El sindicato IG Metall, el más grande de Alemania, ha levantado serias acusaciones contra la dirección de la planta de Tesla en Grünheide, situada cerca de Berlín. Según un portavoz del sindicato, la empresa ha estado intimidando a sus empleados al cuestionar las bajas por enfermedad de manera retroactiva. Además, se les exige que revelen detalles sobre sus diagnósticos médicos y liberen a sus médicos del deber de confidencialidad.
Por si esto fuera poco, se ha informado que algunos directivos de la planta han llegado a acercarse a los domicilios de los empleados para ejercer presión. Frente a estas acusaciones, Tesla ha emitido un comunicado en el que sostiene que la «gran cantidad» de incidentes señalados por IG Metall se reduce a aproximadamente una docena al mes, en el contexto de una plantilla de 11.000 empleados. La empresa argumenta que describir esta situación como una acción masiva es una «distorsión deliberada de la realidad», según información proporcionada por la agencia de noticias DPA.
Las denuncias incluyen la retención de salarios de aquellos que se dieron de baja por enfermedad
Además, IG Metall ha sostenido en reiteradas ocasiones que Tesla retiene los salarios de los trabajadores que se declaran enfermos. Algunos empleados afirmaron haber recibido una parte extra de su salario durante sus bajas. Tesla, en respuesta, ha señalado que existen casos donde el Tribunal Federal de Trabajo ha considerado que una enfermedad puede ser utilizada como pretexto, sobre todo en situaciones en las que se toma una baja justo en el periodo en el que fue rechazada una solicitud de vacaciones previa.
Por último, cabe recordar que el fundador de Tesla, Elon Musk, ha expresado en ocasiones anteriores su preocupación por el elevado índice de bajas por enfermedad en la planta de Grünheide.