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Revista Capital

Cesta de la compra online y responsable: las claves de los nuevos hábitos de consumo 

Por Redacción Capital

Beatriz Santos, directora comercial de Eroski: “El e-commerce de alimentación necesita ganar en atractivo” 

Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES): “Tenemos una presión regulatoria muy alta y un incremento incesante de costes” 

Grupo Dia: “La pandemia marcó un punto de inflexión en el canal online de la gran distribución” 

El consumo, una necesidad vital y diaria. El desembolso en alimentación, dentro y fuera del hogar, se situó en 102.082,72 millones de euros en España en 2020, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el “Informe de consumo alimentario en España 2020”. Cada español se gastó en alimentos 2.384 euros ese año, un 14,2% más de su presupuesto invertido en la cesta de la compra respecto al año anterior. Por tanto, una necesidad vital, diaria y cada vez más costosa, y ahora con el Índice de Precios de Consumo (IPC) disparado. 

El IPC subió en mayo hasta el 8,7% por la gasolina y los alimentos, su nivel más alto en 26 años. Los precios en distribución, gasolina y alimentación no cesan de crecer y la cadena de consumo lo nota. Y no solo la economía nacional ha cambiado. Los hábitos de consumo y la concienciación sostenible del consumidor también, unido a que situaciones de fuerza mayor como la guerra en Ucrania o Filomena no ayudan a que el escenario mejore.  

Capital repasa con Beatriz Santos, directora comercial de Eroski, Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) y con Grupo Dia los nuevos modos de consumo del ciudadano; la cesta de compra por Internet; el aumento del consumo responsable y las adversidades que afectan directamente a la cadena de supermercados, como la huelga de transportistas o la altísima inflación. 

El obligatorio consumo responsable 

“El consumidor nos demanda ser cada vez más sostenibles”, asegura Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), algo en lo que coincide Beatriz Santos, directora comercial de Eroski: “Hay una mayor concienciación de la propia salud y en la del planeta”. El consumo sostenible está a la orden del día en las cadenas de supermercado y distribución por una mayor demanda sostenible del cliente. Deben operar en la puesta en marcha de políticas e iniciativas que permitan la mejora en esta área: reducción de plásticos, disminución del CO2 o la colaboración con bancos de alimentos.  

El consumo responsable implica poner fin a varias prácticas, como el uso de envases de plástico o el desperdicio alimentario, y desarrollar los criterios de eficiencia con los que trabajan las empresas. El objetivo último es que se garantice una alimentación muy sostenible medioambiental y económica. Grupo Dia resalta que el cambio de envases es un buen método de usabilidad y la sostenibilidad.

La directora comercial de Eroski apunta, porque no debemos olvidar que uno de los elementos clave de la apuesta por la sostenibilidad es el bienestar animal, en lo que España registra un muy buen nivel, según el estudio “Visión y Actitudes hacia los Animales en la Sociedad Española” de la Fundación BBVA. 

Santos subraya que parte del consumo responsable tiene que ver con utilizar productos frescos y locales, es decir, el llamado producto de proximidad, unido, asimismo con un menor consumo energético. La sostenibilidad en el consumo ya no es una opción, sino una obligación que el cliente exige. “Los consumidores están reclamando una transformación del negocio que vaya más allá de la calidad y el precio”, resalta la directora comercial de Eroski. 

Para el presidente de ACES, por su parte, el más importante es no generar desechos de alimentación. “Las empresas de distribución trabajan para minimizar el impacto de este desperdicio por una adecuada gestión del stock en tiendas de productos”, relata Del Pino, añadiendo que este es un elemento que las empresas y clientes no deben perder de vista a la hora de tratar de ser eficientes en su actividad. 

El desperdicio alimentario sí es una asignatura pendiente en nuestro país. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles tiraron a la basura más de 1.300 millones de kilos de alimentos sin consumir, 31 kg/ per cápita. Estas cifras han trascendido debido a que el Consejo de Ministros ha aprobado recientemente la Ley de Prevención de las Pérdidas y Desperdicio Alimentario para tratar de paliar la situación. Esto puede mejorar si el ciudadano toma conciencia de la alimentación y los hábitos de consumo. 

