“Las tecnologías medioambientales contribuyen a romper los vínculos de dependencia con otros países”
“La transformación de residuos orgánicos en biomasa combustible es una alternativa al gas para la industria”
La escasez de agua es una de las mayores preocupaciones durante un largo periodo del año. El acceso a este recurso es cada vez más complejo por las largas sequías y tan solo se reutiliza un 8% de las aguas residuales de todo el mundo. Es aquí donde aparece Ikera RD8, la startup española que, con su tecnología, trata de solventar la falta de abastecimiento hídrico, de energía y de alimentos. Capital conversa con su CEO, Manuel Tomás Gómez, sobre el futuro de la economía circular y las alternativas de suministro energético que aspiran a dominar el mercado en los próximos años.
Para poder recuperar el agua de distintos residuos industriales utilizáis una tecnología propia de evaporación al vacío que os permite obtener un 99,8% de agua. ¿Cómo funciona este proceso? ¿Tiene un coste elevado?
Realmente recuperamos en un mismo proceso en continuo agua, sólido y volátiles a partir de aguas residuales; aguas negras y grises; agua de mar; salmuera; lodos industriales; lodos de minería; lodos EDAR; estiércol; purines e incluso residuos orgánicos como la cascara de cítricos, restos de pescado y un largo, etc.
Nuestra nueva tecnología es totalmente disruptiva y está dando que hablar a nivel mundial por el impacto que tiene para frenar el cambio climático, acelerar la economía circular y satisfacer la necesidad más importante de la humanidad, el agua potable.
Su principio físico está basado en la evaporación al vacío a baja temperatura y hemos rediseñado e introducido nuevos algoritmos configurables para cada tipo de producto. De ahí la versatilidad.
Otras tecnologías no tienen nuestra versatilidad, recuperan entre el 25% y el 70% del agua y requieren de filtros, membranas y alto consumo energético y alto mantenimiento. Nosotros recuperamos hasta el 99,8%, sin necesidad de intercambiables ni productos químicos. Además, utilizamos bajas temperaturas, por lo que tenemos baja demanda energética y bajo opex (gastos operativos).
En la actualidad, es fundamental que todos los nuevos procesos industriales que se creen sean respetuosos con el medio ambiente. ¿Es el vuestro compatible con las energías renovables?
La demanda energética del proceso es principalmente térmica, por lo que es fácilmente obtenible en muchos casos por calor residual; mini concentradores solares; fotovoltaica térmica; geotermia o incluso biomasa combustible. En algunos casos, la misma fracción sólida, ahora libre de agua, es reutilizada como biomasa combustible para el mismo proceso, consiguiendo un coste energético cero.
¿Sirve también como ayuda para que las empresas se conviertan en organizaciones más limpias?
La tecnología facilita la reintroducción del agua y también de la fracción sólida que ahora libre de agua y patógenos puede ser revalorizada totalmente o parcialmente dentro de la misma industria o una tercera. Si el residuo es orgánico, por regla general, encuentra una reintroducción en la industria de la alimentación; la bebida; los piensos; la biomasa combustible o los biofertilizantes. Es el caso de la cáscara de naranja; la cascara de limón; los restos del gazpacho; okara (restos de la producción de leche de soja y leche de avena) y un largo etc.
Si el residuo es de procedencia inorgánica, la fracción sólida puede ser revalorizada parcialmente en la extracción parcial de minerales o metales que pueda contener, o como materia prima en la industria del revestimiento, cementera, pavimentos, etc.
“Estamos negociando nuestra expansión internacional con las autoridades de China, Arabia Saudí y Dubái”
Manuel Tomás Gómez, CEO de Ikera RD8
Una vez recuperada el agua tras vuestro proceso, ¿qué tipo de utilidad tiene?
El agua recuperada está libre de patógenos y es de alta pureza, prácticamente agua destilada. Por lo que se utilizar para uso agrícola, ganadero, industrial o incluso embotellar para uso humano una vez mineralizada.
¿Qué beneficio económico pueden obtener las empresas que utilicen esta recuperación?
Reducción del coste de gestión de residuos; mejora de la etiqueta medioambiental; reducción de la contaminación; reducción de la huella hídrica y, en algunos casos, recuperación de materia prima y hasta nuevas líneas de negocio al revalorizar la parte sólida del residuo.
La escasez de agua es cada día mayor en el planeta. Más de 1.000 millones de personas viven en situación de escasez y para el 2025 se prevé que sean 3.000 millones. ¿Cómo de importante van a ser en el corto y medio plazo soluciones como la vuestra?
El futuro de una ciudad, región e incluso un país está limitado a su capacidad de facilitar agua a su sociedad. Los romanos entendían muy bien la importancia del agua y fue una pieza clave en su expansión. Estamos convencidos que la tecnología Ikera RD8 se impondrá a nivel mundial, ya que tiene muchas ventajas sobre otras tecnologías, especialmente por la versatilidad de depurar y desalinizar y la baja demanda energética, que facilita su implementación descentralizada, ya sea a partir de agua de mar; salmuera (agua subterránea de alta concentración de sal); ríos contaminados o cualquier otro tipo de agua o residuo.
Es muy posible que Ikera RD8 sea la responsable de erradicar el problema de carencia del agua en nuestro planeta de una vez y para siempre.
Con la actual crisis energética y de abastecimiento de materias primas, las energías renovables y tecnologías medioambientales son cada vez más vistas como un salvavidas y un futuro adelantado para el suministro de energías. En España se estima un crecimiento del 7% anual hasta el año 2024, ¿cómo pueden ayudar en la actualidad estas energías limpias en este momento de crisis y de dificultad de abastecimiento?
