La Audiencia Nacional (AN) ha archivado la investigación contra el magnate ruso Mikhail Fridman sobre una supuesta manipulación de precios para devaluar las acciones de Dia y poder comprar la empresa a un precio más bajo, algo que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4, José Luis Calama, ha descartado, indicando que la bajada continuada del precio de las acciones se debió a "la evolución del negocio" debido a "una mala gestión" o a "la inadecuada política comercial y de inversiones".
Calama, en un auto del pasado 15 de diciembre al que ha tenido acceso Europa Press, ha estimado que "no ha quedado acreditado que los hechos investigados sean constitutivos de infracción penal", ordenando en consecuencia el sobreseimiento provisional de las actuaciones, "sin perjuicio de reaperturar las mismas si la averiguación de nuevos elementos o indicios así lo aconsejan".
El juez instructor investigaba a Fridman, dueño de Letter One -que es la máxima accionista de Dia-, por un presunto delito de abuso de mercado y manipulación de precios a raíz de una denuncia anónima presentada contra el magnate ruso y contra la empresa en la que se aseguraba que mantuvieron una "elevada tensión financiera con el objeto de lograr la baja cotización de las acciones, hasta lograr la compra de la compañía".
Para Calama, que ha hecho "enteramente" suyas las posiciones del Ministerio Fiscal y de los técnicos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "todo apunta a que la continua bajada del valor de las acciones fue debida a la evolución del negocio, consecuencia de una mala gestión o de la inadecuada política comercial y de inversiones" de Dia.
Los sucesivos informes de los técnicos de la CNMV, que ratificaron en sede judicial, indican que las posiciones en corto que determinaron el desplome de las acciones de DIA anticiparon de hecho bajadas de valor, algo que consideran "de sobra justificado por la situación financiera de la compañía, así como en los informes y noticias publicados sobre la cadena de supermercados que indicaban una evolución negativa del negocio". "La debacle de Dia se explica por la propia evolución del negocio", afirman.
La tesis de la CNMV, según destaca Calama, "refuta la hipótesis de la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal) de considerar que el precio bajo de la acción podría haber venido determinado por un exceso de posiciones bajistas, lo cual podría haber transmitido al mercado la existencia de un riesgo no detectado sobre Dia".
"Muy lejos de recuperar su inversión"
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 ha señalado como "dato relevante" la cotización de Dia en el último año, detallando que ha pasado de un precio de 0,2 euros por acción a finales de 2019 a 0,15 euros en la recta final de 2020, llegando a registrar mínimos de 0,060.
Calama ha llamado la atención sobre el hecho de que son "cotizaciones notablemente más bajas que los 0,67 euros por acción que ofreció y pagó LetterOne en su OPA de febrero de 2019". "Es decir, que a fecha de hoy LetterOne todavía estaría muy lejos de recuperar su inversión inicial de mayo de 2017, cuando entra en el capital social de Dia (3,8 euros por acción), y la cantidad que posteriormente pagó al ejecutarse la OPA de febrero de 2019 (0,67 euros)", resalta el magistrado.
En este sentido, ha argumentado que "la hipótesis de que las posiciones en corto hubieran estado dirigidas a conseguir una bajada del precio de la acción para que se esta manera LetterOne consiguiera adquirir la compañía por un precio más bajo pierde todo su fundamento cuando se compara el precio de la acción de hace tres años con el actual, pudiéndose comprobar las cuantiosas pérdidas de valor que han venido sufriendo las acciones de esta compañía".
Calama ha precisado a este respecto que "quien en mayo de 2017 tuviera acciones por valor de 100.000 euros hoy día (a 30 de noviembre de 2020) apenas superarían los 2.500 euros y, de la misma manera, la inversión en tales fechas de LetterOne por 754.737.742 euros ahora tendría un valor de 39.723.039 euros y habría sufrido una pérdida de 131.924.926 euros respecto a la cantidad de 169.980.193 (0,67 por acción) desembolsada en la ejecución de la OPA".
Por tanto, ha determinado que "no puede concluirse que por parte de Mikhail Fridman, de la entidad LetterOne o de terceros a ellos vinculados se hayan realizado actuaciones dirigidas a provocar una caída en el valor de cotización de las acciones de Dia que les permitiera una adquisición mas ventajosa de la sociedad, ni tampoco que de alguna manera pudieran haber tenido acceso a información relevante sobre la citada sociedad cotizada que no fuera conocida por el resto de los inversores".
La Audiencia Nacional también archivó la investigación que se llevaba a cabo sobre Fridman en el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de Manuel García-Castellón por su presunta responsabilidad en las "maniobras" empresariales que llevaron a la quiebra a la mercantil española Zed WorldWide para adquirirla por 20 millones de euros, un precio muy por debajo al de mercado.