Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, ha destacado la necesidad urgente de que Europa defienda su sistema regulatorio frente a las presiones externas, principalmente desde Washington y dentro de la propia Unión Europea. Ribera, en una entrevista con el ‘Financial Times’, enfatizó que la UE corre el riesgo de perder una «carrera a la baja» si cede en su regulación.
Según Ribera, los estándares verdes y digitales de la UE son fundamentales para su competitividad en el ámbito global. Aseguró que el bloque europeo debe respaldar su normativa, profundizar en el mercado único y no ceder ante las demandas transatlánticas de suprimir leyes críticas en sostenibilidad, deforestación y regulación de redes sociales.
”Si perdemos nuestra identidad, nuestros valores, la confianza de nuestra gente, no podremos negociar nada ni llegar a acuerdos”, afirmó Ribera, subrayando la importancia de mantener altos estándares regulatorios.
En respuesta a la presión internacional, la Comisión Europea ha intensificado la vigilancia de sus normas. En los últimos meses, ha iniciado investigaciones a gigantes tecnológicos como Amazon, Microsoft, Google y Meta, además de imponer multas significativas por incumplimientos de normativas, como los 120 millones de euros a X, la red social de Elon Musk.
Ribera también admitió la importancia de simplificar las normativas existentes, aunque subrayó que cualquier mejora debe ser coherente con los valores que han hecho de la UE un referente mundial. «No podemos apostar por una carrera a la baja», remarcó, insistiendo en que la regulación es esencial para establecer y mantener altos estándares.
Desde su nombramiento en diciembre de 2024, Teresa Ribera ha sido una defensora clave de las regulaciones digitales y ecológicas de la UE. A lo largo de su mandato, ha reiterado la importancia de mantener estos estándares, incluso cuando ha enfrentado desafíos significativos. «Lo siento, pero no vamos a deshacer nuestra regulación solo porque no les guste», ha sido su respuesta firme ante las presiones internacionales.
