La gran fiesta de la música, los Premios Grammy, organizados por la Academia de la Grabación de EEUU, se celebra este domingo en Las Vegas con Jon Batiste como favorito
Las Vegas se viste de gala este domingo para celebrar la 64 edición de los premios Grammy. Una cita con la música que, como cada año, acoge a artistas de primer nivel. Este año, será presencial y con pocas restricciones; y por primera vez viajará al MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, en Nevada.
Tras el éxito de la pasada edición, Trevor Noah repite como maestro de ceremonias en un evento muy esperado que estaba previsto para el 31 de enero y que, sin embargo, se tuvo que aplazar por la Covid-19. En la lista de favoritos se encuentran Jon Batiste, Justin Bieber, Olivia Rodrigo, H.E.R y Billie Eilish, quien se hizo con el Oscar a mejor canción original hace tan solo una semana por ‘No time to die’, banda sonora de la última película del agente 007.
La gala contará con representación española gracias a C. Tangana y Pablo Alborán. También esperamos ver a Beyonce, protagonista indiscutible de la edición del pasado año, tras convertirse en la artista con más premios Grammy de la historia, 28 en total.
En una cita musical de semejante magnitud no podían faltar las actuaciones de Beyoncé, Billie Eilish y Finneas, Olivia Rodrigo, BTS, Jon
Batiste, H.E.R, Drake, Brothers Osborne, Cynthia Erivo, Brandi Carlile, Ben Platt, Rachel Zegler, Nas o Jack Harlow, entre otros. Batiste, que parte como gran favorito y es un artista quizá algo desconocido para el público, podría convertirse en el firme ganador, pues lidera con 11 menciones las candidaturas a estos galardones.
Uno de los momentos más tensos y a la vez esperados de la gala será el momento en el que Taylor Swift y Kanye West se vean las caras, ya que ambos optan por el premio al álbum del año y son una de las enemistades más sonadas del mundo musical.
Tras Batiste, Justin Bieber, H.E.R y Doja Cat son los artistas con más nominaciones, ocho cada uno, seguido de Olivia Rodrigo y Billie Eilish con siete cada una.
Es evidente que ganar el galardón es el sueño de cualquier músico pero, ¿qué ocurre cuando un músico se hace con el gramófono de oro? ¿Qué cuantía económica es capaz de desembolsarse, al margen del trofeo?
El reconocimiento no tiene precio
La respuesta es nada. Los prestigiosos galardones de la industria musical no entregan cuantía económica más allá del coste de fabricación de cada trofeo, que es relativamente bajo (aproximadamente unos 1260 dólares).
A diferencia de lo que muchos creíamos, los artistas no reciben ninguna recompensa extra más allá del propio gramófono de oro. Aunque el premio no sea monetario, es evidente que para estas estrellas supone un antes y un después en su carrera musical y que, efectivamente, ser premiados les otorga un ansiado reconocimiento que no tiene precio.
Gracias a alzarse con él, el premiado se beneficia indirectamente de lo que se conoce como el Grammy Bounce. Es decir, de un aumento de ventas más que considerable que cada artista y productor cosecha tras la victoria. En concreto, cualquier artista o productor que sea premiado generará, aproximadamente, un 55% más de ventas de entradas durante su próximo concierto.
Para que nos hagamos una idea, el rapero, actor y productor David Banner, confesó durante una entrevista con Forbes que sus honorarios se duplicaron tras llevarse el galardón. Casi nada.
Otras de las personalidades que más se benefician de ganar un Grammy son tipos de los que nunca hemos oído hablar. Es decir, compositores, productores desconocidos que se encuentran detrás de las cámaras. Este premio les abre las puertas a todo lo que puedan soñar dentro de la industria. En cualquier caso, es evidente que implica más dinero e influencia del que tenían, sin duda, el día anterior.
