La Comisión Europea ha decidido excluir finalmente el bourbon y el vino de la lista de aranceles de hasta un 25% que entrarán en vigor a partir del 15 de abril sobre las importaciones procedentes de Estados Unidos. Esta medida responde a la solicitud de Francia y representa la primera represalia de la UE a la guerra arancelaria iniciada por la Administración Trump. Según una propuesta a la que ha tenido acceso Europa Press, el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, compartió la información con los Estados miembros tras una reunión extraordinaria en Luxemburgo, donde recibió apoyo generalizado a su estrategia de combinar las primeras contramedidas con presión a Washington para buscar una solución negociada a la crisis.
La propuesta será discutida y sometida a votación el miércoles 9 de abril en una reunión técnica. Si se aprueba, las nuevas medidas podrían entrar en vigor el 14 de abril, permitiendo que la primera fase de los aranceles, basada en un catálogo de productos gravados en la crisis anterior de 2018, se aplique desde el 15 de abril, excluyendo el bourbon. Este cambio se da en un contexto donde Bruselas está revisando su posición tras escuchar a las capitales, y Sefcovic anunció que se realizarán ajustes, aunque no especificó cuáles.
La amenaza de Trump de contrarrestar con recargos de hasta el 200% sobre vinos y otras bebidas europeas ha influido en esta decisión
El resto de productos incluidos en la lista sufrirán recargos a partir del 16 de mayo, mientras que los contingentes de soja y almendras se gravarán a partir del 1 de diciembre debido a su calendario de cosechas. Sefcovic también destacó que la represalia a los aranceles del 25% sobre el acero y aluminio europeos no alcanzará el impacto máximo de 26.000 millones de euros inicialmente estimado. En su lugar, la propuesta prevé recargos que oscilan entre el 10% y el 25% sobre una amplia gama de productos, calculando un impacto económico de hasta 18.000 millones de euros, aunque finalmente se ha optado por no llegar al máximo.
Estas contramedidas están diseñadas para responder exclusivamente a los primeros aranceles impuestos por Trump al acero y aluminio, mientras que la UE continúa evaluando cómo reaccionar de manera «firme y proporcionada» ante los aranceles adicionales del 25% sobre las importaciones de coches y componentes, así como del 20% sobre todas las importaciones europeas.
