Revolut, la reconocida fintech de origen británico que ya ha superado los 60 millones de clientes a nivel global, continúa consolidando su posición como uno de los actores más disruptivos del ecosistema financiero internacional. Su más reciente movimiento estratégico, la firma de un acuerdo para adquirir Cetelem Argentina, una entidad con licencia bancaria perteneciente a BNP Paribas Personal Finance, no solo marca su desembarco en el mercado argentino, sino que también refuerza su apuesta decidida por América Latina como una región clave para su crecimiento.
Esta operación, sujeta a las aprobaciones regulatorias correspondientes, incluido el visto bueno del Banco Central de la República Argentina, representa el cuarto hito de Revolut en Latinoamérica tras su entrada en Brasil, México y Colombia. La adquisición de Cetelem no solo le otorga a Revolut una vía directa de acceso al sistema financiero argentino, sino también una infraestructura legal y operativa que le permitirá ofrecer sus servicios sin demoras, con una adaptación más fluida al marco local.
Pero el avance de Revolut en América Latina no debe analizarse de forma aislada. Esta región encaja perfectamente dentro del ambicioso plan de expansión internacional de la compañía, que ha priorizado mercados con alta penetración móvil, una población joven y una creciente necesidad de inclusión financiera. En efecto, su presencia fuera de Europa y el Reino Unido se ha extendido rápidamente hacia geografías clave como Estados Unidos, Japón, Australia, Singapur, India y Nueva Zelanda. Esta expansión no solo obedece a una lógica de mercado, sino también a una estrategia sostenida por tecnología propia, escalabilidad ágil y un enfoque centrado en la experiencia del usuario.
En este sentido, Revolut no se limita a replicar un modelo europeo en nuevos territorios, sino que adapta su propuesta a las características específicas de cada mercado. En Argentina, donde la adopción de servicios financieros digitales ha sido significativa en los últimos años, pero persisten desafíos en el acceso al crédito y otros productos bancarios tradicionales, Revolut pretende posicionarse como una solución integral para la gestión financiera diaria.
Entre los servicios que planea ofrecer figuran cuentas multidivisa, transferencias internacionales sin comisiones, cambio de divisas instantáneo, herramientas de presupuestación, productos de ahorro e inversión, e incluso líneas de crédito, todo desde una app con experiencia 100% digital. Esta propuesta, basada en la transparencia, la eficiencia y la facilidad de uso, busca transformar la forma en que los argentinos y los usuarios de otros mercados emergentes interactúan con su dinero.
La elección de Agustín Danza como CEO de Revolut Argentina responde a la necesidad de contar con un liderazgo local fuerte, capaz de interpretar las dinámicas económicas y regulatorias del país y alinear la estrategia global con las necesidades del consumidor argentino. En palabras del propio Danza, Revolut aspira a ser "la opción de referencia para que los argentinos gestionen su dinero tanto dentro del país como internacionalmente", un objetivo que está alineado con la filosofía de la empresa: brindar acceso financiero sin barreras, de forma simple e intuitiva.
Por su parte, Carlos Urrutia, director de Expansión Internacional de Revolut, subraya que América Latina se ha convertido en un terreno fértil para la innovación financiera. La región, tradicionalmente dominada por la banca tradicional, ha experimentado en los últimos años una transformación digital acelerada, impulsada por una demanda creciente de soluciones flexibles, transparentes y móviles. Revolut no solo quiere ser parte de esa transformación, sino liderarla, redefiniendo los estándares de la banca digital y ofreciendo una alternativa global que se adapte a las expectativas de los nuevos consumidores.
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