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Economía

Fernando Santiago: "Tuvimos más de 3,5 millones de trabajadores en ERTE y ninguno era funcionario"

Por Borja Carrascosa

El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Gestores Administrativos señala que "la subida del SMI mejora el nivel adquisitivo de unos pocos, pero impide la contratación de muchos otros"   

La economía española muestra signos contradictorios. Tras tocar suelo en 2020, con la pandemia y los ERTE, la incipiente recuperación tiene fisuras presentes y futuras que pueden lastrar la generación de riqueza, empleo y desarrollo de las empresas de nuestro país. Capital analiza aspectos regulatorios como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o de los impuestos con Fernando Santiago, presidente del Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid y del Consejo General de Colegios Oficiales de Gestores Administrativos. 

La creación de empresas alcanza niveles desconocidos desde 2016, según el INE, pero los concursos de acreedores también están en niveles muy elevados por el impacto de la pandemia. ¿Qué podemos esperar en los próximos meses? 

Desde hace algún tiempo, venimos publicando mensualmente el Barómetro de los gestores administrativos. Este se construye a través de una encuesta que pasamos a los 6.000 gestores administrativos de toda España, donde recogemos información de primera mano de la situación de las pymes. Por tanto, lo que esperamos para los próximos meses no es fruto de un acto de imaginación, predicción o adivinación. Se trata del conocimiento sobre cómo es la salud financiera y de solvencia de los pequeños y medianos negocios. 

El último Barómetro nos indica que 130.000 pymes están en situación de quiebra técnica, pero que están retrasando presentar el concurso de acreedores acogiéndose a la moratoria concursal aprobada por el Gobierno. Si esta no se prorroga una vez más, nuestra estimación es que, en los meses siguientes, y por imperativo legal, van a tener que presentarse un elevado número de concursos. 

Es un dato magnífico la creación de empresas, pero hay que valorarlo en comparación con 2019 y conociendo cuántas empresas “zombies” existen. No es lo mismo crear para generar nuevas actividades, que crear para sustituir compañías que están “muertas” de hecho, pero no de derecho.  Me preocupan los problemas de liquidez y de solvencia de nuestro tejido productivo actual y deben tomarse medidas correctoras y estables ya.  

¿Qué le parece la gestión que, desde las instituciones, se ha realizado durante la pandemia? 

En los últimos 18 meses he sido muy crítico con las instituciones, tanto con organizaciones empresariales como con las Administraciones Públicas. Cuando comenzó la crisis, nos pusimos del lado de las Administraciones porque, como grandes conocedores de su funcionamiento, preveíamos una parálisis de su actividad como consecuencia del confinamiento y posteriores restricciones de la movilidad. 

Ofrecimos nuestro conocimiento y nuestra experiencia para mecanizar aquellos trámites fundamentales que no debían quedarse paralizados. Y no nos escucharon. A partir de ese momento, tuvimos que elevar la voz para defender a nuestros clientes: ciudadanos, autónomos y empresas. No pueden ser siempre los mismos los que paguen los errores de nuestras administraciones y gobernantes.

Si la ceguera de las administraciones la sazonamos con el desconocimiento que tienen sobre las diferencias entre las grandes y pequeñas empresas, nos sale un caldo difícil de digerir, sobre todo para las pequeñas, que representan el 98% del tejido productivo. 

Hemos puesto de relieve que las pymes están desprotegidas, que no las atienden ni unos ni otros. Y que las normas deben ser diferentes para unos y otros. La gran empresa tiene personal de sobra para dedicar a la solicitud de fondos europeos, pero… ¿y las pequeñas? 

¿Qué le parecen medidas de corte “populista” como la subida del Salario Mínimo Interprofesional? 

Muchas medidas populistas a menudo se convierten en impopulares. Unas, porque son de difícil puesta en marcha o van a generar problemas suficientes como para frustrar a mucha gente y provocar efectos colaterales no previstos (no previstos porque quien ha legislado no ha contado con la experiencia suficiente para hacerlo). 

