La economía de Estados Unidos experimentó un notable incremento en la creación de empleos no agrícolas en septiembre, alcanzando los 119.000 nuevos puestos de trabajo, según informó el Departamento de Trabajo. Este aumento supera significativamente las expectativas del mercado, que preveían apenas 50.000 nuevos empleos. Sin embargo, este avance se acompañó de una ligera subida en la tasa de desempleo, que creció hasta el 4,4%, el nivel más alto desde 2021.
El informe de septiembre, publicado con más de seis semanas de retraso debido a la falta de fondos federales por el cierre del Gobierno, representa un cambio en la tendencia descendente observada en la creación de empleos en meses anteriores. En agosto, el mercado laboral estadounidense sufrió la destrucción de 4.000 empleos, mientras que en julio se crearon 72.000 nuevos puestos, cifras que han sido revisadas a la baja.
En septiembre, la creación de puestos de trabajo fue particularmente notable en los sectores de atención médica, servicios de alimentación y hostelería, y asistencia social
El sector de la salud lideró este aumento con 43.000 nuevos puestos, seguido de servicios de alimentación y bares con 37.000 empleos. Por su parte, el empleo en asistencia social continuó al alza, alcanzando los 14.000 puestos adicionales. No obstante, áreas como el transporte y almacenamiento, así como el Gobierno federal, registraron reducciones significativas en el empleo, con una caída de 25.000 y 3.000 empleos, respectivamente.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), entidad responsable de compilar estos datos, ha anunciado que no podrá publicar el informe completo de octubre debido al prolongado cierre gubernamental, el más extenso en la historia de Estados Unidos. Esta situación afectará el calendario de publicaciones, retrasando la divulgación de datos de noviembre al 16 de diciembre. La falta de datos actualizados podría complicar las decisiones de la Reserva Federal de EEUU en su reunión prevista para el próximo 10 de diciembre.
La tasa de participación laboral se mantuvo estable en 62,4%, mientras que la tasa de empleo fue del 59,7%
Estas cifras reflejan una constancia en la participación laboral, con 1,8 millones de desempleados de larga duración, representando el 23,6% del total de parados en el país. La situación reiteraba la urgencia de medidas efectivas para abordar el desempleo de larga duración en medio de un contexto económico desafiante.
