"La plantación de tabaco aporta 139 millones de euros anuales a la economía extremeña y un 4% al PIB de Canarias"
"El objetivo sanitario de reducción del consumo no se consigue si se produce un desplazamiento al comercio ilícito"
A inicios del 2011 se inauguró en España la Mesa del Tabaco, asociación que representa a un total de 45.000 personas que en España viven del tabaco en sus diferentes fases de gestión. Capital habla con la Mesa del Tabaco para que nos cuente su trabajo desde dentro, las innovaciones y aportaciones a la sostenibilidad del sector, y qué supone realmente la industria del tabaco para la economía nacional, desde el cultivo hasta su distribución en estancos.
El sector del tabaco aporta 3.000 millones de euros a la economía española. ¿Estas cifras permanecen durante una pandemia?
Como el resto, nos hemos visto afectados por la crisis de la Covid-19, que ha tenido un impacto en nuestras ventas, principalmente por el desplome del turismo y las restricciones vinculadas al control de la pandemia, que han limitado los momentos de ocio y las relaciones sociales. En el caso del tabaco, se ha prohibido fumar en terrazas o espacios públicos exteriores si no puede mantenerse la distancia de seguridad. Algunas CCAA han ido más allá y han prohibido fumar en terrazas. Ningún otro Estado Miembro de la UE ha implementado esta limitación. El principal perjudicado es el sector de la hostelería. Nuestra recuperación dependerá de la evolución de la pandemia y de la vuelta a la normalidad.
Extremadura es la mayor región productora de hoja de tabaco en Europa, con un 98% de la producción en España. ¿Qué supondría para la economía nacional y extremeña que restringiesen la plantación de cultivo de tabaco?
El cultivo de tabaco es una actividad vital en las zonas de Extremadura donde se desarrolla, pues fija la población en el ámbito rural y es su motor económico. Cada euro que se genera en el cultivo y la primera transformación de tabaco se multiplica por 2,21 veces. Ello significa una aportación de 139 millones de euros anuales a la economía extremeña. Las actividades de cultivo y primera transformación de tabaco sostienen de forma directa a más de 1.600 familias, contribuyendo al asentamiento de la población en el ámbito rural y a la generación de empleo de calidad en una región en la que el desempleo alcanza el 18% (datos EPA tercer trimestre 2021).
Son 43.000 los empleos que genera la industria. ¿Cuántos puestos de trabajo supone esto indirectamente en otros sectores?
El sector del tabaco genera más de 23.000 empleos en diferentes sectores de la economía española. El 54% se concentra en 10 sectores, como servicios profesionales, transporte y comercio. Es de destacar que la mayor parte de los impactos indirectos e inducidos de nuestro sector se producen en sectores de alto valor añadido. Por ramas de actividad, el 76% de estos empleos generados corresponde a las actividades de distribución minorista y mayorista, mientras que el 24% restante derivan de la fabricación y cultivo.
El tabaco siempre es uno de los productos que más cambios fiscales sufre. ¿Esperan más subidas tributarias en los próximos meses?
La realidad es que los productos del tabaco son el producto más gravado entre todos los bienes de consumo, con una carga fiscal media que equivale a alrededor de un 80% de su precio final. Se sitúa por encima de la recomendación de la OMS que es del 75%.
Apuntan que en Canarias se sitúa ahora la mayor planta mundial de fabricación de cigarritos. ¿Qué supondría que plantas como esta en España cerrasen por cambios fiscales hacia la industria?
Canarias aglutina la mayor parte de la producción nacional, fabricando todos los cigarrillos y un tercio de los cigarros y cigarritos. La fabricación de tabaco representa el 1% del PIB de Canarias y el 4% de sus exportaciones, casi al mismo nivel de las exportaciones de plátanos o superior a tomate y pescado. Es a su vez relevante en términos de empleo, más de 700 empleos directos, ofreciendo una alternativa a la economía canaria más allá de las actividades ligadas al turismo.
La OMS avaló la medida de que en España se aumente el precio de las cajetillas a 10€. ¿Cómo afectaría esto a los comerciantes y expendedurías?
