En una rueda de prensa reciente, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, criticó duramente la posible negativa de los grupos políticos a debatir las enmiendas a la totalidad sobre la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas. Álvarez subrayó que, de llevarse a cabo esta actuación, los implicaría en una gran muestra de cobardía por su parte, al no facilitar un debate abierto en el Congreso de los Diputados. La posición de UGT es clara: si no se aprueba la reducción de la jornada en la presente legislatura, el sindicato persistirá en su propuesta.
La UGT ha expresado que el debate sobre la reducción de jornada está muy avanzado, aunque Álvarez ha llamado a la prudencia debido a la inestabilidad de las circunstancias políticas hasta el 22 de julio. El líder sindical añadió que,
cuando llegue el momento de votar, los partidos políticos tendrán que mostrar a quién realmente representan
, si a sus votantes o a ciertos poderes económicos que presionan por mantener jornadas más largas de trabajo.
Álvarez también destacó que incluso entre los votantes de distintos partidos existe un considerable apoyo hacia la reducción de la jornada laboral. Comentó que más del 60% de votantes de Vox respaldarían la reducción a 37,5 horas semanales, cifra que aumenta entre votantes del PP (más del 70%) y se acerca al 80% entre los de Junts.
Ante la posible falta de aprobación parlamentaria, Pepe Álvarez declaró que UGT seguirá defendiendo la iniciativa con constancia.
La UGT pretende ser como «la gota malaya», insistiendo cada día para recordar a los diputados su compromiso con la ciudadanía
. Según él, la presión social jugará un rol crucial, instando a preguntas directas sobre las razones de oponerse a la reducción de jornada en situaciones cotidianas, como las compras en tiendas.