Recordemos que, en todos los conflictos del pasado reciente y lejano, la tecnología ha sido siempre el factor determinante de la victoria.
No cabe duda de que las energías renovables y las tecnologías medioambientes como la nuestra son el futuro y han venido para quedarse. No sólo por el impacto medioambiental positivo, sino también por romper los vínculos de dependencia que existen con otros países e intereses como estamos viendo ahora mismo.
En mi opinión, podríamos acelerar estos números, ya que existen muchas nuevas tecnologías en este campo que no están siendo apoyadas con la dedicación que se debería y que serían verdaderos factores diferenciales en momentos tan importantes como estos.
Nosotros miramos más allá todavía. Un informe reciente de una consultora mundial afirma que las oportunidades de creación de valor de la economía circular se sitúan en 4,3 trillones de dólares anuales. Es un nuevo universo de oportunidades las que se abren a nivel mundial gracias a la tecnología. Una verdadera revolución medioambiental.
Esta escasez de componentes también afecta a los precios de las instalaciones de energías renovables y del producto finales como el vuestro. ¿Se está reduciendo el ahorro en este tipo de proyectos o están asumiendo las empresas como la vuestra esta subida en los costes?
Estamos viendo cómo nuevos modelos financieros están floreciendo y facilitando a la empresa la disposición de la tecnología sin necesidad de inversión. Por ejemplo, en proyectos de fotovoltaica se ofrece el alquiler con opción de compra, la compra de energía de la misma planta a coste más reducido que el mercado...
En nuestro caso en particular, por regla general, la toma de decisiones es casi siempre bastante favorable. Se tienen en cuenta muchos factores como la reducción de costes, la recuperación del agua y la recuperación de la fracción sólida como materia prima, o incluso nuevas líneas de negocio facilitadas por la revalorización.
El pacto verde europeo, en su plan “Objetivo 55”, ha prometido una reducción de las emisiones de efecto invernadero del 55% para 2030 y la neutralidad climática para 2050. En lo referente a las renovables, se ha demandado un aumento de estas de un mínimo del 40%. ¿Están las empresas de este sector preparadas para tan alta demanda? ¿Es un objetivo realista?
El objetivo es muy ambicioso y los intereses de las no renovables son muy grandes.
Es frecuente que en la conversación sobre energías renovables aparezcan solo las más típicas como la energía eólica o fotovoltaica. Sin embargo, vuestra tecnología de recuperación de agua y productos orgánicos junto a otras comienza a ser cada vez más escuchada. ¿Cuál es la situación a nivel de reconocimiento de este tipo de procesos y cuál es su futuro?
Una de las muchas bondades de la tecnología es la transformación de residuos orgánicos en biomasa combustible que es una alternativa factible al gas para la industria o generación de energía eléctrica. Nuestra tecnología es única a nivel mundial pero muy reciente por lo que no esperamos que sea inminente el reconocimiento y se llevará su tiempo.
De momento, estamos trabajando en proyectos en España y negociando con autoridades en China, Arabia Saudí y Dubái, al igual que con Capital Venture para dicha expansión. Esperamos que gradualmente podamos encontrar una penetración global y un reconocimiento para la nueva tecnología y la marca Ikera RD8.
¿Qué es lo más demandado y qué tipo de peticiones realizan a vuestros servicios?
De momento, estamos trabajando en la implementación de seis líneas de negocio, de las 12 disponibles, a cuál de ellas más interesante. Revalorización de residuos orgánicos como materia prima en alimentación y bebida; recuperación de minerales a partir de lodos industriales; recuperación y revalorización de aguas residuales; proceso de secado a baja temperatura de microalgas; producción de biofertilizantes y biomasa combustible a partir de residuos orgánicos.
En estos momentos, las inversiones y las empresas están aumentando a mayor velocidad y España se sitúa entre los 10 países más atractivos para invertir del sector. ¿Qué diferencia a Ikera RD8 del resto de empresas del que también realizan este tipo de instalaciones? ¿Es vuestra tecnología única?
Nuestra tecnología es totalmente disruptiva y no existe empresa en el mundo con una tecnología de características similares. De las más de cien presentaciones realizadas a multinacionales y grandes empresas, todas han mostrado interés y admiración.
Usted ha emprendido con empresas del sector de las tecnologías medioambientales y energías renovables. ¿Qué hace falta para poder adentrarse en estos sectores tan tecnológicos?
Las tres principales son un equipo humano comprometido con el proyecto, un producto u oferta única claramente diferenciable de competidores y una determinación de hierro. Todo el resto puedes tener más o menos, pero sin estos tres no hay posibilidades.
La labor del CEO en este tipo de empresas se antoja como mínimo complicada. Encontrar el equilibrio entre la estrategia comercial y financiera y el desarrollo de las distintas tecnologías e industrias con las que se trabaja resulta clave para el futuro de la empresa. Es por ello, por lo que, en un entramado tan complejo, ¿qué valor tiene la figura del CEO?
El CEO de cualquier empresa es como el capitán del barco, que necesita sacar lo mejor de todo su personal y disponer de mapas y rutas para llegar a buen puerto de la manera más optima. La diferencia, en el caso de un CEO de una nueva empresa implementando nuevas tecnologías como la nuestra, es que estás explorando nuevos territorios y no existe un mapa o una ruta que poder simplemente seguir.
Además, si esto no fuera suficiente, tienes la presión de conseguir resultados en tiempos relativamente cortos con unos recursos financieros normalmente limitados... A veces me miro al espejo y veo a Captain Cook, el famoso cartógrafo y explorador británico en mí.
