En un encuentro sustancial, veinticuatro entidades agroalimentarias se han dirigido a los ministros españoles de Agricultura y Economía para exigir compensaciones económicas que mitiguen el impacto del reciente acuerdo arancelario entre la Unión Europea y Estados Unidos. Este acuerdo, firmado hace seis días, establece un arancel del 15% sobre productos europeos, generando inquietud en el sector.
El coordinador estatal de Unión de Uniones, Luis Cortés, expresó tras la reunión que «si este acuerdo se va a mantener con EEUU, se exige por parte de Unión de Uniones a la UE que afloje la presión burocrática». El presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, también mostró su preocupación, señalando que «en la reunión no ha habido contenido para paliar este mal acuerdo, veremos qué hace el Gobierno porque es un mal acuerdo para España».
Miguel Padilla, secretario general del COAG, calificó la situación como un «auténtico disparate», resaltando su desacuerdo con la dirección en la que se mueve la política alimentaria de la UE. Roberto Alonso, secretario general de Anfaco-Cytma, abogó por «máxima vigilancia y control» del mercado español para asegurar el cumplimiento de estándares.
Durante el encuentro, los ministros han asegurado que el Gobierno «va a defender los intereses de las empresas españolas y les acompañará de forma eficiente».
Los representantes gubernamentales, Luis Planas y Carlos Cuerpo, enfatizaron la importancia de desarrollar acuerdos con terceros países, citando a Mercosur como un ejemplo, y promovieron un comercio internacional estable. Además, prometieron acompañar a las empresas en la mejora de su competitividad e internacionalización.
La FIAB, por su parte, insistió en que, aunque «es mejor un acuerdo que una guerra comercial abierta», considera «injusto» el actual arancel. Solicitaron que el Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial del Gobierno sea adaptable y eficiente, y que las ayudas lleguen directamente a las pymes, que constituyen la mayoría del sector.
