Capital habla este 8M con Rosa Carabel, directora general de Eroski, para conocer hasta qué punto este sector se encuentra masculinizado
No pertenece a aquellos que un día fueron niños y con los años lo olvidaron. Rosa Carabel recuerda sin esfuerzo que creció en ese tiempo en el que la cesta de la compra se llenaba en la tienda de la esquina. Aquella en la que vendedor y cliente eran vecinos, charlaban de tú a tú y se intercambiaban tantas historias como comercio honrado.
La ejecutiva de Eroski comenzó a trabajar, a pie de establecimiento, en el área de marketing del sector de la distribución comercial hace más de veinticinco años. Fue también miembro del staff de dirección general hasta que, en 2004, se incorporó a la estructura central del Grupo de Elorrio. Primero se ocupó de la línea de franquicias. En una época en la que esta fórmula no tenía tanta relevancia como hoy y el formato de hipermercados era el líder, ella estaba convencida de que el modelo de tienda próxima al cliente sería exitoso.
Consciente de que no se acaban los recuerdos solo con los años, ni con decir adiós a su Galicia natal para trasladarse al País Vasco, Carabel hizo del paraíso de su infancia la guía de inspiración de una política comercial basada en dar valor al cliente. La llamó “EROSKI Contigo” y, con la misma proximidad, conversa hoy con Capital para testimoniar cómo ha situado su nombre en lo más alto de uno de los principales grupos retail en España.
“Los tiempos han cambiado muchísimo", narra Carabel, que considera que "las sociedades han cambiado y, de forma equivalente, los hábitos de consumo. Pero cada vez que hecho la vista atrás a esos tiempos que mencionas, me doy cuenta que el alma de este negocio sigue vigente. La proximidad es un concepto que sigue estando muy presente en la distribución. Todas las empresas queremos estar cerca del cliente, relacionarnos con él desde un punto de vista físico, pero también ético y moral. Si elevamos el concepto a términos de negocio, lo local, el producto de proximidad, tiene cada vez más relevancia. Para nosotros como empresa, para el cliente porque consume un producto de calidad y para el entorno por la generación de riqueza que se produce".
En el caso de Eroski, alega, "se trata de un valor a proteger. El concepto de 'Eroski Contigo' nació como una forma de visibilizar algo que ya habíamos practicado en esta organización desde que nacimos. Somos lo que somos porque estamos cerca de nuestros clientes, porque cada día nos movilizamos para ofrecerles aquello que necesitan en el momento en el que lo necesitan, utilizando el canal que ellos escojan y que más les conviene en cada momento. La consolidación de nuestro modelo no es más que una consecuencia de haber diseñado una estrategia eficaz e implementarla con pasión y esfuerzo”.
Convencida de que la recompensa por el trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más, el nombramiento de la directora general de la cooperativa de Elorrio se produjo a comienzos de marzo de 2020. Solo unos días después el mundo se paralizaba por el Covid-19. Había que encomendarse a un futuro desconocido y de la ejecutiva gallega dependían más de 1600 establecimientos repartidos por todo el país: “Apenas dos semanas después de mi nombramiento, el mundo estaba confinado y nuestro sector gestionando una situación totalmente inesperada, incierta, desbordante, que nos exigió a todos un esfuerzo titánico, pero que también entre todas gestionamos con sobresaliente”. Eroski fue elegido mejor comercio del año 2021: “La pandemia ha servido para que muchas personas nos sintieran cerca”.
No ha sido solo uno de sus logros. Después de liderar en plena pandemia y de avanzar en diferentes acciones en pro de la sostenibilidad, Rosa Carabel afirma que, en la cooperativa que dirige, la paridad de género se aplica como uno de sus valores fundamentales: “En Eroski consideramos la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como un principio básico y estratégico de la gestión de la organización. Acabar con la desigualdad supone un proceso de cambio directamente relacionado con nuestra cultura cooperativa e igualitaria, y nos sentimos orgullosos de ser así. Pero los datos son los que aportan la objetividad necesaria: el 77% de nuestra plantilla son mujeres, y son ellas las que ocupan el 73% de los puestos de responsabilidad, siendo este un porcentaje muy superior a la media del sector”.
Queda trabajo. Cuarenta y cuatro años después de que la consultora de condiciones laborales, Marilyn Loden, acuñara la expresión `techo de cristal´ para describir los obstáculos culturales que enfrentan las mujeres que buscan ascender, Carabel apunta que tenemos que rechazar todo lo que nos limite: “Aún sigue siendo necesario entender que la diversidad de género, materializada en la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en todos los niveles de la organización y especialmente en los niveles directivos y en los consejos de las grandes empresas, debe aportar beneficios en una cultura empresarial que, aún hoy, está masculinizada. Celebrar el día de la “igualdad” es el principal síntoma que indica que tenemos todavía mucho que avanzar y, por lo tanto, mucha tarea por hacer”.
