de demanda eléctrica.

De acuerdo con el ranking Climatescope 2020, de Bloomberg New Energy Finance, Chile ocupa el primer lugar entre las economías más atractivas para invertir en energías renovables, entre 108 países emergentes y 29 países desarrollados. En Chile además la Energía es política de Estado, lo cual aporta la estabilidad regulatoria necesaria para la inversión y el crecimiento del sector. Hoy día más de la mitad de la capacidad de generación en Chile es renovable y este año las energías renovables van a ser por primera vez en Chile la mayor fuente de generación eléctrica, Chile además contextualiza su transición energética en una dimensión social que detecta, mide y profundiza el impacto de un proyecto de generación en los habitantes de un territorio.

Durante la primera semana de junio Chile será además anfitrión de la Cumbre de energías limpias que reúne a las principales economías del mundo, la Clean Energy Miisterial (CEIM12) y el Mission Innovation Ministerial (MI-6), los dos acontecimientos globales más importantes de energías limpias e innovación de 2021. El CEM12 MI6 reunirá a líderes de todo el mundo y a los ministros de los países miembros y observadores institucionales, que agrupan a las principales economías del mundo y a países más pequeños líderes en diversas áreas de energía limpia.

Este encuentro será clave para abordar los desafíos de las energías limpias antes de la COP26 y además servirá para fortalecer las economías más importantes del mundo y aumentar ña ambición en la acción climática.

¿Qué particularidades presenta Chile en la industria frente a otros países?

El principal atractivo de Chile se encuentra en la calidad de su recurso, en su estabilidad regulatoria e institucional y en el plan de cierre de centrales a carbón, como parte del proceso de descarbonización en el que nos encontramos inmersos,

A pesar de la COVID, la industria energética está teniendo niveles récord de inversión en energías renovables, con importantes carteras de proyectos a desarrollar, a diferencia de otros países de la Región que han experimentado un fuerte descenso en sus inversiones renovables.

A partir de este año se espera que el aporte de las fuentes renovables supere al carbón, que a pesar del retiro de varias unidades debido al plan de descarbonización mantiene un aporte superior al 30% de la matriz.

Y como continuidad  de la trayectoria que ha tenido en chile la energía renovable  el Ministerio de Energía y Minería ha desarrollado la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, que identifica las opciones reales de convertir a nuestro país en referente global de esta industria. Tenemos una evidente ventaja competitiva debido a la cantidad y calidad de nuestro recurso renovable, que podrán reemplazar a los combustibles fósiles, ayudando a descontaminar localmente contribuyendo a reducir la emisión de gases efecto invernadero, al crecimiento económico y por tanto a la generación de empleo.

Esta Estrategia ha despertado el interés de promotores de pequeñas plantas solares y eólicas, que ven a los productores de hidrógeno como posibles compradores a futuro. El número de estas plantas está creciendo, sus necesidades de inversión son relativamente bajas, el tiempo de construcción es rápido y se aplican permisos especiales más cortos. Otros factores que han atraído a estos inversionistas son la posibilidad de obtener beneficios fiscales y un régimen de precios estabilizados, que ayuda a la estructuración financiera de la inversión.

El permanente crecimiento de las energías renovables como la solar fotovoltaica y la eólica, las inversiones necesarias para impulsar la producción y el consumo, así como las metas ambientales de Chile en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, son parte de las decisiones clave en esta materia.

Estoy segura de que Chile va a saber sostener las inversiones necesarias para impulsar la transición energética hacia la carbono neutralidad.

¿Cuál es el papel de la inversión privada en la industria eléctrica chilena?

En los próximos veinte años la capacidad global de las energías renovables se cuadruplicará, los costes seguirán bajando y se crearán tremendas oportunidades para quienes ocupen una posición de liderazgo a nivel global.

En Chile, y según el último informe de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) y tomando como base el  calendario definido de obras a finales  de 2020, la gran mayoría de estos recursos se destinarán a iniciativas de generación con un 76%, mientras que actualmente están en construcción proyectos por USD 5.605 millones. El comportamiento del sector energético confirmó que la industria será una de las más activas en el período 2020-2024, con inversiones por encima de los USD 8.800 millones.

Después de la Minería y Obras Públicas, la Energía es el sector que más aporta a la cartera de inversión del período 2020-2024, con un 14% de la inversión en proyectos, por lo que juega un rol relevante en la recuperación económica de Chile. La gran mayoría de las inversiones están dirigidas al segmento de la generación del mercado eléctrico, con más de USD 6.726 millones, seguidos por el segmento de transmisión (US$ 1.216 millones).

Según Statista, los cinco países latinoamericanos más preparados para las tecnologías de vanguardia son, por orden, Brasil, Barbados, Chile, México y Costa Rica. ¿De qué depende este grado de implicación en el sector de las energías renovables, son decisiones gubernamentales o empresariales las que marcan la diferencia?

En el caso de Chile el papel del Estado ha sido clave para el desarrollo de la industria renovable, especialmente con los cambios a las licitaciones de suministro eléctrico del año 2016 que incluyeron los bloques horarios y la Ley de transmisión, así como  los planes de expansión y polos de desarrollo. Si a esto añadimos un buen recurso solar y eólico, una buena conectividad, estabilidad regulatoria y garantías institucionales, estamos ante un mercado con un potencial de crecimiento extraordinario que podría tener una matriz 100% renovable mucho antes de lo que pensamos.

Las utilities serán en todo el mundo y en Chile también, el eje del nuevo sistema energético que está por llegar, donde las infraestructuras de distribución tendrán que adaptarse para asegurar cada vez más estabilidad y resiliencia.

ENGIE, ENEL GREEN POWER, AES ANDES, STATKRAFT, EDF, REPSOL o EDPR son algunas de las principales empresas generadores a nivel mundial presentes en el Chile, que operan un número muy importante de MW renovables y que han comunicado formalmente sus compromisos de inversión en Chile.

Las inversiones en energía renovable no solo tendrán un impacto positivo en el medioambiente, sino que contribuirán a relanzar la economía, generando valor compartido para toda la humanidad.

¿Cuál es su opinión sobre las políticas energéticas del gobierno chileno?

En Chile se entiende la Energía como política de Estado. El éxito del sector energético en Chile no solo se debe a la existencia de un buen recurso renovable sino también a un marco de políticas públicas y estabilidad. Las inversiones en proyectos de energía renovable son de gran volumen y largo plazo y por tanto la confianza es un factor esencial para los inversionistas extranjeros, que han apostado por invertir en Chile, donde además las barreras arancelarias son muy bajas

El Ministerio de Energía y Minería promueve el Plan Energía 2050 que mira al sector con luces largas, permite una planificación ordenada validada por criterios sociales, políticos y técnicos, y se apoya sobre bases confiables, inclusivas y competitivas.   Se ha incorporado recientemente la cartera de Minería a la de Energía, lo cual tiene mucho sentido en este momento. Chile es un país eminentemente minero donde las empresas del Sector son grandes consumidores de energía eléctrica que proviene cada vez más de fuentes renovables.

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