Otras, como ésta, porque al final el efecto de mejorar el nivel adquisitivo de unos pocos se convierte en el despido o en la falta de contratación de muchos otros. Pongo un ejemplo. Nos dicen nuestros gobernantes que 15 euros los puede pagar cualquiera. Y yo digo, también podemos pagar cualquiera una subida del café de 30 céntimos. Pero verá como le molesta y puede suponer que pague usted menos cafés. 

Además, es que no se considera que ese dinero sale, en el caso de más de dos millones de pequeños y medianos negocios, del bolsillo de un empresario que llega con dificultades a final de mes. En el momento en el que peor lo están pasando. Se les ha prohibido trabajar, pero no se les ha prohibido dejar de pagar. Y ahora, sin ahorros, o endeudados hasta las cejas, es a ellos a quienes les pedimos un esfuerzo más. ¿No había otro momento mejor? ¿No se podía haber consensuado? 

Igual que nos dicen que 15 euros los puede pagar cualquiera, cualquiera podría esperar un poco más con objeto de salvaguardar los puestos de trabajo. Y no se olvide que estoy pensando en el pequeño empresario, en el autónomo y en el trabajador. La peluquería de la esquina es de un pequeño empresario, como hay muchos en España.

El sector público no sufre los ERTE

La reforma tributaria que prepara el Ejecutivo contendrá, casi con total seguridad, subidas de impuestos a las empresas y a los trabajadores. ¿Cree que es el momento de buscar incrementos de la presión fiscal? 

Estamos en el momento de recuperar la pyme y el autónomo para generar empleo y mejorar la salud económica del país. Cualquier otra decisión ahonda en la herida de nuestro tejido productivo y en la herida de nuestros trabajadores. ¿Tenemos que recordarle al Gobierno que tuvimos más de 3,5 millones de trabajadores en ERTE? Ninguno era funcionario público, con todos mis respetos por éstos. Trabajadores con una incertidumbre tremenda durante meses, que cobraron tarde, mal o nunca su ayuda. Muchos tuvieron que acudir a comedores sociales. ¿Es el momento de seguir haciéndoles pagar la crisis de esta forma?

“Sin las pymes y los autónomos, la vida empresarial de las grandes compañías sufrirá” 

Los autónomos forman otro colectivo posiblemente perjudicado por la voracidad recaudatoria de la Administración. ¿Qué consejo puede darles a los trabajadores por cuenta propia para afrontar el duro escenario regulatorio que deberán afrontar?  

Los autónomos y los pequeños empresarios no necesitan consejos, ellos sufrieron más que nadie la crisis financiera y son los que más están sufriendo la crisis sanitaria. Y ellos son lo que, con su esfuerzo y con sus agallas, nos van a sacar de esta. 

Eso sí, igual es el momento de levantar la voz. Nos han abandonado los gobernantes una vez más, tanto como las diferentes instituciones, los bancos, las grandes empresas, que siguen apretando en los plazos de cobro y alargando los de pago. Pues igual hay que empezar a hacerles ver a los grandes que sin la existencia de las pequeñas y medianas empresas y sin los autónomos, sus vidas empresariales pueden sufrir. 

Las subidas de impuestos como las que estamos viviendo, ¿no derivarán, por extensión, en incentivos al fraude? ¿Cómo se puede controlar el auge de la economía sumergida en economías como la española? 

En nuestro reciente Barómetro del mes de septiembre preguntamos sobre ello. Las subidas de las materias primas, de la energía, del SMI, de las cotizaciones sociales, y todas las que nos vengan tras éstas, hacen pensar a muchos que lo mejor es “salirse” del sistema, irse al lado oscuro de la economía sumergida. 

Como presidente de los Gestores Administrativos, les tengo que aconsejar que no lo hagan. Es malo para todos. Primero, para ellos mismos. Pero dicho esto, debo volver la cabeza hacia quien legisla y pedirle que se de cuenta de que no podemos llevar al borde del abismo a los pequeños. Porque van a defender su sustento a capa y espada. 

Y permítame aquí que introduzca el tema de los Fondos Europeos Next Generation. O se destinan a recuperar, fortaleciendo a la vez, a los que más han sufrido durante la crisis, o veremos situaciones complicadas. 

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