Hábitos de consumo saludables 

El consumo consciente debe ir de la mano de unos hábitos saludables externos a la alimentación. “La salud está en el centro de las decisiones de consumo”, expresa Del Pino. A raíz de la Covid-19, la idea de la necesaria alimentación saludable fue creciendo. “La pandemia ha cambiado las bases sobre las que hasta ahora se ha sustentado el estado de bienestar”, asegura Santos, reflejando que esto tiene un efecto directo en los productos de la cesta de la compra, los servicios que contratamos y la forma de relacionarnos.  

Desde Grupo Dia alegan que “las variaciones en el comportamiento de los consumidores y en su estilo de vida sirven de palanca de cambio para ir a mejor”. Sin embargo, el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) pone de manifiesto que el 53,6% de los españoles tenía obesidad o sobrepeso en 2021. Estos datos apuntan a que aún no ha llegado fuerte el mensaje a la población. Algunas cadenas apoyan al deporte mediante el patrocinio, visibilizan las actividades deportivas o estimulan el ejercicio y la dieta sana y la alimentación equilibrada.  

Tenemos la misión de ser un agente transformador del estilo de vida del cliente”, afirma Santos, a lo cual se suma el Grupo Dia, aludiendo a que deben promover modos de vida más sostenibles y seleccionar las opciones que aporten más valor y la mejor relación calidad-precio. 

La directora comercial, respeto a las desoladoras cifras de obesidad, relata que las Administraciones, a través de sus políticas, marcan diferencias. “Un mayor gasto sanitario, una mejor atención pediátrica en la que los recursos importan y, sobre todo, el volumen de población con menos recursos económicos, dibujan un mapa en el que la obesidad y el sobre peso infantiles se agravaban de norte a sur”.   

No obstante, los hábitos de consumo enfocados a cuidar la salud son cada vez más latentes. Santos asegura que el porcentaje en la venta de alimentos saludables es claramente más alto. Del Pino comenta que algunas asociados reformulan productos de marca propia como parte del trabajo. “Para las empresas de distribución, sin duda, un esfuerzo muy importante para reducir los volúmenes de azúcar, sal y grasas en la composición de los productos de marca propia”, afirma el presidente de ACES. De hecho, señala que la fruta y verdura están ahora siempre presentes en la compra diaria y han sufrido cambios importantes.  

Eso sí, los hábitos de consumo dependen de muchos factores que van más allá de querer ser saludable. Las personas no viven ni hacen lo mismo en las diferentes estaciones del año y las empresas de consumo deben adaptarse a ello. La forma de vivir determina cómo nos alimentamos y cómo compramos, igual que factores como el lugar donde residimos, las costumbres o las horas de luz. “El recurso más escaso que tiene el ser humano es el tiempo”, dice del Pino.  

Éste alega a que existen tres palancas fundamentales del consumo: el placer, la salud y la convivencia. “Nuestra obligación es ofrecer un surtido competitivo en precios para dar soluciones a estas tres demandas de nuestros clientes”, insiste el presidente de ACES. Es más, a estas tres palancas, Santos incluye otras dos más que las considera esenciales y que marcarán el futuro del consumo: la sostenibilidad y la digitalización, la cual la crisis sanitaria aceleró a ritmos desenfrenados. 

Grupo Dia, asimismo, vaticina que el futuro irá dirigido hacia Internet. “El incremento del peso del canal online, la mejora de la experiencia en tienda y digital o la preocupación por comprar productos frescos y saludables son algunas de las tendencias que se observan a nivel general entre el público y que afectarán sin duda a la gran distribución”, señalan desde la empresa. En este sentido, aclaran que el camino correcto es dirigirse a garantizar la “proximidad digital” para potenciar a su vez la experiencia de compra online, que no ha hecho más que crecer. 

