Amancio Ortega, a través de su holding de inversión Pontegadea, analiza la posibilidad de convertirse en accionista minoritario de la sociedad de fibra óptica creada por Telefónica y Vodafone en España.
Esta empresa conjunta, valorada en aproximadamente 2.000 millones de euros, gestionará una red que cubre 3,6 millones de unidades inmobiliarias y atenderá tanto a clientes mayoristas como minoristas de las dos operadoras.
La entrada de Pontegadea podría marcar una nueva incursión de Ortega en el sector de telecomunicaciones, tras su participación previa en Telxius, la filial de infraestructura de Telefónica, donde ha generado importantes rendimientos.
La fibra óptica de esta sociedad conjunta busca ampliar su presencia en el mercado y se plantea como un modelo similar al acuerdo entre Vodafone y Masorange, aunque con un alcance más limitado en comparación con los 11,5 millones de unidades inmobiliarias gestionadas por aquella.
Este movimiento llega en un contexto de consolidación y colaboración estratégica entre operadores para optimizar el uso de infraestructura y atraer inversión.
Ortega ya ha demostrado interés en diversificar sus inversiones más allá del sector inmobiliario, priorizando activos estratégicos y generadores de dividendos en sectores como la energía y telecomunicaciones. Su alianza con Telefónica ha sido clave en el pasado, destacando la confianza mutua que ambas partes han desarrollado en proyectos como Telxius.
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