El comisario de Comercio, Maros Sefcovic, ha expresado que tras su conversación con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, queda «mucho trabajo por delante» para abordar la crisis de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. Estos gravámenes, que alcanzan el 25% al acero y aluminio extranjero, incluido el europeo, provocaron la respuesta de Bruselas con contramedidas valoradas en hasta 26.000 millones de euros.
“Hay mucho trabajo por delante, pero concentrémonos y exploremos las mejores formas de avanzar en la dirección correcta”, señaló Sefcovic en un breve comunicado publicado en redes sociales. La llamada, que duró menos de una hora, incluyó también al responsable comercial de la Administración Trump, Jamieson L. Gree.
El comisario, que representa a los 27 países de la UE en temas comerciales, reconoció hace unos días que, a pesar de sus esfuerzos por abrir negociaciones, Estados Unidos «no parece implicado» en establecer un diálogo para resolver la situación. Sin embargo, la reciente escalada de tensiones en el ámbito comercial motivó a Sefcovic a intentar nuevamente el contacto, luego de que Washington activara los aranceles al acero y aluminio el miércoles. Ese mismo día, la Unión Europea anunció contramedidas a partir de abril, con gravámenes que abarcan sectores estadounidenses tan variados como el agrícola, industrial y textil.
Las amenazas no ayudan a crear certidumbre
En respuesta a la intensificación del conflicto, Trump amenazó horas después con imponer un arancel del 200% a vinos, champanes y otras bebidas alcohólicas europeas si la Unión no retiraba su respuesta. Bruselas, por su parte, ha defendido una estrategia dual ante la crisis, que consiste en proporcionar una respuesta «rápida y robusta» a las «medidas comerciales injustas», al tiempo que se deja espacio para la negociación.
El portavoz de Comercio comunitario, Olof Gill, afirmó en una rueda de prensa que «seguimos plenamente comprometidos con encontrar soluciones junto a nuestro socio estadounidense que beneficien a ambas partes», justo horas antes de la mencionada llamada. Por su parte, la portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Paula Pinho, hizo hincapié en que la UE prefiere enfocarse en «lo que de hecho ocurra» en lugar de en amenazas que no se materialicen. «En todo caso, si Estados Unidos persiste en esta dinámica dañina, el bloque europeo responderá para proteger a su industria y a sus ciudadanos», concluyó Gill.