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Economía

¿Cuánto pierde España con el fin de los coches de combustión?

Por Mario Talavera

La UE ha dado el visto bueno a los vehículos cero emisiones en 2035, lo que supone decir adiós a los coches de combustión. En España, la industria aporta el 10% del PIB

¿Recuerdan dónde estaban en 2011? Por entonces, José Luis Rodríguez Zapatero se aprestaba a salir de la Moncloa, los smartphones acababan de llegar a la vida de los ciudadanos de a pie y ni el tarotista más embustero habría dicho que en estos doce años se sucederían los hechos que hemos vivido.

Como se ve, el devenir de los acontecimientos sorprende cuando parece que no puede hacerlo más, por lo que no es aconsejable hacer planes más allá del mes que viene. Y, aun así, el Parlamento Europeo confirmó hace unas semanas el objetivo de que los turismos y vehículos ligeros nuevos (coches de combustión) no emitan gases contaminantes en 2035, dentro de doce años.

Es un objetivo que va en la línea de las ambiciones de la Unión Europea por transformar el Viejo Continente en una tierra completamente verde, donde todo lo que se haga sea respetuoso con el medio ambiente. Para ello, ha marcado un horizonte temporal intermedio para los coches de combustión, en 2030, cuando aspira a que las emisiones de los turismos se reduzcan un 55%, mientras que las furgonetas deberán reducirlas en un 50%.

En este punto, cabe resaltar un matiz. Cuando se habla de reducir las emisiones en 2030, se espera que los vehículos vendidos emitan la mitad de gases contaminantes de lo que emitían los coches de 2021. Sin embargo, el hecho de reducir las emisiones a cero en 2035 supone dejar de vender coches de combustión, dado que no existe la posibilidad de que un coche de este tipo no produzca emisiones contaminantes.

La medida incluye varias excepciones: los fabricantes que producen menos de 10.000 coches al año podrán acogerse a una prórroga de un año, mientras que los que vendan menos de 1.000 vehículos estarán exentos. Este último punto se conoce como la "enmienda Ferrari", a pesar de que esa marca vende más de 10.000 automóviles.

Además, en los últimos días ha aparecido otra salvedad: la de los combustibles sintéticos. Alemania e Italia quieren que se incluya esta excepción, dado que los combustibles sintéticos pueden llegar a ser neutros para el clima, aunque seguirían requiriendo motores de combustión, que emiten gases como óxido de nitrógeno.

Desde el punto de vista económico, el sector privado e instancias gubernamentales han defendido la automoción como una industria sólida y que genera empleo de calidad. En el caso de España, se calcula que representa el 10% del PIB español, según los datos de Anfac, además de aglutinar el 18% de las exportaciones españolas. Otros datos relevantes son los que siguen:

  • El Ministerio de Trabajo tiene registrados 148.671 trabajadores en la fabricación de automóviles, casi seis mil menos que en 2021.
  • En España operan 9 marcas multinacionales con 17 plantas y 15 centros tecnológicos.
  • En 2022 se fabricaron 1,4 millones de turismos y 440 mil furgonetas y camiones, valorados en más de 19.300 millones de euros, mientras que las furgonetas alcanzaron un valor de 8.600 millones. Si se suman también las bicicletas y las motos, la cifra final es de 2,2 millones de vehículos.
  • De esos 2,2 millones, se exportaron 1,9 millones. Es decir, el 85,3% de los vehículos que se producen en España se destinan a la venta fuera de las fronteras españolas.
  • En comparación con los 1,4 millones de turismos, la cifra de coches eléctricos alcanza los 120.000. En ese sentido, hay que recalcar que ese dato representa un 60% de incremento con respecto al año anterior. De hecho, de los 48 modelos que se fabrican en nuestro país, 22 tienen algún grado de electrificación.
  • El interés inversor es patente, dado que España fue el segundo principal destino europeo de nuevos proyectos de automoción en el último lustro.

Qué esperar

Como se ha visto, las alternativas eléctricas existen y ya se fabrican en España. Sin embargo, el grado de electrificación de las infraestructuras españolas y la reducida demanda de este tipo de vehículos genera muchas dudas en el sector acerca del cumplimiento de las exigencias comunitarias.

La cuota de los coches alternativos (eléctricos, híbridos enchufables y no enchufables y de gas) alcanza el 36,8% según los datos del mes de marzo. Hace un año, la cuota era del 34%. En ese sentido, no se puede negar que hay crecimiento, pero desde Anfac se insiste en que es insuficiente, sobre todo en lo que se refiere a los eléctricos puros.

"A pesar del incremento que un mes más registran los turismos electrificados, tanto el volumen como el ritmo de ventas se siguen situando muy por debajo de los objetivos necesarios", afirman desde la patronal. Asimismo, si el ritmo de ventas de este tipo de vehículos continúa igual, se alcanzarían las 100.000 matriculaciones, la mitad de las 190.000 unidades que serían necesarias.

Conforme a los datos de 2022, España se sitúa muy por debajo del resto de países. La cuota es del 9,6%, frente a la media del 21,6% y muy lejos del 31,4% que marca Alemania. En ese sentido, tan solo Italia se sitúa por detrás, con el 9%. Para ilustrar esa diferencia, se puede recurrir a los datos del último mes: mientras que en España se matricularon 4.322 eléctricos en marzo, en Francia se alcanzaron los 30.635.

Se puede inferir que el interés por este tipo de vehículos aún no es muy elevado, si bien esto puede cambiar de cara a 2035. No obstante, la clave está en las infraestructuras y en la oferta de modelos de los fabricantes. Si dicha oferta continúa dando importancia a los vehículos eléctricos, cabe pensar que los clientes no tendrán más remedio que apostar por ellos.

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