Un aumento desproporcionado de los impuestos puede ocasionar un desvío del consumo legal a mercado negro que no pasa controles sanitarios y drena recaudación. El objetivo sanitario de reducción del consumo no se consigue si se produce un desplazamiento al comercio ilícito, como así han alertado reiteradamente los cuerpos y fuerzas de seguridad. Un incremento del comercio ilícito perjudica, además de a la sociedad, al conjunto del sector, incluidos los estanqueros. Es importante destacar que el modelo de expendedurías garantiza el control en la comercialización de los productos. Y especialmente los estancos juegan un papel fundamental evitando la venta de tabaco a menores.
¿Qué impacto tendrán en la industria, a la larga, las nuevas modalidades y productos sustitutivos del tabaco de combustión?
Fruto de la innovación, se han desarrollado nuevos productos con tabaco, como los productos de tabaco calentado. Estos son de potencial riesgo reducido y están siendo reconocidos por otras administraciones –como Estados Unidos y recientemente Grecia- como una alternativa para fumadores adultos informados que deseen seguir consumiendo tabaco con un potencial menor riesgo. Los reguladores tienen una oportunidad de fomentar un marco normativo diferenciado para estos productos que responda a sus características específicas de potencial menor riesgo.
¿La innovación futura en el sector va ligada a la sostenibilidad? ¿Qué otras formas de innovación encontramos en las distintas fases de producción del tabaco?
Contribuimos a la consecución de los ODS y nuestra aportación es superior a la media en sostenibilidad y medio ambiente. La fase de cultivo y primera transformación apuesta por los secaderos de biomasa, los cuales sustituyen a los secaderos que utilizan combustibles fósiles. En el ámbito de la fabricación, se ha innovado en la trazabilidad, con el objetivo de combatir el comercio ilícito de tabaco. Por su parte, la distribución mayorista invierte en I+D+i, implantando tecnología de trazabilidad, optimizando las rutas o desarrollando proyectos evolutivos en la cadena de suministro. La distribución incluye las máquinas expendedoras, cuyos fabricantes invierten entre el 5-10% de su facturación en el desarrollo de tecnología puntera, cierre antivandálico o dispositivos de seguridad para la protección del menor.
¿Qué previsiones tiene el sector del tabaco para 2022 teniendo en cuenta la incertidumbre respecto a la regulación?
Contamos con un nivel de regulación muy alto. Conviene analizar el punto de partida. Desde la aplicación de la Ley Antitabaco de 2005 y con las sucesivas modificaciones normativas, España se sitúa a la cabeza de la Unión Europea en el control del tabaco. Por ello, cualquier modificación legislativa debe basarse siempre en evidencia científica y datos objetivos, y contar con la participación del sector para evitar efectos indeseados.
Otro punto muy importante es acompasar nuestra regulación con la europea. Dado que somos un sector super regulado y contamos con un férreo control de nuestros productos, desde la Mesa del Tabaco entendemos que es el momento de apostar por una regulación inteligente y por otro tipo de políticas, basadas en la información a los consumidores.
La Mesa del Tabaco está a punto de celebrar su décimo aniversario, ¿cómo surge hace una década la corporación?
Allá por el 2010, en la Unión Europea se planteó la revisión de la Directiva de Productos del Tabaco aprobada diez años atrás. Hasta entonces, en cada proceso de revisión o adopción de una determinada regulación en el ámbito del tabaco, cada parte afectada exponía su visión sobre la cuestión. Entonces se consideró la idoneidad de tener una única voz. De esta forma, el sector del tabaco español decidió dar un paso insólito y unirse en torno a la Mesa del Tabaco para trasladar las posiciones del sector ante revisión de la Directiva de Productos del Tabaco. Y así empezamos a trabajar.
En la actualidad, la Mesa del Tabaco representa los intereses del conjunto del sector en España, con legitimidad y transparencia. Para ello interactuamos con los reguladores, aportamos información, datos objetivos y estudios de impacto que ayuden a quien tiene que tomar las decisiones.