Beatriz Santos, directora comercial de Eroski

La cesta de compra vía web 

El teletrabajo inicializado por la pandemia y generalizado ahora por las empresas ha introducido cambios relevantes tanto en la demanda como en el proceso de compra. “El inicio de la pandemia en la primavera de 2020 marcó un punto de inflexión en el canal online de la gran distribución. La necesidad de dar una respuesta lo más rápida y adecuada posible a las necesidades de los ciudadanos impulsó la evolución de este canal en todo el sector”, enfatizan desde Grupo Dia. Según Kantar, en España, el gasto en alimentación por el canal online pasó de un 2,5% en 2019 a un 4,9% en el primer semestre de 2021. 

“A nivel sector, los datos de las principales consultoras muestran que a finales de 2021 ya se observaba una normalización en las ventas comparado con la aceleración registrada en 2020 por los confinamientos, pero no cabe duda de que el cliente ha comprobado que hacer la compra online es cómodo y fiable”, dicen en Grupo Dia. El informe “Entendiendo al nuevo shopper post-covid” elaborado por The Retail Factory indica que el 48% de los españoles prefiere alternar la compra física con la digital debido al ahorro de tiempo que la compra online supone. 

A este dato alude también Del Pino. “Nos encontramos con un cliente dual que utiliza la compra física y online para completar su cesta. La tienda física es un canal indiscutible para promover la innovación y el lanzamiento de nuevos productos”, afirma el presidente de ACES. En 2020, el estudio del Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación, realizado por Asedas (Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados) concluye que tres de cada diez españoles hacen la compra por Internet.  

Santos afirma que la compra online ha llegado para quedarse con un largo recorrido por delante, pero cuya participación sigue siendo minoritaria. La directora comercial de Eroski señala que la experiencia de compra depende de las necesidades del cliente en cada uno de los momentos de consumo. “La compra online cubre una necesidad específica para ciertos clientes o determinadas ocasiones de compra. La experiencia de compra ha mejorado mucho rompiéndose barreras como la compra de los productos frescos”, recalca Santos. 

La directora comercial de Eroski hace alusión a que con la crisis sanitaria el negocio online se ha duplicado por lo que es necesario hacer más eficientes las operaciones, ya que, pese a ser una situación forzada por un confinamiento, muchos clientes han decidido quedarse. “El e-commerce de alimentación necesita ganar en atractivo en la medida en que es más rutinario llenar la cesta por Internet, que comprar ropa o complementos electrónicos. Las tiendas siguen siendo el lugar donde más se fideliza al cliente y donde la relación personal tiene un valor incalculable”. 

Adversidades de la cadena de consumo 

Filomena paralizó las calles del centro de España y la guerra en Ucrania y los desorbitados precios del combustible provocaron una huelga de transportistas sin precedentes durante semanas. Estos frenos del transporte alteraron directamente la cadena de consumo. Santos puntualiza que estas situaciones provocan cumplir con un factor nada fácil de conseguir: la anticipación. “Desde el punto de vista de la logística, las cadenas más cortas se han mostrado más resilientes, no solo frente a la pandemia, sino también para afrontar situaciones meteorológicas imprevistas como Filomena o fluctuaciones en las tarifas internacionales”, subraya la directora comercial de Eroski. 

Estas circunstancias pusieron a la cadena de suministro en una situación límite. “Demostramos que somos un sector esencial para los ciudadanos, además de poner en relieve nuestra alta capacidad de resolución”, expresa el presidente de ACES, y hace alusión al gran trabajo que se realizó en todos los eslabones de la cadena de valor. “El carácter esencial de nuestro sector no se tiene en cuenta suficientemente en la elaboración de muchas de las normativas”, puntualiza. 

Seguimos teniendo una presión regulatoria muy alta, un incremento incesante de costes operativos como los energéticos o medioambientales, limitaciones al ejercicio de nuestra actividad, derivadas de la normativa de comercio de las comunidades autónomas y algunos frentes nuevos en los que entendemos que no se pondera suficientemente el interés de nuestro sector, como todas las restricciones en materia de transporte y movilidad”, aclara el presidente de ACES. Hasta que no se ve perjudicada, no le damos la importancia que merece a la alimentación, y al trabajo detrás de la misma. 

Aurelio del Pino, presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES)

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